Diario de Valladolid

FÚTBOL / REAL VALLADOLID

Autoderrota y adiós

El Pucela tira la Copa por sus múltiples errores defensivos después de adelantarse por medio de Toni / Roberto salvó goles cantados pese a encajar cuatro / Weissman trajo la esperanza con su tanto pero Alcaraz la rompió con un penalti absurdo

Photogenic/Miguel Ángel Santos. Valladolid. 26/01/2021. Octavos de final de la Copa del Rey entre el Real Valladolid y el Levante U.D.

Photogenic/Miguel Ángel Santos. Valladolid. 26/01/2021. Octavos de final de la Copa del Rey entre el Real Valladolid y el Levante U.D.

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

Creado:

Actualizado:

En una de las escenas finales de la imperdible La vida de Brian, un escuadrón del Frente del Pueblo Judaico se dirige a toda velocidad con sus armas y corazas hacia el protagonista, ya crucificado. Los romanos que lo custodian huyen despavoridos. Al llegar los soldados judíos a los pies de Brian, se abren una portezuela de su armadura y se suicidan. Al líder del escuadrón le da tiempo a decir: «¡Así aprenderán estos romanos!».

El Real Valladolid debió pensar ayer que así aprenderá el Huesca el viernes en Liga, después de inmolarse en Copa del Rey frente al Levante. Abunda una teoría tan estúpida como la de que abrir un paraguas en un lugar cerrado da mala suerte. Es la de que si te va mal en la Copa, automáticamente te va bien en Liga. No puede existir comprobación científica alguna, pero parece el padrenuestro.

A expensas de lo que ocurra el viernes, que puede ser echar sal en la herida, lo cierto es que el Real Valladolid tuvo un rival y un enemigo. El rival fue el Levante; el enemigo, él mismo. Los enormes errores defensivos pucelanos, no sólo de la defensa, decidieron el signo de un encuentro que se puso a favor. 

Porque fue el Pucela con sus regalos el que metió a los valencianos en el partido. Eso, y decisiones como salvaguardar al único central puro en el campo (Joaquín) sustituyéndolo tras el descanso. Los locales afrontaron la segunda parte en el eje de la zaga con un lateral (Luis Pérez) y un mediocentro (Alcaraz). El Real Valladolid no parece ser como los demás equipos, en los que el mismo jugador puede disputar dos partidos por semana.

Toni abrió el camino de la ilusión de su hinchada con un gol de habilidad en el minuto 13. Kike filtró un excelente pase entre líneas y el murciano,  ayer extremo derecho, se metió por el centro para rematar a la red con un toque sutil y preciso.

Si fuese el Atlético de Madrid, ya estaba en cuartos. Si se tratase de otro equipo, haría sudar al rival para igualar la eliminatoria. Pero las bajas, los suplentes y la inercia de esta temporada pesan toneladas.

El Levante presentó credenciales con un tiro de Malsa al palo y posterior paradón de Roberto a Son, que recogió el rechazo. El partido era azulgrana, con el Pucela permitiéndole vivir entre líneas. Bardhi empató con un tiro raso de falta. La barrera saltó y Roberto se quedó impávido. Ahora ya sabe usted, si lo ignoraba, por qué algunos equipos tumban a un jugador tras la barrera. Cosas que se entrenan.

Si el primer tanto fue bizarro, el segundo fue de opereta. El balón le llega a Vilarrasa, Joaquín le dice que lo ceda al portero, el filial lo hace, pero el cuero se queda corto. Joaquín se planta, Roberto duda y sale tarde, Malsa le regatea y marca cruzado. Encima no dio ni las gracias.

La segunda parte comenzó con los granota igual. O sea, mandando. Roberto sacó un cabezazo a bocajarro de Coke en el segundo palo pero en la siguiente jugada de peligro ya no pudo evitar el remate a gol del lateral, tras hacer un paradón a Postigo y llegarle el balón al desmarcado anotador.

En un partido disputado con la calculadora de la Liga, llegaron los cambios como siempre, tras la hora de juego. Weissman tardó dos minutos en marcar de cabeza, tras centro de Orellana. Y cuando la ilusión con el 2-3 volvía a campear,  Alcaraz la chafó con un penalti a Postigo de los que no se sabe si mata o espanta. Morales marcó raso y colocado, engañando a Roberto. 2-4 y a ganar al Huesca. Porque la inmolación de ayer sólo tiene una pequeña, ínfima, justificación si se vence en la Liga.

tracking