Diario de Valladolid

LEÓN

Organoides con marca leonesa

Un investigador de la ULE ha reproducido por primera vez en el laboratorio tejidos de duodeno de ovino, algo que permitirá conseguir fármacos más eficientes de forma más rápida para las especies ganaderas

Giulio Galli, investigador predoctoral de la Universidad de León, junto con el resto de miembros del grupo de investigación ENTROPIAE.M.

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Maria Bausela

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Por primera vez se ha conseguido desarrollar en un laboratorio organoides de duodeno de ovino, un logro con marca leonesa. Los ‘organoides’ son reproducciones en laboratorio de tejidos que presentan una estructura fisiológica y celular similar a la del tejido del que provienen, lo que permite obtener resultados en las investigaciones más cercanas a las observables en la realidad, lo cual supone una alternativa cada vez más plausible al uso de animales de experimentación. En este caso ha sido el investigador de la Universidad de León, Giulio Galli, quien ha llegado a la generación de organoides intestinales a partir del duodeno de oveja, un logro que permitirá realizar investigaciones más específicas, ajustadas a las diferentes especies.

Este logro forma parte del proyecto NEMATOOLS, que pretende avanzar en el descubrimiento de nuevos fármacos para superar las resistencias encontradas en los parásitos intestinales del ganado ovino a los tratamientos actuales, uno de los problemas más importantes dentro de la ganadería globalizada.

Natural de Italia, Galli, especializado en biología clínica forense, seleccionó la universidad leonesa como su destino de Erasmus para hacer su TFM y finalmente decidió asentarse en la ciudad para cursar el Doctorado de Biomedicina. Es como parte de esta formación, con sus Tesis Doctoral, que inició esta investigación de la mano del grupo de investigación ENTROPIA, en colaboración con el Instituto de Ganadería de Montaña (IGM) del Consejo superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto de Biomedicina (IBIOMED).

Su finalidad es descubrir antihelmínticos para el tratamiento de especies ganaderas, en especial ovino y caprino.

"Nuestro objetivo central es descubrir más fármacos que puedan luchar contra nematodos, parásitos primariamente intestinales que afectan al ganado, principalmente pequeños rumiantes. Los parásitos se han vuelto resistentes a los medicamentos actuales, por ello es necesario desarrollar una nueva manera de testar los fármacos". Debido a esto se decidieron a apostar por la creación de ‘organoides’, que son, explicado de manera simple, versiones miniaturizadas de órganos reales que se pueden cultivar en el laboratorio.

"Los organoides están sustituyendo a la técnica que teníamos antes, que lo que hacíamos era cultivar células en un proceso por el cual se ponen las células en una especie de botella de plástico especial en la que las células se pegan y crecen. Este proceso tiene muchos problemas porque las células son todas clones, solo de un tipo, tenemos que modificarla porque son células hibridadas con tumores porque las células normales después de una o dos semanas se mueren, son células que mutan… Tiene muchos retos, muchos problemas que los organoides van a resolver".

La gran ventaja que destaca de los organoides es que "no son células modificadas, son varios tipos de células y van reproduciendo la anatomía del órgano de origen". Estos son reproducciones de tejidos que presentan una estructura fisiológica y celular similar a la del tejido del que provienen. "Los organoides intestinales son exactamente como el intestino, tienen una parte central, que es donde pasaría la comida, y una pared que sería un poco como la pared del intestino. Entonces tiene el mismo tipo de célula y funciona un poco de la misma manera, no es igual al cien por cien, pero se acerca mucho".

"Este es un mejor método para encontrar nuevos fármacos, ya que es una tecnología más precisa, nos da más datos, más exactos y nos permite hacer muchas cosas. Reduce tiempos y costes, porque si falla en la primera fase de investigación será más barato que si se lleva a la fase clínica y falla. Ahorra un montón de tiempo y esfuerzo. Como somos muy precisos, damos predicciones muy mucho más exactas, y vamos a llevar una molécula en una fase muy avanzada de experimentación", incide.

En su caso se han centrado en el duodeno, "la parte del intestino que más metaboliza los fármacos". Hasta ahora nadie había conseguido cultivar organoides de esta zona, específicamente de pequeños rumiantes. Así, su trabajo ha supuesto el desarrollo por primera vez en un laboratorio de organoides de duodeno de ovino, lo que supone un gran avance en la investigación en este campo, tanto para tratamientos como para el desarrollo de complementos nutricionales de interés ganadero. "Permiten obtener resultados en las investigaciones más cercanas a las observables en la realidad, lo cual supone una alternativa cada vez mejor para el uso de animales de experimentación".

Además, han creado un sistema de cribado de alto rendimiento que permite analizar miles de moléculas en poco tiempo y con un coste reducido". Con esto, se abre la puerta a "investigar nuevos medicamentos y suplementos alimenticios de forma más eficaz, para dar un nuevo impulso a la ganadería sostenible y la salud animal. Al poder reducir los costes de las investigaciones esto beneficia a los ganaderos, ya que el fármaco también podrá ser más barato", un aspecto que considera fundamental para el sector.

"Los fármacos veterinarios, comparados con los humanos, suelen necesitar costar poco, porque el ganadero tiene que comprarlo no para una oveja, si no para un lote que igual es de 1000 ovejas. Por ello, no podemos aumentar muchísimo los gastos y tienen que producirse fármacos relativamente baratos y sencillos. Con los organoides esta situación se puede mejorar", concluye.

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