La extinción de las especies puede ser mayor de lo que se esperaba

Sumergidos en la agitada experiencia cotidiana, repletos de noticias políticas, bélicas y sociales e interactuando con las redes sociales, en pocas ocasiones las personas hacen el intento de levantar la mirada y observar el entorno. El mundo está cambiando y se ha vuelto irreconocible. La evolución está presente y se supone que debe haber cambios, pero es importante estar conscientes de que estamos atravesando un fenómeno que muestra, entre tantas señales, la extinción masiva de animales más importante del planeta en los últimos tiempos.

Es necesario saber qué representa la extinción

Cuando se hace referencia a la palabra extinción quiere decir que la especie vegetal o animal en cuestión dejará o ha dejado de existir para siempre. El acervo cultural popular siempre ha asociado este evento propio de la evolución natural con los dinosaurios.

Aunque existen muchas teorías sobre por qué se extinguieron los dinosaurios, la verdad es que aún no se tiene una respuesta exacta. Lo que sí es cierto es que estos icónicos animales no existen más allá de los hallazgos paleontológicos y la imaginación de los productores de algunas películas.

Aunque haya sucedido en el remoto pasado del Cretácico-Terciario, quedó perfectamente claro que la Tierra cambió abruptamente.

La última extinción que vieron los cielos del planeta ocurrió durante el período Pérmico. Para ese entonces solo sobrevivió el 5% las especies . En la actualidad, la humanidad se encuentra en medio de la sexta extinción masiva .

Es importante conocer los datos sobre este trascendental evento planetario y que se pueden encontrar en www.animalespeligroextincion.org . Se espera que, lamentablemente, las consecuencias sean aún mayores que las anteriores.

El riesgo que sufren otras especies, afecta a la humanidad

Los científicos están conscientes que el planeta evoluciona y la extinción se encuentra entre uno de los más altos precios a pagar . Por supuesto, esto también representa la supervivencia por adaptación genética de otras especies que disfrutarán la Tierra por un largo período.

La selección natural no acaba con una especie por gusto, moda y caza indiscriminada, o porque su hábitat ha sido dañado a tal punto que no podrá sobrevivir ni rastros de su ADN. Mucho se ha quejado la humanidad de los terribles holocaustos a través de su historia, pero la verdad es que eso se repite constantemente con otras especies.

No se debe olvidar que los animales y plantas extintos y por extinguirse representan, de algún modo , el momento de cada especie en la Tierra. Acelerar su extinción no es buen presagio para la propia existencia de la humanidad.

Ya no andarán por las montañas la cabra de los Pirineos, ni el Pájaro carpintero pico de marfil hará su nido en ningún árbol. Esas son apenas dos especies de la gran cantidad que se han extinguido en los últimos años. La Lista Roja se debe actualizar

El control que se tiene en la actualidad sobre las especies en peligro de extinción, se remonta a 1963 y se conoce como la Lista Roja o Libro Rojo elaborada por la U.I.C.N. (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Este registro es realizado por el esfuerzo de muchos científicos especialistas y profesionales a nivel local y mundial, con la finalidad de determinar los distintos niveles de riesgo en los que se puedan encontrar muchas especies del planeta.

Los métodos utilizados por los especialistas no han sido suficientes para detener y revertir los efectos de la extinción en algunas especies . Recientemente, se están descubriendo errores de cálculo que podrían indicar que muchas especies insospechadas de estar en peligro, no solo están en riesgo, sino que su caso es difícilmente reversible. Tal es el caso del loro pigmeo de pecho rojo, el ratón rayado etíope y el riel de banda marrón.

En un período corto de tiempo se esperan tomar medidas y utilizar lo último en tecnología para realizar nuevos estudios que ofrezcan unos datos fidedignos y confiables que arroje estadísticas y números acertados sobre los riesgos de extinción en las especies de la flora y la fauna.

Sin embargo, al igual que ha ocurrido con el acelerado derretimiento de los polos, los científicos se pueden encontrar con la desagradable sorpresa de que la situación es aún peor de lo que esperaban.

El objetivo principal que se espera conseguir es alertar con prontitud sobre los riesgos que puedan tener algunas especies y tomar las previsiones con miras a conseguir una mayor probabilidad de éxito.