Diario de Valladolid

El mecánico de los satélites

El palentino ha dirigido con éxito el lanzamiento del satélite europeo LISA Pathfinder que ya está en órbita y será el precursor de un observatorio de ondas gravitacionales en el espacio. Asegura que la Agencia España Europea están «en paridad» con la NASA.

Cesar García, ingeniero aeronáutico de la Agencia Espacial Europea.-BRÁGIMO

Cesar García, ingeniero aeronáutico de la Agencia Espacial Europea.-BRÁGIMO

Publicado por
Almudena Álvarez

Creado:

Actualizado:

Desarrollar máquinas que sirvan para explorar la superficie solar o la terrestre, para estudiar los cambios que se producen en la atmósfera, los miles de millones de estrellas que hay en la vía láctea, o para saber si hay vida en Marte. Esas inquietudes empujaron al palentino César García Marirrodriga a lanzarse de lleno a la carrera espacial, pero optando por el lado más técnico, el de la Ingeniería Aeronáutica. Una decisión que le llevó a Holanda, a la Agencia Espacial Europea (ESA), donde aterrizó hace años como mecánico especialista en satélites.

Una carrera meteórica que poco podía imaginar cuando cursaba estudios en el Colegio La Salle de Palencia o en las actividades que compartía con los scouts en el Colegio Maristas. De entonces guarda amigos y muchos recuerdos que le llevan a pasar muchos periodos vacacionales en Palencia.

Una ciudad que abandonó bien joven, para dedicarse a ensamblar un futuro que hoy está muy relacionado con la investigación y las estrellas. De hecho, el entorno científico llamó a su puerta nada más acabar la carrera de Ingeniero Aeronáutico en Madrid, lo que le llevó a volar hasta el Instituto de Astrofísica de Canarias para trabajar en la fase preliminar de lo que es hoy el GRANTECAN, el Gran Telescopio de Canarias, uno de los telescopios más grandes y avanzados del mundo.

De ahí a la Agencia Espacial Europea donde empezó como especialista en mecanismos de satélite. Ese fue su primer trabajo en esta institución, donde hoy dirige el proyecto LISA Pathfinder. Un proyecto muy importante, porque, como explica García, este explorador es el precursor de LISA, un observatorio de ondas gravitacionales que servirán para estudiar el Universo. El satélite fue lanzado al espacio el pasado 3 de diciembre, y desde el 29 de febrero está en fase de operaciones «y funcionando de maravilla», asegura.

Antes de llegar a dirigir un proyecto tan potente como LISA Pathfinder, en su etapa de ingeniero de mecanismos, García Marirrodriga trabajó en diferentes proyectos, como Ulysses y SOHO, las sondas espaciales construidas en colaboración con la NASA para explorar la superficie solar; los satélites Cluster, que estudian el impacto de la actividad del sol en la tierra; o el satélite Envisat, que desde 2002 observa la atmósfera y la superficie terrestre. «Solía hacer cálculos de cosas que se mueven, motores, engranajes, desplegables, sistemas de apuntado», explica el palentino.

Trabajó después en la misión SMART-1, como responsable de todo lo mecánico del satélite, «la estructura, los retro-cohetes, los paneles solares, el sistema térmico y la interfaz con el cohete lanzador», enumera. Y luego a GAIA y LISA Pathfinder, ya con tareas que incluían todos los sistemas del satélite. GAIA estudia, desde diciembre de 2013, los miles de millones de estrellas que hay en la Vía Láctea; y LISA Pathfinder se ha convertido, desde 2004, en la niña de sus ojos y el centro de todos sus esfuerzos. De hecho el palentino ha dirigido esta misión durante los últimos cuatro años. «Una apuesta estratégica de la ESA» que pretende desplegar, sobre el año 2030, un observatorio de ondas gravitacionales en el espacio. Una fecha que parece lejana, pero que hablando de investigación espacial no está tan lejos. De hecho García recuerda que cuando esta misión se financió, en 2004, aún no se habían detectado estas ondas, que se derivan de las ecuaciones que Einstein postuló en 1915 y 1916, y que no se han podido detectar hasta septiembre del año pasado. «Pensando en la escala de tiempos, parece que somos constructores de catedrales: ¡más de cien años para pasar de los planos a las torretas!», bromea.

Todo esto demuestra que en Europa hay una industria espacial muy potente, ya que, como recuerda el ingeniero «Europa desarrolla misiones espaciales desde los años sesenta y España es parte de esa aventura desde el principio». Ejemplo de ello son los cohetes europeos Ariane 5 y Vega, «líderes en el mundo», asegura. También los satélites y operadores de comunicaciones están a la vanguardia, como el sistema Meteosat, el Copernicus, un sistema de observación de la Tierra, o Galileo, de posicionamiento global, y sus aplicaciones. «Sin olvidarnos de nuestro astronauta, Pedro Duque, que es un crack de quitarse el sombrero».

En cuanto a misiones científicas, García asegura que la Agencia Espacial Europea está «en paridad» con la NASA en cuanto a dificultad de las misiones no tripuladas, pero teniendo en cuenta que su presupuesto «es cinco veces el nuestro, y eso se nota en la cantidad». Y siempre dejando claro que las agencias espaciales no compiten sino que cooperan en muchos programas ya que sus éxitos y fracasos repercuten en el trabajo de todos.

Dicho esto, y precisando que el objetivo de la ESA es exclusivamente pacífico, recalca que la actividad espacial requiere talento y presupuesto, porque es muy innovadora y necesita mejorar todos los procesos para diseñar y fabricar productos de muy alta calidad. «Esto revierte en educación, motivación, y desarrollo, y va mucho más allá de lo espacial», asegura.

tracking