Cocina peruana en el corazón de Sayago

A estas alturas, no es fácil encontrar paraísos gastronómicos perdidos en el medio rural del vasto territorio de nuestra región. El apunte de esta semana sí lo es y, además, ofrece una interesante comanda llena de sabores, aromas y materias primas del continente americano. La cocina que elabora Celia Villa en su restaurante rural y familiar Los Jerónimos, convence. De origen peruano, Celia permite probar platos de su cocina vernácula, sin alteraciones ni deconstrucciones, con un toque personal que se ajusta al recetario tradicional de su país de origen. El éxito de sus platos está en crear la sensación de comer en una mesa peruana sin salir de Zamora.

El repertorio es amplio y se acentúa cuando llegan las jornadas gastronómicas que, por desgracia, solo se celebran durante un corto periodo del año. Por fortuna, siempre están en carta sus tamales, su ají de gallina, su cebiche, el chicharrón, el arroz con leche, las papas, el seco de cordero, sus originales pimientos rellenos, las sabrosas tortitas de maíz, el lomo saltado. Todo un hallazgo de cocina peruana en el corazón zamorano de Sayago.

El apunte no es nuevo, pues Celia Villa y su pareja, el zamorano Pedro Prieto, abrieron las puertas de este establecimiento en 1999 en una aldea diminuta, pedanía del Ayuntamiento de Pereruela, territorio alfarero situado a cuatro kilómetros. Lo curioso es que, durante este largo periodo de casi dos décadas, la cocina peruana en España irrumpió de la mano de Gastón Acurio y otros compatriotas, con cocinas en restaurantes españoles. Además, el ámbito geográfico donde están Pedro y Celia les obliga a defender productos de la zona, como el lechazo, las carnes rojas, el pollo de corral o las legumbres. Celia defiende la utilización de materias primas ecológicas y, en esa línea, traza a diario su comanda. Otro aspecto bueno de la casa es que elabora su propio pan, pues además son los panaderos del entorno. Todos sus panes, blancos e integrales, llevan masa madre y Harina Tradicional Zamorana con Marca de Garantía y ecológica.

Celia, que es una mujer muy prudente, quiere agradar a todos con su cocina peruana, por eso conviene siempre reservar con tiempo. Se puede comer a la carta en la franja de los 25 a 30 euros. El restaurante rural de esta semana es uno de esos por los que merece la pena coger el coche, ponerse en carretera y localizarlo en un lugar de la tierra de Viriato.