Diario de Valladolid

FÚTBOL / REAL VALLADOLID

El Real Valladolid lo tuvo en la punta de los dedos

Los blanquivioleta pierden en Valencia tras fallar Monchu un penalti en el minuto 88 / Antes Masip había parado otro a Kochorashvili / Sylla, autor del gol pucelano, se retiró lesionado tras un tirón / Asalto frustrado a la zona de ascenso

Monchu tira el penalti con Andrés dirigiéndose hacia el  balón.

Monchu tira el penalti con Andrés dirigiéndose hacia el balón.

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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El espectador neutral se lo habrá pasado pirata con el Levante-Real Valladolid. Es inusual ver un partido con  penaltis parados (uno por bando), un larguero, un gol anulado por centímetros, una presunta falta con posible expulsión del portero que en realidad fue un piscinazo, lesiones, tarjetas para los banquillos... Y todo esto aderezado con tres goles.

Sin embargo el espectador  blanquivioleta debe estar a estas alturas digiriendo el mando a distancia que se ha comido a causa de lo que pudo ser y no fue. En parte por errores propios, en parte por un arbitraje que parecía de la difunta Stasi con seguimiento hasta del código gestual del banquillo... y en parte porque un equipo salió con una velocidad metida más, después de cinco partidos sin catar el sabor de la victoria.

El Pucela desaprovechó el pinchazo de los dos equipos que le preceden (Leganés y Sporting) y de su inmediato perseguidor, el Espanyol, y se unió con ellos en la tribu de derrotados de esta jornada. Ganar en Valencia hubiese colocado a los de Pezzolano segundos a un punto del líder. Incluso el empate les hubiese otorgado ese puesto, a expensas de lo que haga hoy el Éibar en Villarreal. Toca seguir remando. 

El Real Valladolid compareció en Valencia con la alineación esperada pero enseguida se vio que aquello sufría cortocircuitos. Los visitantes no controlaban lo que pasaba en el campo ante un Levante dispuesto a convertir su necesidad en goles.

Y lo logró pronto. Un pésimo despeje de balón de Boyomo al centro fue recogido por Lozano, quien envió un pase en profundidad a Dani, una pesadilla hasta que fue sustituido. El rubio delantero viró hacía portería, Boyomo lo siguió más como guardaespaldas que como defensa, sin cruzarse, y el tiro del atacante, angulado, fue imposible de parar por Masip. Minuto 2 y ya 1-0.

El Pucela por fin decidió entrar al campo y Moro, con diferencia el mejor de los visitantes junto a Masip, corrió como un poseso su banda para enviar un centro que Sylla convirtió en cañonazo de gol. Las tablas volvían en el minuto 8.

Parecía que el tanto por fin permitía a los castellanos tomar las riendas del partido, pero aquello era un caballo desbocado. Muchos huecos, fútbol de ida y vuelta, descontrol en las marcas... Podía pasar cualquier cosa y fue a favor del Levante. Tras sacar Masip una milagrosa pierna de portero de balonmano a tiro de Rey, llegó el 2-1. Pablo, en el cuarto minuto del tiempo añadido, vio que nadie le entraba y decidió tirar desde casi el ángulo del área grande. Golazo. Antes Sylla se fue lesionado, tras ver cómo le anulaban un gol por fuera de juego de centímetros. Entró por él Cédric. O eso dicen.

La segunda mitad no tuvo goles pero sí emoción. No paso nada más que un  tiro de Dani bien rechazado por Masip hasta el último cuarto de hora. En parte porque Pezzolano, como ya es demasiado común, hizo tarde y mal los cambios. Quitó a Moro, el mejor. 

Iván envió un balón al larguero. Cédric cometió penalti por mano pero Masip paró el tiro de once metros de Kochorashvili. Muñoz hizo lo mismo cinco minutos después... y Andrés paró el máximo castigo de Monchu, tan mal tirado como el de Huesca, pero sin rechazo.

Faltó en el  partido una pieza fundamental, que jugó pero no juega. El doctor Alberto López tiene ahora otro partido mucho más importante por delante con su salud. No se me ocurre nadie mejor para dedicarle un ascenso.

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