La divisoria entre Amblés y Alberche

Las sierras de La Paramera, Serrota y Piedrahita conforman, en la provincia de Avila, una interesante alineación montañosa que se levanta entre el Valle de Amblés y el Valle del Alberche. A pesar de las redondeadas formas de sus relieves, se encuentran rematadas por interesantes cumbres, algunas de las cuales superan los dos mil metros de altitud, constituyendo unos privilegiados miradores sobre la sierra de Gredos.

El pico de la Serrota, con sus casi dos mil trescientos metros (2292, para ser exactos) es la más alta de todas estas cumbres y ella vamos a dirigirnos en esta ocasión. Puesto que ya hace tiempo visitamos esta cima accediendo desde su vertiente sur, partiendo de la localidad de Cepeda de la Mora, ahora vamos aprovechar estos días tan largos y luminosos que nos brinda una primavera en todo su esplendor, para ascender a esta impresionante montaña por sus laderas orientadas al norte.

Nuestro acceso lo marca la localidad de Pradosegar, siguiendo por la carretera hasta su Barrio de Arriba. Justo antes de entrar al pueblo, podremos seguir con nuestro vehículo por una buena pista que sale a mano derecha y que rodea el conjunto urbano por su vertiente oeste hasta colocarnos al sur del mismo, en el punto donde arranca el barranco del Arroyo de los Tejos. Podremos dejar nuestro coche sin bloquear el camino unos metros antes de llegar el paso canadiense.

En ese mismo punto un panel informativo nos aclara que estamos al comienzo de la «Ruta al Cerro Pajarote», ruta que compartiremos en una parte de su recorrido, aunque en sentido inverso. En nuestro caso, tomaremos la senda marcada que se localiza justo detrás del cartel, dejando a nuestra izquierda en todo momento el curso del Arroyo de los Tejos, que iremos remontando.

A nuestro paso podremos ver todavía los restos de alguno de los antiguos molinos que existieron en la zona. De hecho, hay quien sostiene que el nombre de esta sierra proviene del término vascuence «errota» que significaría molino, puesto que hubo un gran número de estos ingenios junto a los cursos fluviales en el entorno de esta montaña, llegando a ser uno de los medios de vida de la zona. Según parece, en el pasado, la caza y la pesca también tuvieron su importancia en la economía del lugar. El propio Camilo José Cela en su libro de viajes Judíos, moros y cristianos ya daba cuenta en 1956 del hecho de que los pastores de Pradosegar se dedicaban también a la pesca de la anguila en el arroyo de los Tejos, a los pies de La Serrota.

Recreándonos en esas historias continuaremos por la senda marcada por hitos hasta llegar a una zona en una zona en la que confluyen dos cursos de agua (1.610 metros). Cruzaremos el primero. Ante nosotros (sur-sureste) tendremos una ladera tapizada de matorral en la que, si vamos atentos veremos los hitos que nos marcan la continuidad del sendero que ahora abandona el rumbo sur, para ir avanzando hacia el este.

A pesar de que el sendero es bastante evidente, pronto lo abandonaremos pues tendremos que coger la pendiente de subida hacia el suroeste cruzando sin sendero definido durante un buen tramos remontando así hasta la cabecera del arroyo que cruzamos abajo. A medida que llegamos a la parte alta, los piornos que, sin ser agobiantes, nos han ralentizado la marcha, empiezan a desaparecer hasta encontrar una zona más llana y limpia, que se va abriendo hacia el oeste y que nos coloca en las pendientes que debemos remontar, siempre en esa misma dirección hasta alcanzar la primera cima del día rematada de forma rocosa. Habremos llegado así a Peña Pajarita.

Desde esta cumbre, hacia el sureste avanza la línea de cumbres por un terreno mucho más cómodo entre senderos evidentes: Primero nos encontraremos con la Peña Belesar y un poco más adelante con las últimas cuestas que nos dejaran en la cumbre de Serrota, también conocida como El Telégrafo, coronada por uno de los clásicos vértices geodésicos. Las cumbres del sector central de la Sierra de Gredos se aprecian perfectamente desde aquí, todavía en estas épocas muy cubiertas de nieve en sus zonas más altas.

Para descender vamos a dirigirnos en primer término hasta una cumbrecita secundaria situada al sur de nuestra cima. Llegados a ella giraremos en fuerte descenso hacia el suroeste, tomando como referencia en todo momento la cumbre del Pajarote. En poco tiempo bajaremos casi cuatrocientos metros de desnivel, intentando no perder las marcas de los hitos para encontrar la mejor zona de descenso.

Llegados ya junto al Pajarote podremos rodearlo por el sendero que encontraremos en su vertiente este o aprovechar y encaramarnos también a su cumbre (accediendo también por su vertiente este, por una brecha fácil y evidente entre sus dos cumbrecitas). Solo nos quedará ahora recuperar el sendero hacia el sur-sureste que nos llevará hasta la Canchera, donde tomaremos la buena pista que gira hacia el oeste y continúa el descenso hasta llevarnos de nuevo al punto de partida de nuestra excursión.