Gloriosa victoria del UEMC RVC en casa del Cantabria (81-82)

Dicen que el baloncesto es un deporte de equipo. Y es cierto, pero no siempre. A veces las individualidades deciden el sesgo de un partido como en ningún otro deporte, y no hace falta que atiendan a los  nombres de Chamberlain, Jordan o LeBron. Sin cruzar el charco, sin rebuscar entre la élite, dos jugadores dieron la vuelta como a un calcetín al partido del UEMC RVB ante el Cantabria. 

Schmidt y Kovacevic firmaron gran parte de la victoria, con 16 y 19 de valoración, respectivamente. Nwogbo (22 de valoración) cerró el triángulo mágico al ser referente en ambos aros. Anotó 16 puntos.

La batería de triples y tiro de media distancia de los dos primeros acabó por rendir al Cantabria, poseedor de un mayor juego coral aunque se apoyó mucho en Sans, Bulic y, en la primera parte, en Littleson.

Los dos tiradores blanquivioleta escribieron un final que no fue de partido, sino de guión cinematográfico. Los castellanos perdían 81-74 a falta de minuto y medio. El entrenador local Mangas había sido expulsado por doble técnica pero Schmidt falló el tiro libre y Sans anotó los dos de la falta que originó el cabreo del técnico.

Todo parecía listo de papeles, pero Kovacevic se sacó un  triple lejano. 81-77. Robo de balón pucelano y nuevo triple del esloveno. 81-80. Quedan 41 segundos. Nuevo robo y Smits falla en la penetración, pero De la Fuente está hábil y logra coger el balón para hacerlo rebotar en las piernas de un rival. Saque de fuera rápido desde el fondo y el vallisoletano anota bajo canasta, ante el primer conato de despiste defensivo local. 81-82 y balón en los últimos segundos para el Cantabria.

Los de Torrelavega no buscan la falta sino el tiro de dos, amagando el triple. Les puede la presión. Tercer robo de balón seguido y pelota al aire de Schmidt para que se consuman los últimos segundos. Un triunfo apoteósico que no fue labrado desde el juego coral sino desde la épica individual. Lo mejor que hicieron los blanquivioleta como conjunto fue esa defensa final y su fortaleza mental para no bajar nunca los brazos.

Porque la cara del UEMC RVB hasta esos instantes postreros en que se enchufó con alto voltaje fue mustia. Comenzó con 0-2 y la abulia en ambos aros le llevó a encajar un parcial de 12-0 y después 18-5, máxima ventaja local. Siempre a remolque, los vaivenes del Real Valladolid le llevaban a hacer la goma. Se acercaba para luego alejarse. Se retiró al descanso 47-40. Despertó gracias a Schmidt en el tercer cuarto (65-64) para luego prender la traca final. Del 68-68 se pasó al 81-74 y después a un final de tintes esloveno y americano, con 20 y 22 puntos respectivamente.

 

FICHA TÉCNICA

81 – Cantabria CBT: Sans (20), Littleson (21), Vlad Voytso (7), Bulic (15), Walker (7) -quinteto inicial-. También jugaron: Sánchez (-), Urban Klavzar (2), José Nogués (0), Saló (-), Marc Peñarroya (2), Fallou Niang (6) y Matej Radunic (1).

82 – UEMC Real Valladolid Baloncesto: Mike Torres (4), Devin Schmidt (22), Romaric Belemene (0), Sergio de la Fuente (7), Lotanna Nwogbo (16) -quinteto inicial-. También jugaron: Juan García-Abril (0), Jaan Puidet (3), Lucas N’Guessan (6), Maj Kovacevic (20) y Jaime Fernández (3).

Parciales: 20-15, 27-25 (47-40 al descanso), 18-24 y 16-18 (81-82 final).

Árbitros: Carrera Rosdevall, Olivares Bernabéu y Gómez Luque.

Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de la liga LEB Oro, disputado en el Pabellón Vicente Trueba de Torrelavega el domingo 12 de noviembre de 2023