Diario de Valladolid

GASTRONOMÍA | RESTAURANTE CASALEÓN

La otra cocina del Camino

Javier, frente al restaurante Casa León, con una de las espectaculares ensaladas de su carta.-

Javier, frente al restaurante Casa León, con una de las espectaculares ensaladas de su carta.-

Publicado por
Redacción de Valladolid
Valladolid

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La familia León ha cumplido sobradamente con la cocina burgalesa y con el desarrollo rural en Villamayor del Río desde que en 1957 apostase por un restaurante de carretera que terminó complementado con una industria cárnica. Ambos llevan el nombre de su fundador: León Castro. Medio siglo después, la fábrica de embutidos y el restaurante comparten espacio en la carretera nacional. Por eso, el restaurante Casa León ha visto pasar por su puerta y sentarse en el comedor una evolución de comensales. De aquellos primeros turistas y viajeros a las hornadas de peregrinos que cruzaban el Camino de Santiago, que pasa literalmente por la puerta, como recuerda una escultura, además de las miles de menciones que recibió Casa León en los primeros años donde no había más infraestructura que la de este restaurante familiar. Y esto es de agradecer. Hoy los peregrinos pueden elegir, a la hora de comer, en numerosos establecimientos de corte jacobeo en el entorno. Por ello, Casa León ha podido despegar, crecer, evoluciona y convertirse en un buen restaurante burgalés en el medio rural, en el entorno de Belorado y la denominada ‘riojilla burgalesa’. Javier Castro está al frente del restaurante y es la cara del mismo en la barra y a la hora de tomar comanda. Su hermana María del Mar dirige la cocina. En Casa León no faltan los embutidos propios y, entre los fiambres, cabeza de jabalí, una suerte. Tampoco las alubias rojas y blancas. Javier dice que son de la comarca. Sopas de ajo con huevo escalfado. Y una buena carta de quesos, aunque reconoce que el fresco de Burgos no se pide. Pero hay cordero, carnes rojas, morcilla de Burgos y una oferta de huevos con distintos acompañamientos, revueltos y pescados. Es curioso que mantenga en carta los sabrosos sesos rebozados de cordero y unas impresionantes ensaladas de bonito y tomate. Postres de toda la vida junto a platos como mousse de turrón o cuajada con Pedro Ximénez. La decoración es muy atractiva, con distintos espacios y numerosos objetos decorativos. Se puede comer por 35-40 euros a la carta y menús del día entre 13 y 15 euros. Una buena cocina rural actualizada en pleno Camino de Santiago.

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