Mejora la retaguardia del Pucela

La recuperación experimentada por el Real Valladolid tras las desoladoras derrotas ante Huesca y Alavés es evidente. Los blanquivioleta están muy lejos de bordar el fútbol pero han logrado presentar una vis competitiva que les lleva a pelear todos los partidos y optar hasta el final con la posibilidad de ganar o, en el caso del Real Madrid, de empatar.

Cinco partidos no aportan prueba suficiente, por número y por potencial del contrario, como para certificar la sanación del equipo, pero aportan optimismo para soñar con la misma. 

En estos 450 minutos, los de Sergio se han visto las caras con equipos de diferente pelaje, pero con predominio de la zona baja. Sus rivales han sido Éibar (cola de la tabla), Real Madrid (cabeza), Celta (zona media-alta) y Getafe y Osasuna (ambos de la zona media-baja). Los próximos compromisos ante los exitosos Sevilla, Barcelona y Granada servirán para calibrar de forma más exacta la mejoría.

Sin embargo no cabe echar por tierra lo conseguido en esta salida de las arenas movedizas del descenso. Como era previsible por el estilo de juego del equipo, su restablecimiento no ha llegado por una notable mejoría ofensiva sino por la recuperación de la solidez defensiva vista en temporadas anteriores.

En los primeros 22 encuentros de Liga, el Real Valladolid encajó 33 tantos, lo que supone una media exacta de 1,5 goles por partido. Demasiados para una escuadra poco goleadora. El Pucela fue en ese lapso el cuarto equipo de Primera más goleado, tras Betis (37), Granada (36) y Cádiz (35). Y eso que nadie ha marcado cuatro goles a los blanquivioleta y sólo han perdido por tres de diferencia ante el Barcelona.

La mejora defensiva en general, no sólo de la zaga, ha sido evidente en un equipo que ha aumentado en bastantes enteros su capacidad competitiva, En estos cinco últimos partidos, los castellanos han visto perforada su portería en cuatro ocasiones. Nadie le ha marcado más de un gol y un equipo (Osasuna) no fue capaz de perforar su meta. Es importante dejar porterías a cero y el Real Valladolid lleva sólo tres en toda la Liga, pero también lo es no recibir con facilidad, y el Pucela ha firmado una media de 0,8 tantos encajados en estos cinco choques más recientes. Casi la mitad que antes.

Podía pensarse que esta mayor aplicación defensiva traería aparejado un empeoramiento ofensivo, pero éste es mínimo. El Real Valladolid marcó 21 tantos en los 22 primeros encuentros del campeonato, lo que arroja una media de 0,95 goles por partido. En los cinco siguientes ha logrado cuatro (los mismos que ha recibido), con una media de 0,8.

Estas cifras se plasman en puntos. Los 6 sumados de los últimos 15 colocan al Pucela en la zona media de la tabla de estas cinco jornadas. Una excelente forma de tomar confianza y fuerza para los próximos y exigentes retos.

Estos llegan con un once tipo casi cerrado y la idea clara de la filosofía Sergio, aunque sujeta, como todas, a debate: primero esperar y después intentar pegar. Al menos ante Sevilla y Barcelona estará justificado este modus operandi. Después, y según como esté la clasificación, quizá sea necesario sacar más la espada y que el escudo descanse un poco.

Por ahora los pucelanos están a tres puntos de la zona de descenso, si bien tienen perdido el golaveraje con los equipos que la habitan: Alavés, Éibar y Huesca.