Tradición y vanguardia en un vino

En Finca Rodma, la elaboración de sus vinos sigue un enfoque artesanal apoyado por avances tecnológicos que aseguran un proceso respetuoso y eficiente. La bodega emplea la ley de la gravedad para trasladar la fruta y el mosto desde su recepción hasta la fermentación, lo que minimiza el uso de bombas y preserva las propiedades de la uva. Esta fusión entre la tradición vitivinícola y la vanguardia da lugar a vinos naturales, con una personalidad única y calidad excepcional. Situada en Quintanilla de Arriba (Valladolid), en plena ‘milla de oro’ de la Ribera del Duero, la bodega fue adquirida en 2019 por la familia Martín Rodríguez. Con más de 40 años de experiencia en el sector agroalimentario de Castilla y León, la empresa familiar decidió diversificar su catálogo y adentrarse en el mundo del vino.

Desde entonces ha llevado a cabo una serie de mejoras en la bodega para modernizarla y hacerla más sostenible. Cuenta con un sistema de paneles solares que cubre casi la mitad de su consumo energético, además de con tecnologías avanzadas para el tratamiento y depuración de aguas. Inspirada en el modelo de chateau francés, Finca Rodma mantiene una estrecha conexión con su entorno. El microclima de la zona, marcado por el río Duero y el carácter del suelo, son determinantes en la calidad de la uva.

El moderno edificio de la bodega se integra perfectamente con el entorno, rodeado de viñedo propio de 14 hectáreas de uva tempranillo caracterizadas por la diversidad de tipos de suelo y altitudes. Su enólogo, Antonio Nieto, trabaja con la premisa de priorizar calidad frente a la cantidad. El punto de partida es una elaboración artesanal reduciendo la utilización de elementos mecánicos tradicionales. El resultado son vinos más naturales, en los que se pueden apreciar mejor sus cualidades y con un carácter y personalidad propia.

Finca Rodma selección 2022

Su portfolio abarca tes referencias:Finca Rodma Selección que acaba de lanzar al mercado su añada 2022. Elaborado 100% con uva tempranillo y criado 12 meses en barricas de roble francés (60%) y americano (40%) logrando un equilibrio perfecto entre la frescura de la fruta y las sutilezas aportadas por la madera; se trata de un vino con gran concentración y estructura. Con esta cuarta añada, Finca Rodma Selección 2022 se reafirma como un referente de estilo y carácter dentro de Ribera del Duero. Antonio Nieto reconoce que «nos ha sorprendido gratamente el gran desarrollo que ha tenido el vino durante su descanso en botella. En ese periodo de tiempo, ha evolucionado de manera sobresaliente, logrando una gran armonía sin perder la intensidad que caracteriza a esta añada». 

Las otras dos etiquetas son Finca Rodma Avizor (15 meses de crianza) y su exclusivo Gran Rodma (20 meses en barrica).

Una fusión perfecta entre arquitectura y naturaleza que respeta al máximo los valores del paisaje mientras facilita un control óptimo del proceso de elaboración de los vinos.