Diario de Valladolid

Del infarto al éxtasis

El Valladolid vivió tres minutos, del 72 al 75, con respiración asistida tras el empate del Rayo y el penalti, luego anulado, a favor del Girona

Waldo, eufórico, se sube a lomos de Ünal tras el primer gol del Valladolid ayer en Vallecas.-PHOTO-DEPORTE

Waldo, eufórico, se sube a lomos de Ünal tras el primer gol del Valladolid ayer en Vallecas.-PHOTO-DEPORTE

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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En los días previos al trascendental partido del Real Valladolid en Vallecas, el ex presidente y ahora consejero delegado del Real Valladolid, Carlos Suárez, se mostraba plenamente convencido en la salvación de su equipo en esta jornada. «El fútbol nos debe una», indicaba sabedor que la opción de la salvación pasaba no por la última jornada (el próximo sábado) si no por esta. «Como dependamos del último partido sufriremos y mucho porque el Valencia vendrá a Zorrilla jugándose mucho dinero con la opción de entrar en la Champions», aseveraba. Dicho y hecho porque el Valladolid quemó, no sis sufrimientos, todas sus naves ayer en Vallecas en busca de la codiciada, perseguida y... conseguida salvación.

Sabiendo sufrir, se sufre menos. Y este Valladolid, ayer por momentos al borde de un ataque de nervios, vaya si sufrió. Porque aunque supo hacer sus deberes desde que saltó al terreno de juego en Vallecas con ese gol de penalti cuando apenas se habían consumido 5 minutos de juego (Ünal) se vio abocado en plena locura a sufrir. Primero degustó la salvación de forma virtual durante 55 largos minutos, hasta que en el minuto 59 el Girona, el equipo que marcaba el descenso logró poner el 1-0 (Stuani) en Montilivi que dejaba o más bien aplazaba la salvación a la última jornada con 41 puntos para los blanquivioleta y 40 para Celta, Levante y Girona. Suspiros o un amago de infarto en toda regla durante apenas 120 segundos porque dos minutos después el Levante empataba en Motilivi (1-1) y volvía a regalar la salvación al Valladolid en detrimento del Girona.

Pero llegó la catarsis del minuto 72 al 75 que dejó al Real Valladolid en estado de shock con respiración asistida. Tres minutos de sufrimiento y pensamientos negativos. El equipo de Sergio se había echado atrás peligrosamente y el Rayo en el minuto 72 consiguió por mediación de Medrán igualar el marcador (1-1).

Vuelta a empezar y de nuevo a tirar de matemáticas de cara a la última jornada con Levante (41), Celta (40), Real Valladolid (39) y Girona (38) metidos en la pelea. Apenas tres minutos después (m.75) llegó el drama vía satélite con el penati señalado a favor del Girona y la expulsión de Pere Pons en el Levante. Si el Girona ganaba metía al Valladolid en descenso directo. El gozo en un gozo. Pero como vaticinó el visionario Carlos Suárez, «el fútbol nos debía una» y el VAR entró de oficio en Montilivi, esta vez para no ir en contra de los intereses del Real Valladolid. Anuló el penalti señalado, dejó a Pere Pons en el campo y el Valladolid respiró. Una bocanada de oxígeno letal para levantarse porque cuatro minutos después Guardiola se sacó de la chistera un gol al más puro estilo Mata de la pasada campaña para poner el 1-2 y asegurar la salvación matemática. Luego llegaría en el 86 la certificación oficial con el segundo gol del Levante en Girona que condena al equipo de Eusebio Sacristán al infierno de Segunda salvo carambola milagrosa en la última jornada (ganar, que pierda el Celta y que además recupere seis goles a los vigueses).

Y como dijo WoodyAllen, «la única manera de ser feliz es que te guste sufrir» y este Valladolid sabe y le gusta sufrir pese a que sea como ayer a costa de hacerlo con respiración asistida. Porque el verdadero valor consiste en saber sufrir.

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