Diario de Valladolid

Los problemas de visión más comunes, la importancia de las ayudas visuales y cómo prevenirlos

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Publicado por
Redacción de Valladolid
Valladolid

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Es fácil dar por sentado el buen sentido de la vista, hasta que algo sucede y amenaza la calidad de visión, en nuestro día a día apreciamos tener una buena visión porque es un alivio poder ver correctamente.

Aquí te queremos explicar algunos de los problemas más comunes en la visión y qué se puede hacer para detener o mitigar el problema. Es importante tener esta guía a mano, para que puedas estar preparado ante posibles imprevistos o urgencias.

Problemas más comunes:

Las cataratas

Para tener una mejor idea del problema, los rayos de luz de los objetos en el ángulo de visión deben pasar a través de tu lente natural para alcanzar las células sensibles a la luz de la retina. Sin embargo, si una catarata nubla la lente de tu ojo, la visión se empaña y las luces se ven como halos difuminados.

Entre las ayudas visuales que podemos encontrar para la prevención está proteger los ojos con gafas que bloqueen la luz UVA y UVB, así como evitar algunos hábitos, como el fumar.

Otras cosas importantes que puedes hacer son controlar tu presión arterial , controlar el peso y si padeces de diabetes, tomar medidas para mejorar en ese aspecto, también. Retinopatía diabética

Hay que comprender primeramente que la retina transforma la luz en señales que tu cerebro puede procesar. El problema, es que una enfermedad como la diabetes, puede inflamar la retina y hacer que los vasos sanguíneos se filtren o crezcan, causando borrones, destellos, nubes, dolor de cabeza y presión ocular.

Si tienes este problema, empieza por hacerte exámenes anuales para detectar problemas oculares de forma temprana, que pueden prevenir o disminuir la pérdida de la visión. Además, es importante controlar la glucosa en la sangre, y un control de la presión arterial también es clave. Degeneración macular

Prácticamente y desde que nacemos, confiamos las células sensibles a la luz en la mácula o en el centro de la retina, que produce la denominada visión central.

Con la degeneración macular relacionada con la edad (DMAE), la degradación del tejido y el agrandamiento de los vasos sanguíneos en la mácula, hace que sea difícil ver las caras, leer, conducir y demás, aunque no se pierda completamente la visión.

Como parte de los consejos para la prevención , evitaremos fumar, ya que duplica el riesgo de degeneración macular a medida que envejeces. Haz ejercicio regularmente, controla tu presión arterial y el colesterol, además, es importante comer mucha verdura de hoja verde y pescado. Glaucoma

Para entenderlo de manera sencilla, la cantidad correcta de líquido debe llenar el espacio dentro de tu ojo, pero la presión de un exceso de líquido daña el nervio óptico, robando tu visión periférica y luego tu visión central.

Para estos casos donde existe un glaucoma , debes ir a un oftalmólogo para mantener la presión ocular bien controlada y evitar perder la visión, ya que el daño es irreversible. Errores de refracción

En esta situación, el globo ocular, la córnea y el cristalino deben tener la forma adecuada para que los rayos de luz se doblen o se puedan refractar, para aterrizar en la retina, y así llegar al cerebro, donde se procesa la imagen. Si este proceso no ocurre, la visión se desdibuja totalmente.

Al hablar de errores de refracción, los halos de luz no se doblan y aterrizan donde debería estar el ojo. Algunos de estos errores refractivos son:

  • La miopía, mal común donde los rayos de luz quedan a la altura de la retina.
  • Con la hipermetropía sucede lo contrario, los rayos de luz sobrepasan la retina.
  • En el caso del astigmatismo sucede que los rayos de luz aterrizan de forma desigual en la capa superficial de la retina.

Por otra parte está la dificultad relacionada con la edad para enfocar de cerca llamada presbicia . Los rayos de luz sobrepasan la retina, lo que dificulta la lectura y otros trabajos cercanos para la vista.

Para estos problemas lo mejor es hacer una revisión. Dicha revisión se recomienda anualmente, antes de cumplir los 18 años y después de los 65 años.

Dentro de ese período, hay que hacerse una revisión cada dos años (a menos que tengas un problema médico u ocular que requiera de una atención frecuente).

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