El Real Valladolid se mete en el pozo

Pacheta recalcó en su rueda de prensa del viernes que el Real Valladolid no debe fijarse en lo que hagan los otros rivales por la permanencia, sino concentrarse en sacar los puntos que pueden ser necesarios para la salvación. 

No le falta razón al míster, pero existe un condicionante del que no habló: la presión. La Liga no es un examen en el que con un 5 apruebas  y con un 9 sacas sobresaliente. Es una oposición. Puedes quedarte fuera de las plazas ofrecidas con un 9,5 o puedes lograr una con 4,5. Depende del nivel general.

Esto, extrapolado a las notas por la permanencia, significa que hay temporadas en las que 30 puntos bastan para mantenerse (17-18) y otras en que son necesarios 40 (13-14).

Viene esto a cuento de que el Real Valladolid comienza su partido frente al Espanyol en puesto de descenso. Presión. La victoria del Getafe frente al Girona ha depositado al Pucela en la antepenúltima plaza y debe remar contracorriente. ¿Sus 24 puntos en 23 jornadas son buenos o malos? En su anterior temporada en Primera, la del descenso con Sergio, sumaba 21 puntos -tres menos- en ese lapso... pero ocupaba el mismo decimoctavo puesto. Así que es bueno mirar de reojo lo que hace el resto, porque la Liga es una oposición.

Los jugadores blanquivioleta ya cuentan por tanto con un acicate más para ganar al Espanyol. Es de esperar que no lo desprecien, como hicieron en Vigo con el incentivo que debía suponer la victoria de casi todos los equipos de la zona baja. A los futbolistas no hay que quitarles presión. Hay que ayudarlos a que la superen.

En cualquiera de los casos, el reto de hoy esta claro y no lo proporcionan las sensaciones, sino las matemáticas. Si el Pucela gana, puede ser decimocuarto, a expensas de lo que haya hecho el Sevilla en el Metropolitano. Si empata, se quedará donde está. Y si pierde, también, a no ser que al Valencia se le ocurra empatar o ganar en el Camp Nou. Entonces los de Pacheta serían anteúltimos, con sólo el Elche por detrás.

No estaría mal que los jugadores blanquivioleta cambiasen la palabra presión por responsabilidad para afrontar el choque de hoy. La primera bloquea; la segunda da alas.

De la alineación de Pacheta sólo se sabe su voluntad de introducir cambios y la imposibilidad de contar con los sancionados Kike y Amallah, y los lesionados Anuar, Kenedy y Masip. Machís es duda y el míster puede seguir con el 4-2-3-1 al que no ve problemas estructurales, o bien dar continuidad al 4-1-4-1 visto al final de Balaídos, con Hongla como cabecero de área.

De decantarse por esta última posibilidad, un once albivioleta lo formarían Asenjo en la puerta;  Luis Pérez, Javi Sánchez, El Yamiq y Escudero en defensa; Hongla por delante; Mesa y Aguado como mediocentros; Plata y Plano en los extremos; con Larin de delantero centro. 

El Real Valladolid necesita la victoria después de dos derrotas seguidas. El gol debe dejar de ser prerrogativa de los dos delanteros centro, que suman la mitad. Hoy ha de ser el día de Plata, Plano, Monchu, Iván y Aguado, si juegan.