FÚTBOL / REAL VALLADOLID
Las redes calientan el derbi entre Real Valladolid y Burgos
Radicales de ambos equipos desoyen el comunicado conjunto de las respectivas Federaciones de Peñas y comienzan enfrentamientos por escrito
El fenómeno radical no es privativo de algunos clubes. La diferencia es cómo luchen estos contra los elementos más exacerbados de su hinchada. El Real Valladolid consiguió hace años que se disolvieran las peñas más extremas y el empeño desde entonces es el de crear una grada que anime con fuerza y vehemencia, pero sin violencia. En una elevadísima parte se ha conseguido. No hay más que ver el comunicado conjunto de las federaciones de peñas de Burgos y Real Valladolid llamando a la concordia ante el derbi.
Pero siempre existe un grupo de radicales, muy escasas decenas, que se toman el partido como una guerra , en vez de un escenario de competición y hermanamiento. Y ya han roto el clima de tranquilidad con cruces de desafíos escritos por ambos bandos. Las redes sociales han sido, como siempre, el lugar de pugna de personajes anónimos que cobran cuerpo cuando comparecen en los alrededores del estadio.
Ya ha habido mensajes ofensivos entre radicales y tanto los dos clubes como los cuerpos y fuerzas de seguridad son conscientes de ello. El sábado se celebrará la reunión para coordinar la seguridad del partido, en la que quedará fijado el número de efectivos policiales presentes durante el domingo. De entrada, la seguridad privada del club subirá de los 32, 35 o 38 efectivos habituales, hasta los 50.
Pero lo que más preocupa no es lo que ocurra en Zorrilla, que también, sino lo que suceda tanto en los alrededores del estadio como en los dos puntos de cita de las aficiones. Ya se sabe cómo y cuándo viajará n los seguidores visitantes más radicales y serán escoltados desde su llegada a la ciudad hasta su marcha. También habrá control especial sobre sus homólogos blanquivioleta. Ambos grupos son perfectamente reconocibles para los responsables policiales.
El Real Valladolid comunicó la semana pasada su decisión de no vender entradas para la afición visitante fuera del espacio habitual al acotado para ella. El motivo era reducir el número de incidentes experimentado hace dos años, lo que llevó a espectadores pucelanos a elevar quejas por insultos y hasta escupitajos.
El club albivioleta irá más allá. Los abonados del Real Valladolid pueden comprar entradas para el partido presentando su carné. Pero quien se la ceda a un espectador del Burgos que cometa actos tipificados como contrarios a la ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, corre el riesgo de ser sujeto de la apertura de un expediente informativo que puede acabar en sanción o incluso en expulsión como abonado, según la gravedad del caso.
El sistema de compra de entradas permite localizar al comprador de cada una con el sistema de vigilancia UCO, de forma que sea prácticamente imposible evitar la responsabilidad de la acción.
En la mañana del sábado se podrán conocer más detalles del operativo implementado para un partido que debe ser una fiesta del fútbol de Castilla y León.
El Real Valladolid pretende que se repita lo ocurrido con la visita del Sporting, en la primera jornada. Los visitantes más radicales estuvieron controlados y no hubo presencia rojiblanca fuera de la zona acotada. No se registraron incidentes destacables ni en Zorrilla ni en la ciudad.