Sube al bus y te diré la parada en la que te bajas

Una decena de personas se sube en la primera parada. En la siguiente lo hace una madre con sus dos hijos. El trío recorre el pasillo hacia el fondo del autobús mientras los pasajeros escuchan la conversación de esos niños. En la Plaza Mayor se bajan cinco y se suben 15 y el torrente de narración de los más pequeños continua ante los despiertos oídos de los viajeros que llevan media hora en el vehículo y la atónita mirada de los nuevos. Más gente va y viene y la línea realiza su ruta. Una vez, dos, tres veces y así durante horas, días y años. Son muchas personas las que utilizan el transporte colectivo para ir a trabajar, al colegio y desplazarse de una punta a otra de la ciudad. Las empresas contabilizan cuánta gente sube gracias a los billetes que expiden, pero desconocen en qué punto se bajan o cuánto tiempo están dentro. Información muy útil para trazar un plan de reordenación de las rutas.

Proconsi ha querido acabar con esta situación y ha diseñado Smart Counter, un sistema de conteo de pasajeros basado en visión artificial, que permite detectar personas, conocer su movimiento y determinar si han entrado o salido de un medio de transporte, como el autobús o metro, o un recinto, mediante cámaras y sistemas de procesamiento de imagen. Y lo hace, añade Constantino Lázaro, director de Operaciones de la empresa leonesa, con índices de eficacia «por encima del 97%» en la detección de personas –frente al 85% de sistemas anteriores–, evitando falsos positivos como ocurre en otras soluciones «muy poco robustas» basadas en infrarrojos.

Para poder extraer los datos, se colocan dos cámaras 3D en cada puerta que controlan tanto los accesos, incluido el puesto del conductor, y las salidas. A éstas se une una unidad de proceso a bordo, que recibe todas las imágenes que capturan esas cámaras, las procesa y las envía a un servidor central, que es el encargado de analizar el número de entradas y salidas geolocalizadas y generar informes para las empresas de transporte y las administraciones públicas. Además, a un bajo coste.

En este sentido, explica que detener el fraude relativo al número de billetes dispensados y el número de pasajeros a bordo de un vehículo se encuentra entre sus principales cometidos. «En España no es muy común el fraude en el transporte, pero en otros países sí. Nosotros queremos que sea un producto asequible, ya que sino sería más rentable permitir que te timen que instalar un sistema de estas características», manifiesta. Así, afirma que la solución leonesa reduce «de una manera sustancial» el precio medio de otras que existen en el mercado. Un precio que depende del número de autobuses en los que se va a instalar y el número de puertas que tienen que controlar en cada vehículo.

No son sus únicas fortalezas. Tal y como señala, la nueva herramienta incrementa la seguridad de los viajeros, optimiza las rutas urbanas e interurbanas, aportando información «precisa y detallada» sobre la demanda existente en cada una de ellas. También permite incrementar los beneficios, gracias a la disminución de los costes provocados por accesos no permitidos o descuadres de contabilidad. No hay que olvidar, incide Lázaro, que aporta información de contraste en caso de accidente, mediante la revisión de las grabaciones, y cuenta con la posibilidad de ofrecer información en tiempo real al conductor del vehículo.

Smart Counter se basa en el procesamiento de imágenes en tiempo real, que posibilitan la discriminación de personas en grupo, multitud y conductor, diferenciando incluso objetos tales como mochilas, maletas, etcétera. Permite el conteo sobre una, dos o tres puertas y cuenta con la opción de grabación de imágenes para su supervisión. Este punto es «muy útil», reconoce el director de Operaciones de Proconsi, si se produce un incidente dentro del autobús, ya que se puede conocer en tiempo real qué alcance tiene. Pero ahí no se quedan sus ventajas. Si por ejemplo el chófer del vehículo sufre una agresión, es posible ver cómo ha sido, e incluso identificar a los agresores si estos fueran con la cara descubierta. «Es un sistema completamente autónomo que permite la integración con otros sistemas embarcados y con sistemas externos mediante intercambio de ficheros o servicios web», apostilla.

Smart Counter incorpora tecnología machine learning, que ofrece la posibilidad al sistema de aprender del comportamiento y apariencia de los pasajeros, en el momento de su entrada o salida del autobús o metro, lo que aumenta su eficacia. «Con ello evitamos los falsos positivos y ayudamos a que se automejore», comenta Constantino Lázaro para añadir que la idea es que sea «autónomo» y sólo requiera la intervención de Proconsi en caso de avería o deterioro.

El proyecto arrancó en 2015 y en la actualidad están comenzando con la fase de comercialización del producto. Aunque aún no pueden desvelar qué empresas contarán con esta solución, ya hay varias interesadas y son todas de España. La idea surgió al identificar la necesidad que tenía el mercado de una solución de altas prestaciones, ya que, las que existen tienen una fiabilidad inferior, y con un precio competitivo, que no se limitara su uso a grandes proyectos con presupuestos elevados, apunta.

Cuando el prototipo estuvo listo lo probaron durante dos meses en cuatro autobuses, dos de ellos de la flota de vehículos del Ayuntamiento de León y otros dos de Tánger. Este tiempo sirvió para comprobar si todo lo que habían diseñado en el papel funcionaba en la realidad. De hecho, en Tánger lo probaron en las peores condiciones: con mucha gente. En esta línea, el director de Operaciones de la compañía aclara que los autobuses son el medio de transporte más complejo porque a diferencia de otros, como puede ser el metro, tiene situaciones diferentes en cuanto a la luz: transita de día, de noche y el sol entra de un lado y de otro. «La luz es lo que más perjudica en la visión artificial». También es extrapolable al metro, donde las condiciones son más estables, y a un edificio, en el que se puede controlar su aforo total o parcial. En este último caso, se debería colocar a la entrada y la salida de aquellos lugares que se quieren auditar.

Este proyecto, que recibió una ayuda a la investigación de las lineas de competitividad del Ministerio de Industria, fue la sensación de la feria FIA 2017 y recibió el reconocimiento del programa de la Fundación General de la Universidad de León y de la Empresa (Fgulem).

De cara al futuro, la Unidad de Robótica trabaja en la inclusión de nuevas funcionalidades y mejoras. Para Lázaro, es especialmente interesante encontrar nuevas vías de integración y aplicación en campos como el de la seguridad perimetral, la agricultura, la pesca, la ganadería, entre otros. Además, destaca que están analizando nuevas formas de integración de la solución en aviones no tripulados controlados de forma remota –RPAS–, que agilicen el trabajo de inspección y reconocimiento, gracias a soluciones con coste contenido, y que ofrezcan altas cotas de fiabilidad y rendimiento.