Un derbi maldito
El Recoletas, aliviado de presión tras su triunfo ante el Sinfín, prepara la visita a León donde nunca ha ganado / El balance de los derbis es de 9-1 para los de Manolo Cadenas
Imagen del último duelo entre el Recoletas Atlético Valladolid y el Ademar disputado en territorio leonés.-E. M.
Nunca un triunfo pudo llegar en un mejor momento ante la amenaza de tormenta. El Recoletas, con su victoria ante el Cantabria Sinfín el pasado sábado se liberó de la presión que suponía arrancar con dos derrotas consecutivas y tener como próximos rivales al Ademar de León y FC Barcelona. La llegada del derbi, el próximo viernes a las 19.00 horas en el Palacio de los Deportes de León, no apretará el nudo de la soga de las dudas. El laborioso triunfo logrado ante el conjunto santanderino evita males mayores para los vallisoletanos sabedor que el derbi en León es un derbi maldito. Y es que los ‘gladiadores azules’, en tres años en la Liga Asobal no solo no han conseguido sumar ningún punto en territorio leonés sino que han caído en sus dos enfrentamientos en la Copa de Castilla y León (24-27 y 36-25) y solo en el duelo de Liga disputado en Huerta del Rey la pasada campaña, que supuso la destitución tres días después del entrenador del Ademar, Rafa Guijosa, el conjunto vallisoletano consiguió salir airoso (27-26).
Un derbi con la etiqueta de ‘maldito’. Diez confrontaciones y un único triunfo vallisoletano. Y de las derrotas encajadas en Liga por los vallisoletanos en el derbi por antonomasia del balonmano español tres se produjeron de forma clara con diferencias por seis goles o más (30-24; temporada 16-17), 29-36, temporada 17-18) y (33-25, temporada 18-19).
El precedente más cercano que puede servir al conjunto de Óscar Ollero como referencia, se remonta al pasado 31 de agosto en las semifinales de la Copa de Castilla y León disputadas en Nava de la Asunción. En ese primer derbi del técnico vallisoletano ante su homólogo en el banquillo leonés, Manolo Cadenas, en su regreso a León, el Recoletas fue vapuleado por un explícito y contundente 36-25. Una severa derrota basada en el poder del Ademar al contragolpe y desde los extremos. Esa derrota a solo una semana del debut liguero posiblemente condicionó a un Recoletas Atlético Valladolid demasiado tierno y sin señas de identidad lejos, muy lejos de las directrices marcadas por el anterior inquilino en el banquillo, David Pisonero.
Pero el triunfo de los ‘gladiadores azules’ ante el Sinfín permite al Recoletas afrontar el derbi con menor presión, trasladando esa presión al Ademar, que buscará su primera victoria en casa tras el doloroso resbalón en su debut en casa ante el Bidasoa.
Atrás en el recuerdo quedarán grabados los derbis entre el Ademar y el desaparecido BM Valladolid, siempre llenos de electricidad.