Diario de Valladolid

RUTAS TERESIANAS

Cuatro rutas y un destino

Con una longitud que oscila entre los 100 y los 120 kilómetros, desde finales del pasado año se han puesto en marcha tres nuevas rutas que se unen a la ya existente desde 2015 entre Alba de Tormes y Ávila

Vista del río Tormes por El Barco de Ávila, una de las paradas de la Ruta de la Salud conocida así porque la mística abulense acudió allí a tratarse de sus dolencias.-DIPUTACIÓN DE ÁVILA

Vista del río Tormes por El Barco de Ávila, una de las paradas de la Ruta de la Salud conocida así porque la mística abulense acudió allí a tratarse de sus dolencias.-DIPUTACIÓN DE ÁVILA

Publicado por
Antonio García

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El Año Jubilar Teresiano tiene un componente religioso indiscutible, que no está reñido con el turístico. Por eso, al igual que sucedió hace tres años con el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, no se ha querido dejar pasar esta oportunidad histórica para promocionar, no sólo la capital abulense, sino también el resto de la provincia, a partir de cuatro rutas teresianas que recorren diferentes comarcas.

Se trata de una buena oportunidad para seguir las huellas de Santa Teresa de Jesús y disfrutar de los paisajes, la cultura, el patrimonio y la gastronomía de una provincia rica en experiencias.

La iniciativa ha partido de la Diputación provincial y del Obispado de Ávila, en colaboración con más de una treintena de ayuntamientos, cuyos municipios atraviesan estos itinerarios que discurren por pueblos situados fundamentalmente en la mitad sur de la geografía provincial, hasta desembocar en la capital, donde se gana el jubileo.

Con una longitud que oscila entre los 100 y los 120 kilómetros, tres de las cuatro rutas se han sumado desde finales del año pasado a la ya puesta en marcha en 2015 con motivo del V Centenario bajo la denominación ‘De la cuna al sepulcro’, que une Ávila, lugar de nacimiento de la mística, con Alba de Tormes (Salamanca), donde falleció.

Ahora, los tres nuevos itinerarios tienen en común el hecho de atravesar localidades que cuentan con alguna vinculación con Santa Teresa de Jesús, además de albergar un rico patrimonio histórico, natural y monumental.

Asimismo, las tres rutas cumplen con el requisito exigido por el papa Francisco para obtener la indulgencia plenaria con motivo del Año Jubilar. Se trata de recorrer a pie, en bicicleta o a caballo, al menos 100 kilómetros hasta Ávila.

Los nombres de estas nuevas rutas tienen su justificación. La ‘Ruta de la Salud’ recibe su nombre porque en la primavera de 1539, la joven Teresa llegó hasta la localidad de Becedas, de donde parte este itinerario, acompañada por su familia en busca de remedios para su delicada salud. Como los médicos ya no sabían qué hacer para curar aquella extraña enfermedad, llevan a la mística a una conocida curandera para que le aliviara sus males. Aquella estancia fue el origen de algunas de sus experiencias vitales, al experimentar un significativo cambio espiritual.

La ‘Ruta del confesor’ debe su nombre al hecho de que su confesor y uno de los hombres que más le marcó, San pedro de Alcántara, era de Arenas de San Pedro, en cuyo santuario situado a las afueras de esta localidad de la vertiente sur de la Sierra de Gredos, reposan sus restos. El primer encuentro entre ambos se produjo en 1560 en la casa de doña Guiomar de Ulloa.

La ‘Ruta caminos y posadas’, que recorre los municipios del Alto Tiétar y la zona de Alberche-Pinares, simboliza los viajes que Santa Teresa realizó a Toledo, donde llevó a cabo una importante tarea epistolar, en el marco de la reforma del Carmelo, emprendida con anterioridad. Además, este itinerario enlaza con el Camino de Santiago de Levante o del Sureste, por el que probablemente la primera doctora de la Iglesia transitó camino de sus fundaciones manchegas.

Los peregrinos que deseen realizar cualquiera de las cuatro rutas teresianas en la provincia de Ávila, disponen de una herramienta mediante la cual disponen de georreferenciación para saber en qué punto de cada una de ellas se encuentran.

De esta manera se facilita a los caminantes los mapas de estas cuatro rutas, que podrán llevarlos en la palma de su mano. Esta herramienta cuenta con información de las etapas, así como sus principales atractivos naturales, patrimoniales y gastronómicos.

Para hacerse con la georreferenciación puede hacerse a través de la web de la Diputación www.turismoavila.com o ‘bajándose’ la APP de Turismo

DE LA CUNA AL SEPULCRO

Esta ruta fue la primera en surgir en 2015 con el V Centenario y discurre entre Alba de Tormes, donde murió Santa Teresa en 1582, y Ávila, donde nació en 1515, a través de dos posibles itinerarios –norte o sur- cuya distancia oscila entre los 107 y los 117 kilómetros, tras completar cinco etapas que discurren por una veintena de hitos en ambas provincias.

Aunque existen varias posibilidades, si se parte de la localidad salmantina, la primera etapa de 17,1 kilómetros discurre entre Alba de Tormes y Coca de Alba, mientras que la segunda une esta última localidad salamantina con Mancera de Abajo, a través de un recorrido de 23,8 kilómetros.

Las tres etapas restantes discurren entre Mancera de Abajo y Fontiveros -27,9 kilómetros-; Fontiveros y Gotarrendura -24,9- y Gotarrendura y Ávila, de 23,5 kilómetros.

Los caminantes tienen la oportunidad de visitar lugares tan emblemáticos como el monasterio e iglesia de las Carmelitas descalza de Alba de Tormes, donde se encuentran el sepulcro, las reliquias y la celda de Santa Teresa, el convento de los Padres Carmelitas o el Museo Carmelitano ‘Teresa de Jesús’, junto a la iglesia de San Juan Apóstol o la basílica y la estatua de la mística. En Peñaranda de Bracamonte se encuentra la iglesia, convento y museo de las Madres Carmelitas Descalzas, declarado BIC. Más adelante, ya en la provincia de Ávila sale al paso del caminante el Convento de Duruelo, en Blascomillán, primera fundación de frailes Carmelitas Descalzos.

Fontiveros es otra parada obligada, ya que es la patria chica de San Juan de la Cruz. Allí se encuentra su Casa Natal, la iglesia de San Cipriano, el convento de las Madres Carmelitas y la iglesia de Nuestra Señora de los Mártires. Más adelante, en Narros de Saldueña pueden verse la iglesia de San Martín y el imponente castillo del Conde de Montellano.

Además de los paisajes, con la reserva ornitológica de la laguna de El Oso, Gotarredura es otra parada obligatoria por la estrecha vinculación de este pueblo con Teresa de Cepeda y Ahumada y su familia. Allí se encuentra el famoso Palomar de Santa Teresa y el Museo Etnográfico ‘Eugenio López Berrón’.

Finalmente se llega a Ávila donde, al margen de sus murallas, la catedral y otros monumentos, existen numerosos lugares teresianos como la Casa Natal de la mística; el monasterio de La Encarnación, donde pasó más de tres décadas y fue superiora; el convento de San José, su primera fundación o la iglesia de San Juan, donde fue bautizada.

RUTA DE LA SALUD

Esta ruta de 123,47 kilómetros parte de la pequeña localidad de Becedas, situada en la vertiente norte de Gredos, al suroeste de la capital, y para llegar a Ávila atraviesa una docena de municipios entre los que figuran tres que cuentan con la declaración de Conjunto Histórico o están en vías de obtenerla: El Barco de Ávila, Piedrahíta y Bonilla de la Sierra. Igualmente, transitan junto a conjuntos arqueológicos como el de ‘La Mesa de Miranda’, en Chamartín o La Coba, en San Juan del Olmo.

En este caso, el trayecto está dividido en siete etapas, la primera de las cuales tiene 14,92 kilómetros y discurre entre Becedas y El Barco de Ávila, para después partir al día siguiente hacia Piedrahíta, otra localidad con historia –vinculada a los Alba y a Goya-, donde se llega tras realizar 22,71 kilómetros de trayecto.

La tercera etapa, de 22,82 kilómetros, transita entre Piedrahíta y Villanueva del Campillo, después de pasar por la bellísima Bonilla de la Sierra. La cuarta jornada, de 20,1 kilómetros, llega a San Juan del Olmo, la quinta, de 15,18 kilómetros, a Chamartín, donde se encuentra uno de los más importantes castros celtas de la provincia, y la sexta concluye en Martieherrero, después de una caminata de 19,62 kilómetros. Desde esa localidad ya se divisa Ávila, a la que se llegará al día siguiente, después de andar 8,12 sencillos kilómetros.

RUTA DEL CONFESOR

Esta ruta que cuenta con 109,65 kilómetros y que parte desde el sur de la provincia, casi en Toledo, discurre por municipios del Valle del Tiétar, Valle Ambés y la Sierra de Ávila. Este trayecto se caracteriza por un paisaje lleno de contrastes, especialmente en esta época del año, con la floración de los cerezos, entre otros espectáculos de la naturaleza como la trashumancia o la presencia de la cabra hispánica.

El trayecto discurre por lugares tan emblemáticos como el santuario de San Pedro de Alcántara, la calzada romana del puerto El Pico –se sigue practicando la trashumancia-, el mirador de este mismo lugar, las piedras pintadas de Ibarrola en la finca de Garoza, en Muñogalindo…

La ruta discurre entre los prados del Sistema Central, la Sierra de Gredos, las sierras de Paramera y Serrota, así como las sierras de Villafranca y Ávila.

Cuenta con cinco etapas. La primera, de 26,3 kilómetros, sale de Arenas de San Pedro y llega hasta Cuevas del Valle, en pleno Barranco de las Cinco Villas. La segunda, de 15,10 kilómetros, desemboca en San Martín del Pimpollar tras ascender la Calzada Romana del puerto El Pico. La tercera cuenta con 25,41 kilómetros y arriba a Mengamuñoz, antes de salir al día siguiente en dirección a Muñogalindo, después de caminar 20,3 kilómetros. La última etapa discurre por el Valle Amblés hasta llegar a la capital, una vez completados 22,68 kilómetros.

RUTA DE CAMINOS Y POSADAS

El tercer itinerario, que parte de Sotillo de la Adrada, al sureste de Ávila, recorre municipios del Alto Tiétar y la comarca de Alberche-Pinares, en un recorrido de 80,84 kilómetros.

Este trayecto atraviesa enclaves naturales como la Reserva natural del Valle de Iruelas, los puertos de Casillas o El Boquerón, junto a atractivos del patrimonio abulense como los Toros de Guisando, en El Tiemblo, o el Museo de Adolfo Suárez y la Transición, en Cebreros. Además, esta ruta enlaza con el Camino de Santiago de Levante, también conocido como del Sureste.

En este caso, el trayecto está dividido en cinco etapas que salen de Sotillo de la Adrada, pasa por Casillas y llega a El tiemblo, tras 29,86 kilómetros. La segunda cuenta con 9,27 kilómetros y desemboca en Cebreros, la localidad natal de Adolfo Suárez. Desde allí, el caminante toma rumbo hacia San Bartolomé de Pinares, donde culmina un trayecto de 15,69 kilómetros. La penúltima etapa suma 19,59 kilómetros y discurre entre San Bartolomé de Pinares y el complejo deportivo y de ocio de Naturávila, ya a las puertas de la capital, donde se desembozará al día siguiente después de unos relajados 6 kilómetros.

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