Diario de Valladolid

BALONMANO / LIGA ASOBAL

El Recoletas Atlético Valladolid, en barrena, pide a gritos un portero

Sufre su cuarta derrota consecutiva a manos de un BM Cuenca al que resucita / La portería, de nuevo señalada con un 19,5% de efectividad por el 32,51% del rival / La llegada de un portero hasta final de temporada, cuestión de estado en el club / Las miradas puestas en el júnior del Granollers, Pol Amores

Pisonero supera a Pizarro entre líneas en El Sargal. / LOF

Pisonero supera a Pizarro entre líneas en El Sargal. / LOF

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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El Recoletas Atlético Valladolid parece haber perdido no una batalla, la cuarta de forma consecutiva en Cuenca, sino la guerra. El equipo de Pisonero, en barrena, es una sombra de lo que fue y de lo que prometía en la ilusionante primera vuelta en la que pujó incluso por un puesto en la Copa Asobal, un privilegio solo al alcance de los cuatro primeros clasificados de la Liga Asobal.

Los 'gladiadores azules' son una sombra, un equipo totalmente condicionado. Y todo por dos motivos visibles principalmente. El primero, los problemas físicos que sacuden al equipo de un tiempo a esta parte quedando la preparación física y el trabajo de prevención de lesiones y percances otra vez en entredicho o cuenta monos cuestionados. ¿Qué pasa ahora con el central Afonso Lima? Silencio. En la rueda de prensa previa al partido todos estaban disponibles.

EL MUNDO

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El segundo motivo del espectacular apagón del conjunto vallisoletano viene ligado a su maltrecha portería , tocada por la mala gestión (dejar salir en su día a la promesa Álvaro Pérez , hoy en el Ademar, para renovar al veterano Yeray Lamariano, ahora retirado de forma prematura), la mala suerte (retirada de Yeray Lamariano y lesión de gravedad de César Pérez) y la incapacidad (los peores números en la portería de toda la Asobal), descargando toda responsabilidad al juvenil Llorente.

En un símil es como ir a una guerra con armas de última generación con tirachinas y huevos duros . Cuenca, uno más, un de la clase media y lejos del equipo que firmó el subcampeonato la pasada temporada, resucitó y le sacó los colores en su fortín de El Sargal, territorio prohibido para Valladolid 

El algodón no engaña y pese a que el Recoletas incluso salió con desparpajo y mandó de inicio (3-6 y 5-8) y se puede decir que compitió de tú a tú en los primeros treinta minutos (19-17) con el siempre aguerrido Cuenca cuando juega en su fortín, se diluyó en la segunda mitad hasta casi desaparecer. Los números están ahí y con un 19’51% de efectividad (8 paradas de 41 lanzamientos) poco o nada se puede hacer, máxime cuando enfrente el portero de Cuenca, Espinha, fue capaz de detener hasta 13 disparos para un 30,51% de efectividad. Sana envidia. 

Cuenca puso la directa de inicio en la segunda mitad liderado por Fede Pizarro, letal con 9 goles. Abrió una brecha de 4-5 goles y todo se acabó.  Ni siquiera las superioridades numéricas castigando la férrea defensa conquense ayudaron a un Recoletas, casualmente estrellado ante el portero Espinha. El colmo de los colmos. 

'Presidente Mario Arranz: Tenemos un problema', parecen gritar un Recoletas hipotecado por su portería que ha perdido toda su chispa. El vallisoletano del Ademar Álvaro Pérez ha cerrado la puerta de acceso a Huerta del rey de muto propio. Ahora las miradas y llamadas se dirigen a Granollers buscando la cesión del internacional júnior Pol Amores. Un parche antes de reforzar, de verdad, la portería la próxima temporada con la contratación muy cerca ya del veterano internacional argentino Juan Bar.

Dimitrioski ante Espinha. / LOF

Dimitrioski ante Espinha. / LOF

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