La nueva cocina sayaguesa

Que nadie se asuste porque, en realidad, el restaurante que dirigen Ana y Diego junto a José María, en su pueblo, Villar del Buey, es simplemente cocina rural, familiar e impregnada de aires zamoranos. Postres variados y bien elaborados: arroz, hojaldre, tartas, cremas, flanes… Sorprende encontrarse con una tarta de queso muy fina, otra de tres chocolates, un flan con bizcocho o una cuajada casera al lado de una tarta de galleta. Si el arroz con bogavante sigue arrasando, viviendo todavía su época de gloria, el arroz a la zamorana que prepara Ana Nieto es de libro. Y las versiones de bacalao sorprenden en la mesa, con logrados platos de ajoarriero, gratinado, con pisto o ese que ya es difícil de encontrar: el bacalao a la romana de toda la vida. Guiso de caracoles (tirando del helicicultor local) y carnes rojas garantizadas por una simple razón: los hermanos Nieto, por un lado, son de familia ganadera, en Villar de Buey, y Diego, que tiene su ganadería en Mámoles.

En el pequeño restaurante rural, situado en la misma plaza de la localidad sayaguesa de Villar del Buey, todos los días del año se guisan alubias, lentejas, garbanzos, cocidos y potajes. Menús diarios de diez euros, doce los domingos. Por encargo, y aquí viene lo más importante, lo que cualquier comensal sibarita quiera. Porque Ana Nieto y Diego Izquierdo son cocineros profesionales. Se formaron en el Centro de Especialización de Formación Profesional de Zamora y, cada uno por un lado, han trabajado en cocinas de Paradores, Zamora, Peñausende y Muga de Sayago. Hace cinco años, decidieron apostar por Villar del Buey, el pueblo de Ana, que, junto a su hermano José María, atiende la tienda de ultramarinos (¡qué bien suena!) y el bar del pueblo que un día llevara el recordado dulzainero Sebastián Martín, el Tío Pelegre, y cocina para atender a los comensales en un pequeño y sencillo comedor, anejo al mostrador del bar Argusino. Nombre que alude a la población desaparecida bajo las aguas del embalse de Almendra, ya que en Villar del Buey viven muchos de sus habitantes.

Sin duda, un restaurante a tener en cuenta. Recemos porque una mujer como Ana no deje de cocinar en su pueblo, consciente de la importancia que tiene mantener una tienda, un bar y una mesa donde comer a diario en Sayago. Y esto sí es nueva cocina, entendiendo por nuevo lo que continuó al bar del Tío Pelegre. Y algo no muy frecuente, encontrar una cocinera profesional que lo hace igual en su pueblo que en los años que trabajó en la cocina del Parador Nacional de Turismo. Chapó por esta nueva cocina sayaguesa.