Diario de Valladolid

Paso a paso en el examen del dolor lumbar

Un estudio de Ciencias de la Salud de la UVa en Soria valida el uso de una herramienta para el diagnóstico de afecciones lumbares al medir el ángulo de la marcha de los pacientes que sufren esta dolencia.

ESMERALDA-SAIZ

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Publicado por
N. FERNÁNDEZ / SORIA
Valladolid

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Entre el 50% y el 90% de la población sufrirá alguna vez en su vida dolor lumbar, que cada vez es más frecuente entre los jóvenes y entre las mujeres. Una dolencia muy estudiada por los profesionales sanitarios porque esta dolencia merma significativamente la calidad de vida de aquellos que la tienen. 

El dolor lumbar se encuentra  focalizado en la zona inferior de la columna vertebral. La mayoría de las lumbalgias  son inespecíficas, entre las que se incluyen aquellas que  no tienen una causa conocida no asociada a las alteraciones de la columna, frecuentemente relacionadas con trastornos músculo esqueléticos.

La alumna graduada en Fisioterapia en la Facultad de Ciencias de la Salud del campus de la Universidad de Valladolid en Soria, Esmeralda Saiz Cantero  ha realizado un estudio descriptivo y comparativo de la capacidad funcional de la pelvis y del miembro inferior durante la marcha en sujetos sanos y personas con dolor lumbar, que ha sido analizado con el programa informático Kinovea. Su estudio se completó con la aportación realizada por su compañera, Ana Isabel Salvador Miguélez, en el que se incluyeron mediciones de la extensibilidad de los músculos de la cadera con cuyos resultados han realizado una publicación científica, que ha sido coordinada por los profesores, Sandra Jiménez del Barrio, María Teresa Mingo Gómez y Luis Ceballos Laita. 

Tras el estudio, las dos investigadoras apreciaron desequilibrios musculares en las personas que sufrían dolor lumbar  al presentar un patrón de marcha alterado que lo relacionaron con las diferencias en la longitud muscular que tenían un grupo de pacientes frente a otro grupo de  personas sanas que se sometieron al estudio, a la vez que valida el programa Kinovea como una herramienta útil para el diagnóstico de afecciones lumbares. 

Esmeralda Saiz explica que el conocimiento de estas condiciones físicas suponen una valiosa aportación para la práctica clínica en Fisioterapia, «porque cuando tenemos que tratar esta dolencia no debemos centrarnos solo en la zona lumbar, sino también debemos hacerlo en la cadera y en la rodilla, cuyos movimientos muchas veces no se tienen en cuenta». 

Para el estudio reclutaron 40 personas, la mitad con dolencias lumbares que la habían sufrido por lo menos durante tres meses (se excluyeron del estudio aquellos que habían recibido algún tratamiento) y la otra mitad fue población sana, que permitió formar el grupo control para establecer la comparativa. 

Los participantes evaluaron la gravedad del dolor lumbar que tenían de acuerdo a los parámetros del cuestionario de la Escala Visual Analógica (EVA). Cada participante debía señalar la puntuación de dolor que se asemejara a su dolor lumbar medio en el último mes. También analizaron el índice de discapacidad funcional de los pacientes,  para el que se utilizó la versión validada al español del Cuestionario de discapacidad Roland-Morris. Se trata de un cuestionario de 24 preguntas relacionadas con las limitaciones en las actividades de la vida diaria debidas al dolor lumbar. 

Para evaluar los músculos flexores de la cadera y de la rodilla, las investigadoras  emplearon los test de Ober y de Thomas y para el estudio de los músculos isquiotibiales  emplearon la prueba de AKE. 

El método elegido para el estudio de los parámetros de la marcha fue el sofware de Kinovea, especializado en el análisis en plano 2D, para lo que previamente se grabó con un vídeo la marcha  de las personas que participaron en el estudio, tanto en el plano sagital como frontal. El programa Kinovea está especializado en el análisis de movimiento. Esmeralda Saiz explica que esta herramienta se había empleado para medir parámetros espacio-temporales en pacientes con dolor lumbar, relacionados con la distancia de paso y el tiempo de apoyo, «pero nunca se habían medido los ángulos de la marcha», puntualiza. Consideró que podría resultar de interés para su posterior uso clínico porque su manejo es sencillo y también es más barato que otros sistemas. 

Los métodos más empleados para el análisis de la marcha en el ámbito de la investigación son los que combinan videogrametría en 3D (tres dimensiones) con dinamometría y electromiografía, sin embargo, su disponibilidad es limitada para su uso clínico en entornos ambulatorios. Esto es debido al gran espacio y número de cámaras que requiere, así como el coste de los equipos, el tiempo y experiencia en su manejo, explica la investigadora. 

Para tomar los datos que permitieron evaluar la marcha, en primer lugar, se marcaron diferentes referencias óseas y se solicitó a los participantes que caminasen durante seis minutos en un pasillo de 20 metros, mientras dos cámaras de vídeo grababan el movimiento, una en plano frontal y la otra en sagital. Esto permitió medir los ángulos máximos de flexión y extensión de cadera y de rodilla, así como el ángulo de valgo de la rodilla de apoyo en la fase de apoyo monopodal y oscilación del miembro opuesto, y el ángulo transversal de la pelvis del lado de apoyo en este mismo punto. También se analizaron los parámetros espacio-temporales de longitud de paso, tiempo de apoyo y de oscilación de ambas extremidades inferiores. Estas mediciones fueron analizadas con el programa informático Kinovea. 

Los resultados de este estudio mostraron que los pacientes con dolor lumbar mecánico no específico tenían una disminución en el ángulo de extensión de la cadera  y un incremento del ángulo de vago de la rodilla. En el ángulo trasversal de la pelvis se comprobó un mayor ángulo en el lado de apoyo. Estas características se relacionaron con un acortamiento de la musculación flexora de cadera que «es lo que hace que se modifique el patrón de la marcha», puntualiza Saiz, que agrega que «esto nos permite reforzar la hipótesis de que puede haber desequilibrios musculares que modifiquen el movimiento correcto de la zona lumbar y esto pueda generar el dolor lumbar inespecífico», concluye. 

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