Diario de Valladolid

Bodegas y Viñedos Arbás

El Ribera que se bebe con los pies

Mayte Bajo y Jesús Arbás, en la sala de la bodega dedicada a la bailarina Mariemma y al mundo de la danza, y donde se ha instalado un escenario para realizar actuaciones en directo.-ARGI

Mayte Bajo y Jesús Arbás, en la sala de la bodega dedicada a la bailarina Mariemma y al mundo de la danza, y donde se ha instalado un escenario para realizar actuaciones en directo.-ARGI

Publicado por
Javier Pérez Andrés

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La bailarina Mayte Bajo y el bodeguero Jesús Arbás han fusionado la danza y el vino en su bodega ribereña. Diez años después de iniciar el proyecto, sus vinos Arbás y Rond de Jambe no solo llegan a los mercados de los vinos de calidad, sino que también inspiran a los mejores bailarines de nuestro país. Desde sus orígenes, esta bodega ha sellado un pacto entre los taninos y la danza, poniendo como testigo a la maestra de miles de profesionales de esta disciplina, como fue la genial Mariemma.

Esta bodega está situada en el término vallisoletano de Piñel de Arriba, en el entorno de Peñafiel, y pertenece a la DO Ribera del Duero, a quien ha regalado una chispa de sensibilidad cultural gracias a este proyecto. Este tipo de alianzas no son nuevas en el sector. Así ha sucedido con la literatura, la ciencia, la arquitectura y la pintura, entre otras, pues todas ellas forman parte de la mochila cultural y promocional de muchos vinos y bodegas. En el caso de Arbás, la aportación es bastante singular, ya que esta pequeña bodega familiar –que apenas produce 30.000 botellas al año a partir de las uvas de sus nueve hectáreas de tempranillo– se ha convertido en el epicentro de la danza y el vino en Castilla y León. Lo hace gracias a un planteamiento enoturístico bien construido, donde el lenguaje de la cata se une a la sensibilidad de la danza, dentro de una visita que funde elementos tan dispares como las barricas, los lagares, las exposiciones y hasta un pequeño escenario dentro de la bodega.

Desde que abrieran las puertas de su bodega, Jesús y Mayte tenían muy claro que los Arbás se iban a beber con los pies, al ritmo de los tacones. Por eso un 10% de la producción se destina al vino estrella de la bodega, Rod de Jambe, un toque francés en la etiqueta que recuerda uno de los pasos de la bailarina, coreógrafa y maestra iscariense Mariemma, de la que Mayte Bajo fue discípula directa. El año que viene saldrá al mercado una edición especial de este vino en homenaje a esta figura universal de la danza, en cuya elaboración han participado la veintena de bailarines y bailarinas que acudieron a la Fiesta Vendimia Centenario Mariemma, celebrada hace unos meses en la bodega de Piñel de Arriba. Entre otros, acudieron Antonio Canales, Rafael Amargo, Pepa Sanz, Arancha Carmona y Mari Carmen Luzuriaga. Su participación consistió en el despalillado manual de las uvas y el traslado a un depósito ovoide para la fermentación del mosto. No es de extrañar que gran parte de profesionales de la danza en este país conozcan bien los vinos de la DO Ribera del Duero. El futuro tinto elaborado entre todos saldrá al mercado con la etiqueta Rond de Jambe Centenario Mariemma.

Por otro lado, Jesús Arbás defiende las prácticas ecológicas y biodinámicas en el cultivo de la vid y la elaboración de los vinos. De momento, apuesta por un modelo de bodega de corta producción. Pero volviendo al elemento cultural que envuelve a esta firma, conviene recordar que cada cierto tiempo se celebran actuaciones de baile coincidiendo con las visitas. Es todo un privilegio porque a veces participa la mismísima Mayte Bajo. Por cierto, es un placer escuchar de sus labios cómo es la relación entre el vino y la danza, y cómo se apropia ella de conceptos de cata tan rotundos como el equilibrio, la armonía, la fuerza, el estilo y la expresión. Es evidente que se puede catar un vino… y bailar al mismo tiempo.

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