AUTOMOVILISMO
El reto está servido
El piloto vallisoletano Roberto Carranza afronta a partir del domingo su segunda participación en el Dakar, el mejor rally del mundo y a la vez el más peligroso
Roberto Carranza cuenta las horas para subir al GPR20 con el que tomará la salida este domingo en el Rally Dakar (Arabia Saudí, 5 al 17 de enero). El piloto vallisoletano puso rumbo este pasado martes al escenario de la competición, acompañado por Juan Carlos Fernández, el copiloto que compitió junto a él el pasado año en el Dakar celebrado en Perú y con el que se proclamó campeón de España de Rallys Todoterreno en 2018. La compenetración entre ambos quedó reflejada en su debut en el mejor rally del mundo en la anterior edición.
La brillante actuación de ambos en el Dakar 2019 avala su presencia en la salida. Se trata de dos pilotos experimentados y Roberto recuerda que aunque él es quien coduce, la presencia de Juan Carlos es fundamental para afrontar cada etapa y llegar al destino. Antes de viajar hasta Arabia Saudí, Roberto atendió a este diario en las instalaciones de Motoextremo, donde posó junto a un ‘buggy’ gracias a la gentileza de Gustavo Esteban. El reto está servido y así lo reconoce el piloto vallisoletano cuando se le pregunta qué diferencia existe entre su debut hace un año y su participación a partir del domingo. «Todo ha cambiado mucho. El año pasado el Dakar fue un Máster para nosotros. Veníamos de ganar el Nacional de rallys y lo afrontamos con mucha ilusión y con optimismo. Quiero hacerme un hueco en el Dakar. Hay pilotos que llevan compitiendo muchos años y en mi caso se puede decir que el año pasado entré de novato pero ahora mismo me veo muy bien y muy fuerte aunque la actuación depende de muchas cosas, el coche, la navegación y otros factores».
Carranza estrenará coche en el Dakar y aunque tuvo oportunidad de probarlo en diciembre cuando se desplazó a Marsella para realizar las verificaciones técnicas y administrativas reconoce que no conoce sus «puntos débiles». «Voy con la incertidumbre del coche, no tiene nada que ver con el que competí el año pasado. No puedo salir a tope las dos primeras etapas. El ingeniero de mapas del equipo me ha comentado que el rally de este año no tiene nada que ver con el anterior, hay muchas zonas de piedras y otras que transcurren por cañones que no tienen salida. Habrá etapas muy largas y la navegación es muy importante. Juan Carlos es la pieza clave para que yo vaya al Dakar, está involucrado al 100% en el proyecto. Si el copiloto se equivoca, puedes perder mucho tiempo en una etapa», afirma.
El piloto, que tendrá la asistencia del equipo GPR Sport, con el que compite en esta edición, se ve respaldado también por instituciones -entre ellas Ayuntamiento y Diputación- y patrocinadores, pero también siente una mayor presión por el apoyo recibido de la gente y el afán de volver a dejar muy alto el pabellón vallisoletano. «La gente me anima mucho y la presión es mayor. Es el rally más importante y más peligroso del mundo. Tengo un buen vehículo pero no está probado al 100%. La confianza que tengo con el equipo y con Juan Carlos no la tengo con el coche».