Intensidad o caos

Hay equipos que cocinan los partidos como en el horno de la abuela: a fuego lento. Poco a poco van calentando al rival, sin que se dé cuenta, hasta que lo sirven asado en bandeja y con una manzana en la boca. O sea, el Barcelona.

Otros optan por la técnica del microondas. No saben lo que tardarán, si el cuerpo del oponente ha entrado del todo en el cubículo, si el mando por accidente está en posición de descongelado o de grill, pero van a saco desde el primer segundo hasta que suena la campana, que en bastantes casos es la del KO del contrincante. Sí, hablamos del Éibar.

La visita a Ipurúa es un mal momento para ponerse estupendo, melancólico o afectado, porque te pasan por encima y te dejan en dos dimensiones, como en los dibujos animados.

Visitar al Éibar obliga a jugar al fútbol, porque este invento va de eso y los vascos juegan bien, pero también al otro fútbol. A desmarcarse, triangular, llegar con más de dos al ataque, pero también a rascar, cuerpear, anticiparse, ser contundente atrás, no dejar espacios... y lucir una gran concentración. Justo lo que no se vio en el comienzo de Cornellá. Si el Pucela sale igual, puede ser el muslo de pollo que se da de comida al cocodrilo. Y tras sumar un empate y cinco derrotas en los seis últimos partidos, quien debe tener cara de saurio es el conjunto castellano.

Sergio se ha llevado a Éibar a los filiales Samu (portero) y El Hacen (mediocentro) como parte de una lista de 19 jugadores en la que faltan los lesionados Luismi, Toni, Plaza, Hervías y Borja, además de Yoel, con gastroenteritis, la enfermedad de moda en el equipo. Todos los demás viajan.

La alineación blanquivioleta es de nuevo una incógnita. El míster puede optar por repetir la vista ante el Real Madrid, con la única variación de Olivas en lugar de Joaquín. En este caso jugarían Masip en la portería; Antoñito, Olivas, Calero y Nacho en defensa; Míchel y Alcaraz como mediocentros, con Anuar por delante de ambos en zona ofensiva, engarzando con un ataque compuesto por Plano y Keko en los flancos, con Guardiola de delantero centro. Una especie de 4-3-3 que poblaría más la medular, con Anuar realizando el gran trabajo de desgaste entre la defensa y el mediocampo eibarreses.

El conjunto azulgrana está confeccionado a imagen y semejanza de José Luis Mendilibar, quien no necesita presentación alguna tras un ascenso y dos permanencias en Valladolid, siendo destituido el año del descenso. Poco dado al triunfalismo, el vizcaíno ha reconocido que una victoria armera en esta matinal sería clave. «Si ganamos este partido, lo normal es que el año que viene estemos en Primera», dijo antes de hablar de su ex equipo. «En los últimos partidos no gana y los de detrás se le han acercado. A veces la necesidad te hace más fuerte y te hace estar más concentrado. En otras te hace estar más nervioso y dubitativo».

En las filas guipuzcoanas militan cuatro ex jugadores albivioleta: Rubén Peña, Ramis, Jordán y Pedro León. Los tres primeros apuntan a titulares y el último, al igual que Enrich, es duda.