La bióloga que simula el cáncer

Conocida por su tenaz compromiso, que le lleva a abrazar numerosas causas, Pilar de la Puente es una joven investigadora tocada por la fibra de los verdaderos sabios, la humildad. Estudió Biología en León porque desde la adolescencia tenía claro que las carreras de ciencias de la salud eran los mejores vehículos para buscar soluciones a problemas en el ámbito médico con otro punto de vista más experimental.

Tras licenciarse rechazó varias opciones de realizar una tesis doctoral en su tierra, ya que quería probar otras alternativas. Hizo unas prácticas en el Banco de Tejidos de la Fundación Clínica San Francisco, donde tuvo la primera toma de contacto con varios proyectos de ingeniería de tejidos, en los cuales se intentaba mejorar o reemplazar las funciones biológicas de un tejido a través del uso de células o matrices. Al terminar esas prácticas De la Puente tenía claro que su siguiente capítulo se escribiría sin perder de vista la ingeniería de tejidos.

El desarrollo de la tesis en Salamanca no fue fácil «por los horarios de infarto y el salario precario». No obstante, reconoce que aprendió mucho y forjó su interés en la ciencia. «Invertí muchas lágrimas debido a la insostenible situación y precariedad vivida como una de tantos científicos becarios», lamenta. Defendió la tesis y dejó España para aventurarse en una estancia postdoctoral en Estados Unidos.

En la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, ubicada en St. Louis, Missouri, la bióloga leonesa se unió al grupo del doctor Azab. Allí aportó su previa experiencia en ingeniería de tejidos al estudio de enfermedades hematológicas oncológicas. Se convirtió en su casa durante seis años. Después montó su propio laboratorio en Sanford Research. Además, es profesora en la Universidad de Dakota del Sur.

La investigación es su vida. El primer proyecto se centró en el desarrollo de un injerto tisular compatible que fomentara la vascularización de la zona a tratar y que ayudara a la cicatrización gracias a la presencia del componente celular incluido en el injerto. Un desarrollo importante en la prevención de fistulas broncopleurales tras la realización de cirugías pulmonares. De ahí Pilar de la Puente pasó al desarrollo de un modelo tridimensional de cultivo utilizando una biopsia de la médula ósea para recrear un ambiente tumoral de los pacientes de mieloma y establecer la importancia de este microambiente en la progresión tumoral y la resistencia a fármacos.

En la actualidad, la mayor parte de las horas del día lo ocupa la tarea de eludir el papel de la relación de las células cancerígenas y el microambiente que las rodea en la progresión del tumor y la resistencia a fármacos en el cáncer de mama. Enfoca los trabajos en su laboratorio para desarrollar modelos de cultivo 3D derivados del paciente que permiten la recreación de los componentes celulares y no celulares del microambiente tumoral, simulando los gradientes mecánicos en los tumores e incorporando la heterogeneidad de los tumores para proporcionar información clave de su importante papel para la búsqueda de terapias que ofrezcan la posibilidad de afectar y bloquear estas interacciones para poder prevenir el crecimiento del tumor o para buscar aliados terapéuticos que ataquen de manera más precisa a las células cancerígenas.

En este sentido, explica que este «novedoso» modelo preclínico incorpora en exclusiva material derivado del propio paciente, evitando la incorporación de materiales exógenos que pudieran afectar al normal desarrollo y recreación del tumor en el laboratorio o que pudieran afectar a la respuesta terapéutica de las células cancerígenas a un determinado fármaco. «Con estos modelos seremos capaces de entender en profundidad el papel que juegan los diferentes componentes de un tumor y además predecir de manera personalizada la respuesta a diferentes terapias en las propias células del paciente».

Para la leonesa, la investigación y la innovación en España se está viendo afectada por la inversión del Gobierno. Aun así, admite que hay grupos que están haciendo estudios pioneros y prometedores. En su opinión, con mayor financiación y apoyo a la ciencia, se podría conseguir que España representara una mejor posición a nivel mundial. En este sentido, comenta que «sin investigadores la batalla del cáncer estará perdida». Por ello, sostiene que es «fundamental» estabilizar la situación laboral del personal investigador, a la vez que se intenta rescatar el personal investigador perdido durante la recesión. «Si esto no cambia no debería extrañar que de aquí en unos años nadie quiera dedicarse a la investigación».

De la Puente tiene claro que el principal problema reside en el concepto de becario en España, al cual hay «cierta tendencia» a explotar y pagar por debajo del nivel que se debería. Por otro lado, dice que no existen sistemas claros de salida profesional después de la obtención del doctorado, lo que acumula «un gran número de jóvenes talentosos sin opciones para que ocupen puestos de liderazgo en el campo de la biología y en nuestra sociedad». Es verdad, admite, que existen sistemas de becas para financiar estos estudios, pero si se comparan con los recursos financieros en otros países, hay «una diferencia extremadamente significativa».

Asegura que la sociedad sí que premia la innovación y el talento. De hecho, celebra que muchas personas se pongan en contacto con ella para saber más de su trabajo o simplemente para felicitarla. «No hay palabras que describan la felicidad que me aporta poder entusiasmar a la sociedad con el trabajo de cada día», cuenta muy alegre, antes de añadir que también es cierto que el reconocimiento científico en otros países es «más alto». Por eso, afirma que «la mayoría de los científicos no se involucran en la investigación pensando en un salario, sino en hacer algo que les gusta y poder ayudar con sus descubrimientos científicos a la población».

La bióloga leonesa subraya que está muy bien el apoyo a la ciencia en las redes sociales pero, tal y como expone, sería más importante que la gente haga algo más tangible, por ejemplo, una valoración política de si con sus votos ayudan o no al desarrollo de la investigación. «No deberían olvidarse de que cada medicamento que reciben o cada metodología de diagnóstico clínico a las que tienen acceso, fue desarrollado a través del apoyo financiero a la investigación, y sin eso es imposible seguir avanzando», concluye.