RUGBY
El rugby como herramienta de reinserción social
El Salvador expone los frutos de un proyecto social que se puso en marcha hace ya unos años y que tiene como objetivo romper los estigmas sociales generados alrededor de los expresidiarios / Santi Pinto es uno de los ejemplos del éxito de la iniciativa
Poca gente sabe lo que sucede dentro de una cárcel, salvo las personas que han vivido esa realidad diariamente. Alrededor de los presos se genera un aura de estigmas y prejuicios que han calado profundamente en nuestra sociedad y en nuestra cultura. La verdad, sin embargo, va mucho más allá en la gran mayoría de los casos.
Resulta imposible plasmar lo que es la vida entre las celdas para que lo entienda el ciudadano medio. Sin embargo, en la famosa película Cadena Perpetua se muestra un aspecto que sí es fiel a la realidad mediante el personaje de Brooks Hatlen. Sin las herramientas convenientes, la reinserción en la sociedad nunca se llega a completar. Una de esas herramientas es el deporte, en este caso, el rugby. El C.R. El Salvador es un club que desde hace unos pocos años se ha comprometido con esta causa social, pero la historia de este proyecto viene de atrás.
«Hemos sabido trasnmitir a través del deporte con sesiones prácticas y teóricas. Primero les enseñamos el deporte y los valores que trae consigo. Despúes, es cuestión de trasladar lo que hacen en el campo a la vida diaria», explica Tristán ‘Chucho’ Moziman, entrenador de la Fundación Espartanos en el Dueso. ‘Chucho’ fue un jugador de rugby argentino y posteriormente entrenó en Santander, donde coincidió cuatro meses con una gran figura del mundo del rugby, Brad Mooar, un técnico con experiencia en el más alto nivel, incluso en los All Blacks. Una frase suya le marcó, la cual tiene que ver con la gestión humana de un grupo. «Mejores personas hacen mejores All Blacks»,. El aspecto humano tiene un papel fundamental en el deporte, y viceversa.
Mientras tanto, seguía el proyecto de Espartanos en Argentina, y ,con esa frase en mente, lo trasladó a Cantabria. Allí, la fundación ha trabajado con éxito en múltiples casos, con expresidiarios que han llegado a reintegrarse por completo, incluso en el ámbito laboral, el paso más complicado de dar. En un torneo de rugby playa, coincidió con Tino Fraile, quien quiso expandir esa iniciativa a Valladolid.
SANTI, UN EJEMPLO CHAMIZO
Durante nueve meses, Santi sólo vio «la misma habitación, la misma puerta y los mismos metros». El rugby fue clave durante esa etapa para encontrar su mejor versión y una mejor visión del mundo. «Tuve un error, y lo pagué. El club me ha dado unos valores y un respeto. Ahora tengo trabajo, un objetivo y motivaciones», relata Santi. El jugador recuerda su primer partido. «Por primera vez tuve sentido de pertenencia. Nunca me habían dicho que hacía algo bien, que estaban orgullosos de mí. Me sentí muy feliz», cuenta emocionado. Hay más personas como él. Santi pide que se las ayude y se escuche, porque «si tienes alguien que te apoya, no te caes».