Diario de Valladolid

BALONMANO / LIGA ASOBAL

Sudores fríos en el Recoletas ante el colista Sinfín

El Recoletas logra despertar a tiempo tras una pésima primera mitad ante el colista para seguir cuarto en la Liga Asobal / El conjunto cántabro, que había logrado 19 goles en la primera mitad, se quedó secó tras el descanso con 15 minutos sin ver portería

Camino lanza desde el extremo ante Ernesto Sánchez, portero del Sinfín. / PHOTOGENIC

Camino lanza desde el extremo ante Ernesto Sánchez, portero del Sinfín. / PHOTOGENIC

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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No hay razón para buscar el sufrimiento, pero si éste llega y trata de meterse en tu vida, no temas; míralo a la cara y con la frente bien levantada. A esta máxima de Friedrich Nietzsche parece que se agarró el Recoletas Atlético Valladolid en su partido ante el colista Sinfín que se presentó vestido de osado con cuatro puntos en 12 partidos.

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Pero esa osadía le llevó a mandar en el marcador durante muchos minutos coincidiendo, y no es una casualidad, con la pobre, paupérrima aportación de la portería. Y los ‘gladiadores azules’  sin su ‘San César Pérez’ son menos  gladiadores. Hasta tal punto de ser bailados (literal) por un necesitado rival cuyas únicas armas, conocidas por todos (su central Tioumentsev y su lateral Perbelini) estaban ya marcadas de antemano. Pero la productividad del conjunto cántabro, sin aplicación defensiva del Recoletas le llevó a sufrir, quizás de manera innecesaria.

La extraña desconexión del Recoletas, empeñado en caminar en el alambre, le llevó a perder hasta por tres goles (4-7, 11-14 y 15-18) en pleno desconcierto en Huerta del Rey. Solo la explosividad sin freno de los medallistas mundiales, Alejandro Pisonero y Pablo Herrero, ofreciendo a cada golpe su otra mejilla, ejerció de valioso flotador para no sufrir un sonrojo mayor al descanso. Dos goles de desventaja, salvables eso sí, pero difícil de explicar cómo el colista había sido capaz de anotar la friolera de 19 goles en treinta minutos.

Fue el paso por los vestuarios lo que devolvió la lógica al partido. La filípica de David Pisonero haciendo hincapié en la necesidad de construir a través de la defensa pareció ser un catecismo de obligado cumplimiento para un equipo que despertó tras el paso por los vestuarios.

El excelente trabajo del eje central defensivo con Dimitrievski, Toledo y Rosell, unido a la aparición, por fin, de César en la portería, con el novato juvenil Enrique Llorente de guardaespaldas en el banquillo ante la ausencia por lesión de Lamariano, sirvió para secar al Sinfín, totalmente ahogado en su incapacidad para anotar un solo gol durante la friolera de más de  15 minutos. 

Sí, 15 minutos de sequía absoluta para que el Recoletas, después de que el sufrimiento se hubiera metido en su vida, supo mirar al partido a la cara para dar un estirón definitivo. Así, del 21-22 del minuto 35 se pasó a un placentero 26-22 a diez minutos para el final que hizo la digestión de este partido más liviana.

Los jugadores de ambos equipos lucen la pancarta 'No al racismo' promovida desde la Asobal. / PHOTOGENIC

Los jugadores de ambos equipos lucen la pancarta 'No al racismo' promovida desde la Asobal. / PHOTOGENIC

El trabajo defensivo, la aportación de la portería y la implicación en ataque de un José Toledo, sin duda en su mejor versión desde que llegó a Valladolid, sirvió para atar una nueva victoria para el Recoletas, sufrida eso sí, para instalarse en la sorprendente cuarta plaza de la Liga Asobal. Todo un mérito para un equipo que sigue caminando con paso firme en un polideportivo Huerta del Rey convertido en fortín inexpugnable para todos a excepción lógica del Barça, que juega en otra Liga.

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Lluvia de peluches en Huerta del Rey. / PHOTOGENIC

Lluvia de peluches en Huerta del Rey. / PHOTOGENIC

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