DEPORTE EXTREMO
El vallisoletano Antonio de la Rosa 'conquista' el Polo Sur
Tras haber perdido 15 kilos de peso y mucha masa muscular el aventurero vallisoletano de Íscar logra su heroico reto de alcanzar la última frontera del planeta después de 39 días de dura travesía recorriendo en solitario 1.130 kilómetros sobre la vasta y helada planicie antártica

Antonio de la Rosa, a su llegada al Polo Sur Geográfico.
El osado aventurero vallisoletano Antonio de la Rosa pone una pica más en su extenso historial de travesías. Y en esta ocasión lo hace en el Polo Sur, a 15.000 kilómetros de su Íscar nata o de Madrid, donde estableció su residencia desde que emigrara para convertirse con 19 años en el bombero más joven de la Comunidad de Madrid.

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Galería de fotos de la llegada del vallisoletano Antonio de la Rosa al Polo Sur
Guillermo Velasco
Antonio de la Rosa finaliza tras 39 duros y extenuantes días su expedición, de nuevo en solitario, de unir Hércules Inlet, ubicado en la platafiorma de hielo de Ronne con el corazón del Polo Sur Geográfico. Una aventura de 1.130 kilómetros sobre esquís arrastrando un pequeño triné de 70 kilos con provisiones necesarias para la supervivencia que le ha llevado un total de 39 días, diez jornadas menos de lo planeado inicialmente.
Visiblemente cansado, con 15 kilos menos de peso y la pérdida de mucha masa muscular, el iscariense, que tuvo que vender algunos de sus bienes para poder hacer realidad este nuevo reto, ha tenido que superar un desgaste físico y mental mayúsculo. Temperaturas extremas que han alcanzado los 50 grados bajo cero, fuertes vientos que formaron los famosos y dificultosos ‘sastrugis’ (formaciones de nieve endurecida por el viento) e incluso un episodio de ‘ceguera de las nieves’, afección temporal causada por la sobreexposición a la radiación ultravioleta que le provocaron sintomas de irritación, dolor ocular,, hipersensibilidad a la luz y visión borrosa y que le obligaron a guardar reposo en la tienda de campaña.

Gráfico de la Expedición de Antonio de la Rosa al Polo Sur.
Aunque tuvo que racionar la comida en las últimas jornadas y a pesar de las bajas temperaturas y los fuertes vientos del noroeste, Antonio de la Rosa, a pesar de las bajas temperaturas y los fuertes vientos del noroeste, mantuvo la energía suficiente para completar los últimos kilómetros de la travesía. Entre los desafíos físicos más notables menciona adormecimiento y dolor en las manos, que ha combatido con el uso de bolsas calefactables para mantenerlas funcionales.
En su día 39 de travesía, De la Rosa alcanzó el Polo Sur Geográfico, consolidando así un logro extraordinario en su récord de expediciones extremas. «He llegado bien, me siento bien. Acabo de comer tras casi un día sin haber comido apenas. Estoy en el Polo Sur y ahora descansando en una tienda con calefacción que me ha facilitado la base de ALE (Antarctic Logistics & Expeditions)».

Antonio de la Rosa, a su llegada al Polo Sur Geográfico.
Durante su llegada al Polo Sur, Antonio de la Rosa visitó dos puntos emblemáticos: el sitio real marcado por un letrero conmemorativo de Scott y Amundsen, y el polo simbólico adornado con las 12 banderas de los países firmantes del Tratado Antártico de 1959. Este tratado declara la Antártida como un continente dedicado a la paz y la ciencia, libre de armas y reclamaciones territoriales.
El iscariense también detalló en su comunicación vía satñelite su paso por el ‘West Point’, una zona de seguridad alrededor del Polo Sur donde aterrizan aeronaves.
Tras completar la travesía por el desierto polar De la Rosa fue trasladad a Union Glacier junto con otros expedicionarios, y de ahí a Punta Arenas, en Chile, donde inició la aventura el pasado mes de diciembre. Durante su comunicación más reciente, De la Rosa compartió detalles sobre la expedición. «El objetivo final era llegar al Polo Sur, y reto conseguido. Aunque he perdido casi 15 kilos y bastante masa muscular debido al esfuerzo y la dieta, me siento muy bien y motivado para lo que viene».

Antonio de la Rosa, a su llegada al Polo Sur Geográfico.
Y es que después de una breve pausa en Union Glacier para descansar y ponerse al día con sus compromisos tiene proyectado regresar a la Antártida, esta vez en una actividad de trabajo como guía a bordo de un velero junto a sus compañeros de Alegría Marineros. La travesía partirá de Puerto Williams e incluirá exploraciones en kayak y paddle surf en el entorno antártico. Este viaje es parte de una experiencia anual que organiza para amantes de la aventura.