“Si no llega a ser por iDental, difícilmente habría podido arreglarme la boca”

Diez años han transcurrido desde que Santiago Díaz se armó del valor necesario para ir al dentista y del primero de los tres intentos de colocarse implantes antes de ir a iDental. Diez años en los que su salud bucodental se ha ido resintiendo hasta que el mal estado de su boca ocasionó que no pudiese masticar con normalidad, convirtiendo en un suplicio cada comida. El miedo al odontólogo y lo caro de los tratamientos eran los principales motivos que le tenían alejado de una sonrisa plena. Hasta que conoció la Asistencia Dental Social.  

Hace una década pidió presupuestos en otras clínicas dentales. En ese momento solo le faltaban algunas piezas, y que su hija se animase también supuso un empujón para que se decidiera. “Le pusieron dos implantes y se le quedó la boca así”, dice Santiago simulando con sus manos dos flemones al lado de su cara. El resultado le desanimó y pensó que podría esperar. Tres o cuatro años después, con algunas piezas dentales menos, volvió a intentarlo, al igual que su hija: el mismo resultado negativo, sumado además a un presupuesto que era “para considerar”.

En 2016 conoció a través de un anuncio de televisión las clínicas de iDental . En ese momento no podía comer con normalidad, ya que le faltaba la mayor parte de la dentadura. El miedo que tenía tras las operaciones de su hija se fue diluyendo por la necesidad de poder masticar. “Yo tenía dentadura postiza, pero no había manera: a la hora de comer me la tenía que quitar. Y lo que estaba pasando es que me estaba cargando mis encías”, explica.

Pidió presupuesto en varias clínicas dentales, pero el que más le convenció fue el que le ofrecieron en el edificio de iDental en Rivas-Vaciamadrid. “Me tenía que poner seis implantes arriba y otros seis abajo, por lo que barato no era. Me pareció muy económico. En otros sitios difícilmente podría habérmelo hecho”. En mayo le arreglaron la parte de arriba de la dentadura y en octubre la de abajo. “Estoy encantado, a mí me ha ido muy bien y no he tenido ningún problema. Si no llega a ser por iDental, no me habría podido arreglar la boca”, afirma mientras enseña con un gesto natural y amplio su nueva sonrisa. Dice que, aunque no es goloso, las pasadas Navidades han sido diferentes gracias a que ya puede comer. A la pregunta de si recomendaría iDental a sus conocidos, responde sin dudar: “Sí, por supuesto. A mí me ha ido fenomenal, ¿cómo no voy a hacerlo?”.

Santiago es uno de los más de 250.000 casos que en tan solo dos años han pasado por los 26 centros repartidos por toda España que practican la Asistencia Dental Social. Una iniciativa que se basa en el emprendimiento social: los beneficios de la odontología, que tradicionalmente han tenido un margen muy grande, son reinvertidos en gran parte en ayudas que cubren hasta el 60, 70, 80, 90 e incluso el 100% del coste del tratamiento , dependiendo de la situación personal y económica del paciente. Porque todo el mundo debe tener derecho a algo tan básico como comer, al igual que Santiago.