UEMC RVB elimina al Lleida y está a dos pasos de la ACB

80-84. Último minuto de juego. El UEMC RVB agota la posesión y parece claro que perderá el balón. Lleida tiene un batería de especialistas para clavar el triple y ponerse a una canasta para ganar, con un pabellón más caliente que una freidora. De repente Mike Torres coge el balón, bota y bota, e intenta hacerse hueco. Lo consigue, forzadísimo y yéndose hacia fuera de la zona. En escorzo, casi horizontal y cayéndose al suelo, tira. Usted y yo hubiéramos mandado la bola a una provincia limítrofe. El hispano-dominicano la enchufó limpia. 80-86. A falta de 38 segundos y 2 décimas, el partido estaba decidido. Y la eliminatoria, que doctora de nuevo a Pantzar. Cum laude.

El UEMCReal Valladolid ganó al Lleida el cuarto partido por 83-90 y se clasifica para la Final a Cuatro. Ya se conoce su rival: Zunder Palencia. Los vecinos ganaron su eliminatoria por  3-0 a Alicante. La otra semifinal está aún por decidir.Burgos es fijo, con lo que habrá pleno de tres equipos de Castilla y León. Su rival saldrá del Gipuzkoa-Coruña, en el que mandan los vascos por 2-1.

La historia del cuarto partido fue la de la recuperación del conjunto de Paco García cuando le fueron mal las cosas. El choque se escribió a base de parciales, pero los castellanos tuvieron más repertorio que un Lleida que se fundió cuando empezó a fallar desde el perímetro.

Precisamente el acierto en el triple y el tiro libre fue lo que metió al UEMC en el partido, con muchos  problemas para forjar el ataque por la zona press asfixiante de los locales, desde que el Real Valladolid sacaba de fondo. Un parcial de 0-5 se convirtió en un 7-14 . Pero esa presión más los triples de Marcos y Lobo apretaron el parcial al 22-25.

El segundo cuarto fue de nuevo llevado más allá de la línea de 6,75. De 24-29 se pasó, con un parcial de 13-2, al 37-31, primera gran ventaja local. La defensa pucelana hacía aguas por lenta y por falta de piernas. El tiempo muerto de Paco García funcionó. Otro parcial, esta vez a favor, de 1-8 colocó el 38-39. La pintura comenzaba a ser para el Pucela y el descanso llegó con 44-47.

El tercer cuarto fue vital. Lleida logró su máxima ventaja (61-52) pero el UEMC reaccionó gracias a la clarividencia de Pantzar, el esfuerzo bajo los dos aros de los postes y un Kovacevic imperial con pleno de triples (5) en el partido, que supo estar cuando se le necesitaba. En el último cuarto Lleida se puso 70-69 pero el UEMC, más fresco a causa de la enorme presión que desgastó a su rival, supo reaccionar. Se puso 70-72 y ya no abandono el timón. La quinta personal de Vucetic acabó de matar al Lleida, al tiempo que Pantzar y Torres impartieron un máster de dirección de juego. Ahora Palencia espera y Burgos está al acecho. Nada tendrá que ver está final a cuatro con la última Copa CyL, pero estaban también Palencia y Burgos... y la ganó el Real Valladolid. 

La fiesta continuó tras la pista en el vestuario y en el autobús.