El mejor cuidador de la piel
PERSONAJES ÚNICOS / DANIEL CANDELAS El vallisoletano ha sido reconocido como uno de los cinco mejores especialistas en dermatología por Forbes / En los últimos años se ha centrado en la cirugía dermatológica y en la utilización del láser médico-quirúrgico para el tratamiento de múltiples afecciones cutáneas.
Un ingreso a los siete años en el hospital fue el detonante para que Daniel Candelas se convirtiera en médico. No obstante, reconoce que «desde siempre» tuvo en mente ponerse la bata blanca. Toda su formación la realizó en el colegio de La Salle, en Valladolid, hasta que decidió matricularse en la Facultad de Medicina de su ciudad natal.
Después de licenciarse comenzó la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital Río Carrión en Palencia. Tras rotar por varias áreas decidió renunciar a su plaza y presentarse de nuevo al examen MIR para intentar convertirse en dermatólogo u oftalmólogo. Un sueño que se hizo realidad.
Obtuvo plaza de MIR en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, donde se incorporó después de realizar el servicio militar obligatorio. Cursó los cuatro años de especialidad y obtuvo el título de especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología. Allí llevó a cabo los cursos de doctorado y se quedó trabajando en el hospital como facultativo especialista de área encargado de la sección de Cirugía Dermatológica del servicio de Dermatología.
Candelas volvió a dar un giro a su vida. Cambió la sanidad pública por la privada. El primer paso que dio en este nuevo destino fue incorporarse al servicio de Dermatología de la Clínica Ruber, centro en el que permaneció durante siete años realizando actividades en todas las áreas de la dermatología, pero, sobre todo en el área del láser dermatológico médico-quirúrgico. Una experiencia a la que sumó la de otros dos centros médicos privados. Nueve años en los que conoció a muchísimos pacientes que, según relata, le empujaron a formar su propia clínica dermatológica.
A sus espaldas cuenta con una trayectoria de 30 años que entrega a diario a sus pacientes en su centro que ha dotado de las técnicas de diagnóstico y tratamiento más avanzadas. Tecnología que, tal y como expone, se complementa con un valioso equipo de profesionales que también desarrollan su actividad en los mejores hospitales de Madrid. «Disponemos de las últimas tecnologías en láser dermatológico para una mejor asistencia de nuestros pacientes», subraya el dermatólogo. En la actualidad es el centro de referencia en varios ensayos clínicos a nivel internacional y participa de manera constante en estudios y publicaciones científicas, así como en congresos nacionales e internacionales.
Ha publicado como autor o coautor más de 100 artículos en revistas médicas y en medios de divulgación médica. De igual forma, ha escrito varios capítulos de libros de su especialidad y de otros campos de la medicina. Sin olvidar, por supuesto, su participación en múltiples ensayos clínicos nacionales e internacionales como investigador principal o coinvestigador. Ponente y organizador en múltiples cursos de formación postgrado y en congresos nacionales e internacionales de la especialidad.
Su actividad clínica se ha centrado en los últimos años en la cirugía dermatológica y en la utilización del láser médico-quirúrgico para el tratamiento de múltiples afecciones cutáneas. También es experto en tratamientos médicos y estéticos con toxina botulínica y materiales de relleno.
En su opinión, se ha hecho «un esfuerzo importante» en los últimos años por aumentar el gasto en investigación y desarrollo en España, con el fin de corregir «el gasto tradicional» de España en este sentido respecto a los países del entorno. «Creo que todavía hay que avanzar mucho en cuanto a la colaboración entre las distintas organizaciones, como universidades y organismos públicos, que presentan una relación más distante con el tejido productivo empresarial», sostiene Daniel Candelas, que acaba de ser reconocido como uno de los cinco mejores especialistas en dermatología por la revista Forbes.
En cuanto al sector sanitario privado, tanto la farmaindustria como las empresas de biotecnología y tecnología, son, en su opinión, fundamentales porque desarrollan la mayoría de los ensayos clínicos y aportan la mayor parte de la inversión beneficiando así a los centros médicos, a los profesionales sanitarios, al sistema sanitario y por encima de todo a los pacientes, que pueden acceder de manera temprana a nuevos tratamientos. «Pienso que hay que apostar de forma clara por las nuevas soluciones tecnológicas que sin duda van a mejorar la manera de prestar los servicios de salud, ofreciendo una mayor y mejor calidad de vida a los pacientes», considera.
El dermatólogo vallisoletano apunta que, como en todas las crisis, los más débiles son siempre los más perjudicados; por lo que sugiere que hay que intentar adecuar de una forma más directa la formación de los jóvenes a las necesidades del tejido productivo. Una receta a la que se tiene que sumar, indica, el esfuerzo por adaptarse a las necesidades actuales y acostumbrarse a la movilidad geográfica y temporalidad. No obstante, cree que la ilusión, el empuje y la audacia de los jóvenes hace que siempre salgan adelante si se esfuerzan.
Para Candelas, sí que se están realizando más esfuerzos para dar más visibilidad a los mejores talentos. Uno de esos caminos, según comenta, es mediante listas o diferentes premios que reconocen tanto el talento como el esfuerzo de los profesionales. En esta línea, este médico fue condecorado con la Medalla de Oro en los premios Foro Europa 2001, que se otorga a destacados profesionales liberales en el ámbito de la medicina, la abogacía, la arquitectura… y personalidades de la sociedad civil por el reconocimiento a su trayectoria profesional, laboral y humana.
Estar en la lista de los 100 mejores médicos de España fue, tal y como admite, una sorpresa. «Creo que hay muchos compañeros dermatólogos que se merecen mucho más que yo el estar ahí», puntualiza para, a renglón seguido, añadir que es un reconocimiento al trabajo realizado durante todos los años de profesión. «No solo me reconoce a mí, sino a todos los compañeros con los que he tenido la suerte de trabajar. Sin duda, es un gran estímulo para intentar seguir haciendo las cosas lo mejor posible y mejorar día a día», concluye Daniel Candelas.