BALONCESTO / PLAYOFFS DE ASCENSO
Un heroico Real Valladolid Baloncesto fuerza el cuarto partido ante Estudiantes
Bola extra de color morado / En un ejercicio sublime de fe, el equipo de Paco García, espoleado por una afición entregada a la causa, fuerza el cuarto partido de la serie al mejor de cinco para este domingo
El baloncesto es pasión, es deseo, es guerrear contra el muro de la lógica . Y el Real Valladolid, de moda tras el ascenso del fútbol, también está de moda en el basket porque encarna como nadie esa capacidad de superación que le hace gozar de una bola extra ante el todopoderoso Estudiantes con ese cuarto partido que se jugará en Pisuerga el próximo domingo.
Ganar al Estudiantes parecía una utopía tal y como se desarrollaron los dos primeros partidos de la serie y vista la calidad incuestionable de sus rivales, todos, absolutamente todos, jugadores con sello ACB. Pero este equipo , a las órdenes de un Paco García que esta vez sí volvió a ser más que nunca el Paco García, motivador que tanto necesita el equipo, está hecho de otra pasta y parece empeñado en hacer historia y poner la primera piedra, con ese hechizo mostrado ayer a una grada totalmente entregada (que tomen nota Ronaldo y David Espinar ), de un futuro que cuanto menos se traslada, como poco, a partir del próximo domingo tras la cuarta batalla.
Al grito de ‘sí se puede’ , y con un pabellón teñido de color morado, el UEMC Real Valladolid se comió al lobo, no sin sufrimiento (sin duda el mejor ingrediente para recuperar adeptos), pero con ese deseo encomiable que le hace olvidarse de la tremenda desigualdad técnica, física y presupuestaria que hay sobre la cancha y que incluso no duda en esconder los problemas físicos que ayer se trasladaron al capitán Sergio de la Fuente, con un gemelo destrozado.
El equipo de Paco García supo resistir a los triples de Dee (3 de 3 en la primera mitad), a la superioridad interior de Dos Anjos y Larsen . y lo hizo, como no podía ser de otra manera, desde las trincheras . Con gladiadores como Gilbert (ayer MVP), Pantzar o el propio Sergio que ejercieron de líderes de un grupo compacto en el que todos suman, de cara o en la sombra.
Un 0-9 del Estudiantes en el segundo cuarto ante la pasividad de Paco, que optó por no pedir tiempo muerto hizo saltar todas las alarmas con el despertar del gigante antes del descanso (29-32). Pero todo era una cuestión de fe para mover la montaña y borrar esos pésimos porcentajes de acierto en los triples (1 de 9 por 6 de 12 del rival).
La salida tras el descanso fue decisiva ante el aplomo de un Estudiantes incapacitado e incluso confundido desde su propio banquillo con un cambio a la americana (los cinco jugadores a la vez) tras encajar un parcial sangrante de 18-1. El UEMC se ponía 15 arriba (50-35) para comenzar a soñar con un nueva bola extra.
La defensa zonal y el miedo de los vallisoletanos a ser abducidos como en el partido liguero volvió a resucitar al Estudiantes en el último acto con un parcial de 0-11 aprovechando que el UEMC se quedó seco durante cuatro minutos y medio largos, eternos. El bonus (se cargó pronto de faltas el Estudiantes) ejerció de milagroso flotador para los morados unido a esa raza inacabable representada a la perfección por Gilbert que lleva al cuarto partido y a repetir el ¿por qué no? El domingo, la respuesta.