Ridículo y desastre del Real Valladolid en la Copa
Los de Cocca pierden 3-2 y caen eliminados ante un Ourense que les remontó en dos ocasiones / Patético partido de los blanquivioleta / Moro, Hein y Juric se retiraron lesionados

Cömert, de espaldas, observa la alegría de los jugadores del Ourense tras pasar la eliminatoria.
El Real Valladolid firmó en su estreno de 2025 su enésimo ridículo de la temporada. Cayó 3-2 ante el Ourense, de Primera RFEF y está eliminado de la Copa del Rey. Los gallegos remontaron por dos veces el marcador, lo que habla de la penosa concentración y falta de competitividad de un equipo de zombis inmóviles, sin alma ni carácter.
Los blanquivioleta propiciaron una imagen patética, ruin e inasumible para un conjunto que se dice profesional. En Liga se puede hablar de diferencia de calidad. En Copa, ante un rival de dos categorías menos, hay que hacerlo de falta de vergüenza. Los gallegos son penúltimos de grupo, con 14 goles marcados en 18 partidos.
La deshonra vista sobre el campo vino además aparejada con el desastre de tres lesiones. Primero cayó Hein; después, Juric; y para completar un cuadro tétrico, nada menos que Moro. El mejor jugador del equipo, el que lo mantuvo vivo ante el Ourense, el único que dio la cara, se dañó en la rodilla solo, al pisar mal. Sus gestos y gritos, más la reacción de sus compañeros, no hacían presagiar nada bueno, pero parece que todo quedó en un susto.
Moro se retiró dejando al equipo con diez, pues Cocca había agotado todos los cambios en el minuto 61. Habrá que ver cuál es el alcance de su lesión y qué pasa con su futuro. Lo único cierto es que, sin él, el Pucela está muerto y enterrado.
Mención aparte merece Cocca. Su llegada no ha supuesto un cambio tras la era Pezzolano sino todo lo contrario: el hundimiento tras el amago de reacción, al menos anímica, vista con Rubio ante el Valencia. El argentino ha recuperado en dos partidos la peor versión del uruguayo, con seis goles en contra. Y en el código de conducta se ha pasado del exceso verbal y gestual de Pezzolano al hieratismo incomunicativo de Cocca. El árbitro, en vez de acercarse para amonestarle, puede hacerlo para ver si no está cataléptico.
El partido fue un horror incluso con el 0-1 y el 1-2. Cocca alineó a Hein en la meta, con Luis Pérez y Torres en los laterales junto al dúo letal (para su portería) valencianista Cömert y Cenk. En la medular hacían pareja Juric y Kike, con Amath y Moro en los extremos; Amallah en la mediapunta y Marcos André arriba.
Contra un Primera RFEF, un delantero. Y cuando el equipo perdía y el argentino hizo cambios, también un delantero. Latasa entró por Marcos André. Amath acabó un partido en el que sólo apareció para ir andando y perder balones.
La primera ocasión y el dominio inicial casi insultante fueron orensanos. Alberto Gil avisó con un tiro raso desde fuera de área blocado por Hein. El primer disparo pucelano acabó en gol. Moro recoge el cuero en el borde del área y tras un regate y un amago eléctricos, se inventa un chut cruzado que deposita el balón pegado al poste en la red.
El tanto ni dio alas al Pucela ni asustó al Ourense. Sólo dos minutos después Jairo recoge el balón en la medular. Cömert, a su lado, está distraído y el jugador local va a hacia portería. Cenk espera que su compañero llegue, corre en paralelo al rival y no le entra. Cuando se da cuenta de que el suizo no puede atraparlo, el turco ya va por fin hacia Jairo. Demasiado tarde. El mediapunta tira y Hein se come el balón, que va por su palo.
El choque entra en un tira y afloja y el Real Valladolid se vuelve a adelantar. Moro se va por la banda izquierda y su gran centro, tenso y bien dirigido, lo remata a gol Amallah entrando en carrera.
El Pucela se confió y volvió a desaparecer. Un centro en el que el balón da un bote delante del estático Cenk es cabeceado a gol por Jerín, tras comer la tostada a Torres.
El 2-2 presagiaba una segunda parte competida, pero el Pucela dimitió de ella. No jugó. Ni luchó. Tiró la Copa.
El Ourense olió la desidia y marcó Ángel Sanz tras un amago y tiro desde fuera del área, con el Real Valladolid mirando, pues los de Cocca presionan de mentira.
Era el minuto 52 y la peor versión posible del Real Valladolid apareció desde entonces y hasta el final: un equipo incapaz de armar jugadas de ataque ante un rival dos categorías inferior. Todo eran balones perdidos en regate o en tiros lejanos y a la desesperada.
El partido acabó con los locales buscando el cuarto gol. Se puede tirar la Copa, pero no escupir su contenido en la cara de la afición.
FICHA TÉCNICA
Ourense CF: Pato Guillén; M. Prado, Fidalgo, Jerín, Di Renzo (Carbonell, min. 75), Alberto Gil (Álex Gil, min. 75), Zalaya, Prada (Carmona, min. 98), Moisés R., Ángel Sánchez (Fullana, min. 82) y Jairo (Hugo Sanz, min. 82)
Real Valladolid: Hein (Ferreira, min. 46+); Luis Pérez (Anuar, min. 61), Cömert, Cenk, Torres; Kike, Juric (Martín, min. 48); Amath, Amallah (Iván Sánchez, min. 61), Moro y Marcos André (Latasa, min. 61)
Goles: 0-1, Moro, min. 15. 1-1, Jairo, min. 17. 1-2, Amallah, min. 24. 2-2, Jerin, min. 32. 3-2, Ángel Sánchez, min. 52
Árbitro: Hernández Maeso (c. extremeño), amonestó a los visitantes Amath, Anuar, Kike Pérez, Mario Martín; y al local Fidalgo
Incidencias: Partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.