Saber vender el BA-LON-CES-TO (II)

... Y España tocó el cielo, volvió a tocar el cielo. El baloncesto español volvió a coronarse como campeón del Mundo como hiciera 13 años después. La selección, con un gen competitivo fuera de lo común y sin duda digno de admiración al más puro estilo Nadal, hizo su trabajo con una excelente caligrafía. Medalla de oro y nuevo espaldarazo, el segundo, para el deporte de la canasta. De nuevo el baloncesto hizo olvidar, aunque fuera por unos momentos al endiosado fútbol. Los más de 6 millones de telespectadores que vieron la osadía de España en el Mundial de China, es la mejor prueba de que el baloncesto no está muerto y tiene su recorrido. Los ‘Scariolo-boys’ (porque el entrenador dio todo un clínic de dirección durante el campeonato sabiendo campear el temporal y las críticas iniciales) hicieron su trabajo provocando que el tren del baloncesto vuelva a detenerse en una estación para ser atendido y para ser vendido como se merece. Ahora, con el trabajo hecho que supone esa medalla para muchos, para casi todos antes de comenzar la Copa del Mundo, totalmente utópica, es hora del cambio de turno. La pelota ya no está en manos de los Ricky Rubio, Gasol, Rudy, Llull, Claver y compañía. El balón está en el tejado de los directivos, de las federaciones, de los clubes y de los mandamases en corbata del baloncesto español. Es hora de sacar, por fin, rédito a una medalla de oro. Algo que no supo hacer primero el balonmano con el histórico oro logrado en 2005 por la selección española dirigida por el vallisoletano Juan Carlos Pastor en el Mundial de Túnez. Algo que tampoco, con más medios y más profesionalidad, supo conseguir (al menos como debiera) el baloncesto con el oro logrado un año después en el Mundial de Tokio en 2006. Sigo pensando que el baloncesto es un producto vendible. Y ahora más que nunca es el turno para hacer fuerza. Para que la ACB sea visible y vuelva a ser rescatada de las televisiones de pago (mal dicho pago porque pagan una miseria), Para que el baloncesto LEB no desaparezca también del streaming por un plato de lentejas, malas lentejas. Para que los directivos y federativos que cobran una pasta por no inventar nada, se saquen de una vez por todas un as debajo de la manga como fue aquel Programa ‘Sunny 3x3’ implantado en todos los colegios del país. Es hora de despertar y también de exigir a esos mandamases de la Federación a los que les gusta las fotos para que dejen de ser empresa y promocionen, apuesten e inviertan en la base de la pirámide. El oro de Pekín debe de abrir puertas también a nivel local en unCarramimbre CBC Valladolid heroico pero sin gancho y apenas masa social. ‘Ring, ring’, despertad Hansen, Pellitero y compañía. Os llega el balón.