Diario de Valladolid

BALONMANO / LIGA ASOBAL

El Recoletas o el empeño de sufrir hasta el final

El Recoletas Atlético Valladolid tendrá que esperar tras caer en Irún en un duelo en el que no tuvo opciones antye el Bidasoa ( / La baja de Miguel Martínez, clave / Al equipo de Pisonero le restan dos balas para evitar la promoción

Bidasoa Irún - Recoletas Atlético Valladolid. / LOF

Bidasoa Irún - Recoletas Atlético Valladolid. / LOF

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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Dicen que la manera más profunda de sentir una cosa es sufrir por ella . Y el Recoletas en ese sentimiento de mantener los galones Asobal parece abocado a sufrir hasta el último suspiro. Tras los valiosos puntos arrancados al Ademar y el punto  ganado y perdido la pasada semana ante el BM Nava , su máximo rival en la lucha por huir de esa antepenúltima plaza de la clasificación que lleva a disputar la siempre peligrosa eliminatoria de permanencia (ante Puerto Sagunto, Ibiza o Alicante), el Recoletas fue a Irún con la intención no solo de competir sino de ir a por la victoria.

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Pero el equipo de Pisonero afrontó el partido en cierto modo ciego al perder por lesión de última hora a uno de sus faros que iluminan, sobre todo en ataque, al equipo. La baja de Miguel Martínez pesó como una losa. Porque aunque el conjunto de Pisonero se mantuvo en partido en el primer cuarto, un parcial de 5-0 del Bidasoa puso tierra de por medio para llegar al descanso con muy pocas opciones (18-11).

Ni siquiera los buenos minutos de Yeray Lamariano , que sin duda ejerció de flotador de su equipo, sirvieron para levantar el vuelo. Pisonero, a la desesperada lo intentó todo, incluso con esa defensa abierta que tantos réditos le dio sobre todo la pasada campaña. La reacción no llegaba por falta de continuidad y de completar ciclos ataque-defensa, y el Bidasoa tan solo tuvo que fiarse a la productividad de sus rápidos y escurridizos extremos, con Cavero y sobre todo el cubano Daniel García, de valiosos y a la vez efectivos estiletes.

El Bidasoa abrió al Recoletas en canal con unas ventajas  que se elevaron hasta los diez goles (27-17) mediada la segunda mitad haciendo inútil el intento de reacción de los gladiadores azules.  

El Recoletas, sin su látigo (Miguel Martínez) en el flanco derecho , se desmoronó en el marcador, no en la pista, donde intentó competir bajo el liderazgo de Diego camino y un Alejandro Pisonero que recupera la normalidad tras su larga lesión, emplazándose a las dos últimas batallas de sufrimiento mayúsculo. Y es que como dice Woody Allen, «la única manera de ser feliz es que te guste sufrir». Y este Recoletas le va la marcha, sin miedo, con la cabeza alta y dispuesto a plantar cara hasta el final.

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