Diario de Valladolid

TURISMO ARQUEOLÓGICO

Villas imperiales

El azar. Una vez más, la casualidad hizo que en 1887 un agricultor encontrara los vestigios de una villa romana del siglo IV, situada en la margen derecha del río Adaja, al sur de la provincia de Valladolid, entre los términos de Almenara de Adaja yPuras, junto a la carretera N–601. El yacimiento de La Calzadilla, nombre del pago donde se encuentra, ocultaba un pedazo de historia: el testimonio material de la forma de vida rural del pueblo tardo romano en la cuenca del Duero y Venancio Fernández de Castro informó del hallazgo a la Real Academia de la Historia. Pasaron los años. La crisis del 98, la Gran Guerra, la Dictadura de Primo de Rivera, la República y en la postguerra de la contienda civil se realizaron las primeras excavaciones, en 1942, dirigidas por el profesor de la Universidad de Valladolid Gratiniano Nieto. 27 años después, en 1969, José Luis Mosquera, presidente de la Diputación, tras conocer la existencia del yacimiento, se puso en contacto con el propietario de la finca, Félix Gómez, con intención de adquirirla para la institución provincial. «Me pidió el oro y el moro», recordó el expresidente en declaraciones a EL MUNDO DIARIO DE VALLADOLID el día de la inauguración del Museo de las Villas Romanas de Almenara Puras. A partir de ese momento, Universidad y Diputación realizaron campañas de excavación, estudio y puesta en valor del yacimiento. Tras ocho años de trabajo y una inversión de cerca de seis millones de euros, el 5 de mayo de 2003 se abrió al público la villa de Almenara, los restos arqueológicos de una explotación agropecuaria del siglo IV. El conjunto del Museo de las Villas Romanas se articula en dos partes: la instalación museística sobre las villas romanas y el yacimiento arqueológico. En el museo se explican los aspectos más destacados del proceso de romanización, la vida en el campo y la importancias de estas explotaciones en el mundo romano a través de paneles gráficos, reproducciones y vídeos. Tras la explicación didáctica, el visitante pasa al yacimiento. Varias pasarelas sobreelevadas facilitan la observación de los restos arqueológicos. Este es uno de los aspectos más interesantes ya que se conservan los arranques de los muros de las estancias y gran parte de los mosaicos con que se decoraban. El recorrido trazado y tematizado muestra las dependencias señoriales que se abren en torno a un patio central. Destacan dos, una rematada en exedra y otra con cabecera en forma poligonal. Junto a estas habitaciones se encuentra otro grupo de salas en torno a un espacio que tuvo columnas. Aquí también destacan dos habitaciones, una tiene cabecera con forma de octógono y la segunda con tres ábsides. Estas salas conservan los ricos mosaicos del pavimento que dan idea de la más que solvente situación económica del propietario de la finca. Uno de los mosiacos más importantes por su trazado y riqueza cromática es el dedicado a Pegaso y las Ninfas. Igual de didáctica resulta la observación de la zona de termas y bañe

-J.M. LOSTAU

-J.M. LOSTAU

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M. TORRES
Valladolid

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El azar. Una vez más, la casualidad hizo que en 1887 un agricultor encontrara los vestigios de una villa romana del siglo IV, situada en la margen derecha del río Adaja, al sur de la provincia de Valladolid, entre los términos de Almenara de Adaja yPuras, junto a la carretera N–601.

El yacimiento de La Calzadilla, nombre del pago donde se encuentra, ocultaba un pedazo de historia: el testimonio material de la forma de vida rural del pueblo tardo romano en la cuenca del Duero y Venancio Fernández de Castro informó del hallazgo a la Real Academia de la Historia.

Pasaron los años. La crisis del 98, la Gran Guerra, la Dictadura de Primo de Rivera, la República y en la postguerra de la contienda civil se realizaron las primeras excavaciones, en 1942, dirigidas por el profesor de la Universidad de Valladolid Gratiniano Nieto.

27 años después, en 1969, José Luis Mosquera, presidente de la Diputación, tras conocer la existencia del yacimiento, se puso en contacto con el propietario de la finca, Félix Gómez, con intención de adquirirla para la institución provincial. «Me pidió el oro y el moro», recordó el expresidente en declaraciones a EL MUNDO DIARIO DE VALLADOLID el día de la inauguración del Museo de las Villas Romanas de Almenara Puras.

A partir de ese momento, Universidad y Diputación realizaron campañas de excavación, estudio y puesta en valor del yacimiento.

Tras ocho años de trabajo y una inversión de cerca de seis millones de euros, el 5 de mayo de 2003 se abrió al público la villa de Almenara, los restos arqueológicos de una explotación agropecuaria del siglo IV.

El conjunto del Museo de las Villas Romanas se articula en dos partes: la instalación museística sobre las villas romanas y el yacimiento arqueológico.

En el museo se explican los aspectos más destacados del proceso de romanización, la vida en el campo y la importancias de estas explotaciones en el mundo romano a través de paneles gráficos, reproducciones y vídeos.

Tras la explicación didáctica, el visitante pasa al yacimiento. Varias pasarelas sobreelevadas facilitan la observación de los restos arqueológicos. Este es uno de los aspectos más interesantes ya que se conservan los arranques de los muros de las estancias y gran parte de los mosaicos con que se decoraban.

El recorrido trazado y tematizado muestra las dependencias señoriales que se abren en torno a un patio central. Destacan dos, una rematada en exedra y otra con cabecera en forma poligonal. Junto a estas habitaciones se encuentra otro grupo de salas en torno a un espacio que tuvo columnas. Aquí también destacan dos habitaciones, una tiene cabecera con forma de octógono y la segunda con tres ábsides.

Estas salas conservan los ricos mosaicos del pavimento que dan idea de la más que solvente situación económica del propietario de la finca. Uno de los mosiacos más importantes por su trazado y riqueza cromática es el dedicado a Pegaso y las Ninfas.

Igual de didáctica resulta la observación de la zona de termas y bañeras, donde el agua se calentaba por medio de hipocaustos (sistema de calefacción similar a las glorias de los pueblos).

En el recorrido por el yacimiento no puede faltar el paso por las zonas de trabajo como las cocinas y la despensa, y la observación de una obra que en ese momento están realizando los siervos:la construcción de un muro utilizando reproducciones de herramientas de la época.

Finalmente, el visitante puede experimentar la sensación de ‘entrar’ en la zona noble de esta villa a través de una recreación de las estancias decoradas con reproducciones del mobiliario y enseres domésticos. Se completa con una visita teatralizada.

El año pasado recibió la visita de 17.650 personas. La mayor parte, 6.691, residentes de la provincia vallisoletana; 4.387 de la Comunidad de Madrid y 3.900 del resto de Castilla y León, según datos de la Diputación de Valladolid.

ACTIVIDADES

Entre las actividades previstas para los próximos días destaca la presencia del ‘inspector Gadget’. El personaje recorrerá las estancias de la villa acompañado de un guía caracterizado de romano que le introducirá en la forma de vida de la cultura romana. El horario fijado es de 12 a 14 y de 16 a 18 horas.

También se han programado actividades y talleres didácticos y lúdicos dirigidos al público infantil.

La oferta se completa con la exposición temporal Pinturas murales de Almenara Puras. Técnica, arte y suntuosidad. Además, y con motivo del XVaniversario de la apertura al público (5 de mayo de 2003) ese fin de semana, junto a las teatralizaciones, recreaciones históricas y talleres, el grupo de teatro Guirigay estrenará la obra Los últimos paganos, sobre la adaptación teatral de la obra del mismo nombre de Luis Díaz Viana.

LA OLMEDA

Como en el caso anterior, el descubrimiento de La Olmeda, en Pedrosa de la Vega (Palencia) fue por azar. Se produjo en 1968 y el responsable del hallazgo fue el ingeniero agrónomo Javier Cortés Álvarez de Miranda. Costeó las primeras excavaciones y trabajos de conservación del yacimiento encontrado en sus tierras, hasta que en 1980 donó la finca y el yacimiento a la Diputación de Palencia y en 1984 se inauguraron la villa y un museo monográfico sobre el yacimiento. Más de nueve millones de euros han sido necesarios para poner en valor este rico yacimiento arqueológico.

La villa tiene unos 4.400 metros cuadrados y es una de las más importantes en territorio hispano. Está fechada en el siglo IV y tras los trabajos de excavación y conservación realizados se sabe que consta de dos edificios. vivienda y zona de termas. El edificio principal tuvo dos torres en la fachada, un patio central en torno al cual se distribuían las estancias con una galería con columnas que da paso a otras dependencias. Destaca la importancia de los mosaicos conservados en doce salas. Uno de los más difundidos es el protagonizado por Aquiles. La escena está bordeada por una cenefa con retratos que, según los investigadores, pudieran ser de los señores de la villa. También sobresalen las composiciones de caza y los mosaicos con figuras de animales y elementos vegetales. En total, conserva más de 1.400 metros cuadrados de mosaicos.

El segundo edificio estaba dedicado a los baños y en la visita se observan los espacios del recorrido termal.

Los restos de cerámica, bronce, vidrio y otros materiales hallados en el yacimiento se exhiben en el Museo de Saldaña.

La Olmeda, además, acoge periódicamente actividades que complementan la difusión de la cultura romana a través de la música o la gastronomía, entre otras materias.

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