Diario de Valladolid

DIETÉTICA Y NUTRICIÓN

El horno verde de Europa

La empresa familiar Santiveri puso la semilla de la alimentación sana en Peñafiel hace 75 años

-PABLO REQUEJO

-PABLO REQUEJO

Publicado por
H. MARTÍN
Valladolid

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El nombre de su apellido siempre ha estado vinculado al mundo de la dietética. Su marca es sinónimo de salud y bienestar. Tanto es así, que es difícil que alguien no reconozca en los estantes de un supermercado o gran almacén los productos de Santiveri. La empresa familiar catalana hunde sus raíces en 1885. Todo comenzó como muchas historias de éxito, como resultado de un momento de adversidad. Jaime Santiveri Piniés, un comerciante textil afincado en Barcelona propietario de una camisería en el centro de la ciudad condal, es diagnosticado con apenas 25 años de una dolencia pulmonar, un principio de tuberculosis que la medicina de entonces calificaba como incurable. Lo que para aquel entonces suponía una enfermedad letal, para este joven sagaz y entusiasta representó todo un reto y el inicio de una aventura empresarial que se ha convertido en un modelo de éxito que estudian en Universidades y escuelas de negocio. De esta manera, el fundador de la empresa recae en el sanatorio alemán del abad Sebastian Kneipp en Wöristoffen donde pasa seis meses haciendo curas de agua, dando paseos al aire libre para oxigenar sus pulmones y tomando plantas medicinales. Jaime Santiveri descubre en aquel momento todo un mundo de sanación, llegando a aprender las mejores terapias naturistas que había en aquel momento.

Convencido del éxito de estas terapias decidió reconvertir a su vuelta su comercio de camisas en una pequeña botica en la que ofrecía plantas medicinales, complementos nutricionales, caldos vegetales, harinas enriquecidas para niños, malta y utensilios para aplicar la hidroterapia, entre otros muchos productos Kneipp que importaba de Alemania y que estaban pensados para personas con obesidad, diabetes, desnutridos e incluso para personas con celiaquía, convirtiéndose en la primera empresa de nuestro país de este tipo.

Más tarde, el ‘padre’ de la medicina natural en nuestro país, se vio en la necesidad de ser fabricante, dando los primeros pasos en la elaborarción de los mismos, siendo pioneros en la elaboración de alimentos sanos, complementos naturales y plantas medicinales, naciendo gamas de productos como Dextrín, Natura y Vigor.

HORNO VERDE DE EUROPA

Ésta fue la semilla de la empresa española de dietética que, con más de 130 años de historia a sus espaldas, se ha convertido en el ‘horno verde’ de Europa. La industria cuenta desde hace 75 años con una fábrica en la localidad vallisoletana de Peñafiel, en pleno mar de cereales de Castilla, de donde se nutre para la fabricación de sus referencias. Precisamente fue su ubicación estratégica, en el centro del país, lo que facilitaba la logística y el transporte; junto a la riqueza de sus campos, lo que motivó al hijo del fundador, Santiago Santiveri, a decidir quedarse en estas tierras en 1942, en plena posguerra española.

Y es que para la elaboración de la malta, producto estrella de la casa durante los primeros años de despegue de la firma y que servía como sucedáneo del café en épocas de escasez, empleaban entre sus ingredientes cebada tostada, lo que también propició la apertura de la fábrica en la comarca castellana que servía de despensa de ricas materias primas para sus productos.

De estas instalaciones vallisoletanas salieron durante el pasado año 22 millones de unidades de alimentos producidos y de estos, alrededor del 30%, se destinó a exportación. La fabricación de esta planta de Santiveri, la de mayor crecimiento del grupo y la más grande del sector dietético en Europa, incluye galletas, tortitas de cereales, tostadas de pan, bañados de chocolate y envasados sin gluten, productos que se distribuyen por toda España y que están presentes en más de 40 países de los cinco continentes. Tres cuartos de siglo después de su nacimiento en esta comarca castellana, la empresa ya prepara una ampliación de sus instalaciones tras adquirir 34.000 metros cuadrados más de terreno anexo.

Pero más allá de las cifras económicas, lo que une a Santiveri con Peñafiel es un lazo sentimental con años de historia. «Con Peñafiel y su región mantenemos un vínculo muy especial. Efectivamente, allí llegó mi padre Santiago Santiveri, hijo del fundador, buscando dos cosas. Por un lado la materia prima para nuestra línea de panadería, bollería… y otros productos que necesitábamos y eran escasos tras la Guerra Civil. Y en segundo lugar, una ubicación céntrica que facilitase la posterior distribución de nuestros productos. Inmediatamente se enamoró de esta cuna de cereales y también de una peñafielense, que se convertiría en mi madre y la de mis hermanos mayores. Fue él quien inició las difíciles gestiones para encender el primer horno de la planta con ayuda de su cuñado Enrique Torres. Desde entonces toda la familia ha estado muy vinculada a Peñafiel, tanto a nivel humano como inversor», sostiene Rafael Santiveri, miembro del Consejo de Administración y representante de la tercera generación de esta saga familiar.

El esfuerzo inversor, que ha sobrepasado los 13 millones de euros en la última década, demuestra el compromiso con la planta vallisoletana que ha visto crecer exponencialmente su equipo humano, al pasar de 30 empleados antes de la crisis, a un centenar de trabajadores en la actualidad. La práctica totalidad de la plantilla procede de la zona y un alto porcentaje lo ocupan mujeres. En definitiva, una política laboral en sintonía con la productiva; de proximidad, sostenible y respetuosa con su entorno.

LÍDER DEL SECTOR

En la actualidad el grupo tiene más de 7.000 puntos de venta repartidos por todo el territorio nacional y comercializan sus productos en 40 países, además de dos sociedades mercantiles en Italia y México. En el primero, las ventas se reparten entre la cosmética y los complementos. En cambio, en México apuestan por la alimentación. Y están desarrollando una política expansiva en Latinoamérica, China y Golfo Pérsico.

Su portfolio se ha ido ampliando hasta alcanzar el millar de referencias que clasifican en cuatro grandes grupos: alimentación natural, plantas, complementos alimenticios y cosmética natural y bio.

Entre ellos, hay un producto que se ha convertido en una de sus referencias obligadas, un alimento ‘estrella’ desde los inicios, el Pan Dextrin. Lleva más de 70 años en el top ten de las ventas. Está elaborado con masa madre; mantiene lo mejor del trigo, incluyendo su fibra; sacia más; se mantiene en su punto más tiempo, y… sobre todo, y es lo esencial, sienta mejor por su exclusivo proceso de dextrinado.

«En Santiveri estamos orgullosos de ser pioneros en este producto que no ha dejado de fabricarse desde su lanzamiento y que no tiene competencia en el mercado. De generación en generación, se ha transmitido y se sigue transmitiendo que… «sienta bien». Pero queremos seguir innovando y creciendo, por eso también apostamos mucho por toda nuestra gama de galletería, extrusionados y embasados de cereales», explica Jorge Torres, presidente del consejo de administración.

Sus harinas están enriquecidas con ácido fólico, lo que se conoce en el laboratorio como vitamina B9, esencial para la salud de las embarazadas y excelente aliado para la salud cardiovascular.

En su gran familia de alimentos sanos ocupan un lugar cada vez más destacado los alimentos elaborados sin gluten, que concentran unas 40 referencias que comercializan bajo el sello Noglut.

La facturación del grupo ascendió a los 69 millones de euros en 2017 y genera en la actualidad más de 500 puestos de trabajo, contando con los comerciales autónomos que trabajan en exclusiva para ellos.

Pero, ¿cuál es el secreto para que se haya conseguido mantener durante décadas en la industria líder del Viejo Continente? «Nuestra fortaleza se basa en tres pilares principales. En primer lugar, la idea de salud natural que animó a Jaime Santiveri Piniés a fundar Santiveri, una idea que preconizaba la alimentación saludable, el uso de terapias alternativas y el seguir una vida más sostenible y próxima a la naturaleza, ideas que hoy en día están en boga y han demostrando ser fuente de salud y bienestar. En segundo lugar, nuestra gran capacidad de adaptación, desde las nuevas necesidades de nuestros clientes, a factores externos que han estado ahí y nos han afectado como empresa, ya sean cambios sociales, crisis económicas, catástrofes naturales e incluso guerras. Siempre hemos estando pendientes de nuestro entorno, aprendiendo y mejorando nuestros procesos y forma de trabajar para superar cualquier situación.

Y en tercer lugar, la calidad de las personas que han formado parte de esta empresa, una energía vital que ha sostenido y sostiene a Santiveri», sostiene Jorge Torres, presidente del Consejo de Administración y biznieto de los fundadores.

INVESTIGACIÓN

Hace ya 25 siglos el pensador y médico Hipócrates sostenía en la Antigua Grecia que «el alimento sea tu medicina, y la medicina tu alimento». Un mantra que a pesar de los siglos de historia, parece haber olvidado el hombre hasta hace no mucho tiempo. Hoy cada vez son más las voces que reclaman una alimentación consciente y saludable. Santiveri lleva 133 años compartiendo e intentando transmitir estos hábitos a la sociedad. Fueron visionarios al comprender que con la prevención se evita la enfermedad. En este sentido, su departamento de I+D+i constituye la columna vertebral del grupo.

La innovación forma parte de su ADN desde los orígenes. A ellos se debe la creación de los primeros laboratorios de calidad de la industria alimentaria española a mediados del siglo pasado, aunque el desarrollo de productos, lo que hoy en día sería un departamento de I+D, nació en la década de los años 20 del siglo pasado con el desarrollo del pan dextrinado. En la actualidad su departamento de I+D trabaja en la investigación y desarrollo de nuevos productos y forman parte de él farmacéuticos, ingenieros agrónomos, médicos, químicos, biólogos…

En cuanto a calidad y seguridad, recientemente su fábrica en Peñafiel ha obtenido el prestigioso certificado IFS (International Food Standard) con nivel superior.

En su trabajo diario con proveedores, son numerosos los análisis y supervisiones que realizan a los productos que llegan hasta la factoría. A los certificados de calidad que cuentan los mismos, son sometidos a contraanálisis regulares con laboratorios independientes. Todo ello para garantizar la máxima seguridad alimentaria.

De esta manera Santiveri colabora con diferentes universidades con el objetivo de realizar estudios científicos que corroboren la funcionalidad de distintos principios activos y nutrientes. Además, cuentan con una plataforma online (Campus Santiveri) donde proporcionan material docente a los vendedores de la marca.

FUTURO

Aún quedan muchas páginas de historia por escribir de esta gran empresa multinacional que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos donde el consumidor, cada vez más informado, demanda cada vez más productos de alta calidad y sostenibles. «Su exigencia es una motivación espléndida a nuestro esfuerzo», argumentan.

Desde la empresa familiar adalid de la alimentación sana quieren seguir en el camino emprendido en el campo de la innovación que se ha convertido en una de sus señas de identidad «sin olvidar nuestros orígenes naturales». En este sentido cobran cada vez mayor protagonismo los denominados productos ‘bio’, un campo esencial para mantener una cultura y una vida sanas.

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