Diario de Valladolid

Malestar en la plantilla

La investigación abierta por parte del club sobre los 18 jugadores convocados contra el Valencia no ha sentado bien a los futbolistas, al entender que les coloca en el ojo del huracán

Jugadores blanquivioleta hacen piña antes del comienzo de un partido en la última temporada.-BALCAZA

Jugadores blanquivioleta hacen piña antes del comienzo de un partido en la última temporada.-BALCAZA

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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«El Club muestra su máximo respeto y colaboración con la Justicia y la integridad de la competición, y, por su parte, también ha iniciado una investigación interna a los futbolistas convocados para el último partido de esta temporada, disputado frente al Valencia Club de Fútbol, S.A.D. El objetivo es contribuir a esclarecer los supuestos hechos con la mayor rapidez. En esta línea, cabe recordar que el Consejo de Administración del pasado viernes, 31 de mayo, aprobó un Protocolo contra el Fraude Deportivo, y cuya primera decisión fue incoar Expediente Disciplinario al jugador D. Borja Fernández».

El foco que colocó la justicia ordinaria sobre este futbolista por su presunta participación en una trama de amaños relacionada con casas de apuestas, cuenta con pequeñas luces que apuntan a cada jugador blanquivioleta que se vistió de corto en el epílogo de la Liga.

Así se desprende del entrecomillado del primer párrafo, que corresponde al punto 2 del comunicado hecho público por el Real Valladolid el pasado martes. Un texto que no tiene en cuenta la presunción de inocencia y que pone en el disparadero a 18 jugadores por el simple hecho de estar en el lugar que debían y en el momento adecuado para ejercer su trabajo.

Este diario ha sabido que reina un malestar general en la plantilla por el hecho, voluntario o no, de colocarla bajo sospecha ante un caso que se encuentra en plena instrucción sumarial. No ha gustado la medida del club, porque pone en entredicho la honorabilidad de los jugadores sin ningún motivo para dudar de ellos como colectivo.

Algunos jugadores han hablado entre ellos pero no van a realizar declaraciones en público, posiblemente a instancias del club. Aunque quieren hablar. El único futbolista que se ha significado en público ha sido Óscar Plano, cuyas quejas y puntualizaciones acerca de lo dicho sobre los siete asistentes a la barbacoa de casa de Keko fueron ayer recogidas por este diario.

Los futbolistas cuentan además con una dificultad añadida para mostrar una postura conjunta, y es que están de vacaciones estivales, completamente diseminados y bastantes fuera de España. Un hecho que además impide al Real Valladolid el inicio inmediato de esa «investigación interna», ya que ninguno de los futbolistas pucelanos ha sido llamado para que corte antes de tiempo su periodo de descanso. «Todo esto nos está amargando las vacaciones», ha llegado a reconocer alguno.

Un hecho curioso es que esta medida indiscriminada se llevará a cabo en un club cuyo presidente ha sido futbolista, y no precisamente del montón, sino toda una estrella mundial. Ronaldo Nazário sabe (o debería saber) cómo se sienten los jugadores albivioleta tras tomar el club las riendas de una iniciativa que debe corresponder a jueces y policía, y en la que el papel del club no consiste en ejercer un comisariado, sino en comunicar a uno de ellos, o a ambos, cualquier atisbo de irregularidad de comportamiento que observen en algún componente de la plantilla.

El hecho de tener en silencio a los jugadores no ayuda a estos en absoluto tras este tercer comunicado en una semana del Real Valladolid. Pierden cualquier posibilidad de defenderse. Y quien calla no tiene por qué otorgar.

RUBIALES PIDE COLABORACIÓN

Silencio hasta sentencia. El presidente de la Española, Luis Rubiales, asegura que mientras no haya sentencia firme en el caso del Valladolid, no se puede empezar a hablar de sanciones. «Todas las cuestiones administrativas están pendientes de cualquier tipo de confirmación penal. Lo que tenemos es que investigar al máximo y colaborar con la justicia al máximo».

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