Diario de Valladolid

CICLISMO

Roglic se salva de la encerrona

Polémica por el ataque del Movistar tras una caída del jersey rojo de la Vuelta y de Superman

Publicado por
Sergi López

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El Alcázar se alza en lo alto de Toledo. Se llega por una empinada calle. Hace un tiempo Federico Bahamontes la subía con mayor agilidad. A los 91 años, el ganador del Tour más antiguo en vida (1959) se queda con las ganas de poder saludar a Alejandro Valverde. No está el campeón del mundo para cháchara y parlamentos. Él es el que siempre se detiene y no necesitan mucho pericia los periodistas para que ponga alguna chispa en las respuestas. Pero esta vez guarda silencio. Lo delata su cara. Es el cabreo. Es la consecuencia de lo sucedido en Escalona, un pueblo tolerano con una bajada peligrosa que acaba de entrar en la historia ciclista.

No está la Vuelta para juegos. Y hasta parece que el que aparentemente podía salir más perjudicado de una nueva encerrona, Primoz Roglic, se despreocupa de todo, a no ser devorar unos cereales mientras espera turno en el interior del Alcázar, mientras habla Rémi Cavagna, el ganador de la etapa. "Si gano la Vuelta prefiero quedarme con los buenos recuerdos".

 En un deporte que está acostumbrado al 'fair play' porque muchos son los que se miran en el espejo del fútbol, donde marcar un gol con el portero lesionado está mal visto, hay acciones que es mejor no hacer, aunque sean perfectamente legítimas. Si te caes, mala suerte. Haber ido mejor situado. Es verdad. Pero también es mucho mejor lanzar una ofensiva al líder de la carrera cuando se le ve respirar más de la cuenta, que cuando está caído junto a un muro.

LA ACCIÓN CONCRETA

Valverde está cabreado porque a 60 kilómetros de Toledo, con el Movistar lanzado, discutiblemente lanzado, Roglic perdía un minuto y quién sabe si él no estaba comenzando a ganar la Vuelta en una etapa que aparentemente era de transición. Y está enfadado porque la acción de su equipo podía ser censurada por una parte de la sociedad ciclista, por rivales enojados, como Superman, pero nunca por los jueces de la carrera, los que permitieron e hicieron la vista gorda a los que como Roglic trataban de regresar al pelotón del Movistar amparándose en el rebufo de los coches que los resguardaban del viento. Los jueces han determinado que no se paraban los vehículos intercalados entre unos y otros, lo que es un auxilio magnífico para los que van rezagados.

Y también porque ha discutido en carrera con Omar Fraile, uno de los escogidos, uno de los que le ayudó el año pasado a ser campeón del mundo. Fraile recrimina al ciclista murciano que su equipo tratase de dejar cortados a los accidentados en combate; sobre todo a su líder Superman, el que no se muerde la lengua, supuestamente con las pulsaciones relajadas, al terminar la etapa. "Ha sido una falta de respeto. No es la primera vez que lo hacen. Son tontos y estúpidos. Pero es su forma de actuar. ¡Vaya campeón del mundo que tenemos!". Calentita va a estar la etapa de este sábado, en Gredos, tal vez la jornada reina de la prueba; al menos, la que mayor desnivel reúne. Pocas ganas de hablar habrá en el pelotón.

Nunca en casi dos décadas de carrera, Valverde, el respetado y el admirado, había recibido una crítica tan feroz de un rival. Defienden en el Movistar que ellos estaban delante, que la carrera se encontraba lanzada y que desde invierno, cuando vinieron a inspeccionar la etapa, ya sabían del peligro que contemplaba la bajada de Escalona. Pero hubo la caída. Y allí cambia todo el guion. Allí se ponen o quitan las razones. Allí, con otra forma de actuar, por muy lícita que sea, se habría acabado el debate.

CITA CANCELADA

Con los coches de equipo convertidos en los mejores gregarios de los caídos, el Movistar ve por el espejo retrovisor que el enlace es un hecho. José Luis Arrieta, el director, el que había dado la orden del 'full gas', como se dice ahora en el pelotón, manda a los suyos que levanten el pie. "Nosotros cumplimos las órdenes de nuestro director", matiza Marc Soler en Toledo.

Valverde cancela hasta una cita que tenía para el directo de TVE. En el equipo ya le han dicho que mejor que no hable, que no se arrepienta de lo que pueda decir en caliente. No le ha gustado lo que ha oído en el pelotón. Él no está en este mundo ciclista para broncas sino para divertirse. Si no se va a su casa. Que en Murcia es muy feliz. Y todos lo saben. Su equipo podría haberle ahorrado el disgusto.  

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