Terapia cognitivo conductual
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La terapia cognitivo conductual (de ahora en adelante TCC ), es un tipo de psicoterapia que permite el tratamiento de diferentes problemas, basándose en una metodología con resultados comprobados científicamente.
Hay pequeños gabinetes de psicología por toda España (como en Madrid o Valladolid) que se dedican a la rama de la psicología cognitivo conductual. Un buen ejemplo de ello es la psicóloga en Madrid Sara García.
Sigue leyendo para conocer más sobre la TCC .
¿Qué es la terapia cognitivo conductual y para qué sirve?
Antes de nada, es importante tener presente algunas cuestiones sobre los problemas psicológicos . Estos problemas están compuestos por 2 partes:
- Existe una parte objetiva material que todos podemos reconocer, y que son medibles en base a unos determinados criterios.
- También existe otro lado subjetivo que alude a aquellos aspectos relacionados con la vida privada y mental de cada individuo.
El principal objetivo de la Terapia Cognitivo conductua l es tratar estos 2 conceptos. En otras palabras: la TCC tiene como campo de interacción los actos y los pensamientos del paciente.
Es el resultado de la fusión de terapias conductivas. Sin embargo, y a diferencia del conductismo , la TCC pone mucha importancia en aquellos procesos mentales del paciente que no se pueden observar de manera directa.
Se puede aplicar a personas de diferentes edades y a muchos problemas. Puede ser utilizada para el tratamiento de cuadros de depresión , de trastorno bipolar , distimia , para combatir ansiedad y fobias, esquizofrenia , entre otros.
¿Qué ventajas tienen las terapias de TCC?
Respaldo científico
La TCC tiene reconocimiento científico a lo largo de todo el mundo en base a su efectividad. Se ha utilizado con éxito para el tratamiento de los trastornos ya descritos y, además, en muchos casos resulta hasta más práctica que los tratamientos con fármacos.
Se adapta a las situaciones del día a día
Una de las grandes máximas de la TCC es evitar resolver situaciones que aludan al pasado del cliente (más que nada porque estas situaciones ya ocurrieron, y tan solo serán revisadas en el caso de que se quieran tratar ciertos síntomas).
Lo más habitual es que se haga lo siguiente:
- Seleccionar metas de tratamiento adaptadas al paciente, que se puedan medir.
- Crear un tratamiento personalizado que le ayudará a ese paciente a lograr los objetivos que se ha propuesto.
- Establecimiento de tareas para poder practicar las habilidades.
- Con el objetivo de evitar que se manifiesten conductas nocivas, se establecen sesiones de prevención de recaídas.
Entrenamiento útil para toda la vida
Cada sesión es tratada como un entrenamiento, buscando que el paciente adquiera nuevas habilidades que podrá usar en el momento presente, así como en cualquier momento del futuro.
Entre esas habilidades destacamos aquellas para controlar pensamientos negativos, técnicas de relajación, entrenamiento de asertividad, solución de problemas, habilidades para pensar en positivo y de automotivación.
Sin efectos secundarios
Además, y a diferencia de los tratamientos que usan fármacos, en la TCC no hay ningún efecto secundario.
Por todas estas razones, la Terapia cognitivo conductual es una alternativa muy interesante.