Diario de Valladolid

Apunta, dispara y corre

El Aula Alimentos de Valladolid recupera su acelerada versión del ‘Correcaminos’ para pasar por encima del Canyamelar Valencia y meterse en la fase final de la Copa de la Reina en Baracaldo

Joana Bolling lanza ante la ‘torre’ del Canyamelar Valencia, Nagore Saenz.-PABLO REQUEJO

Joana Bolling lanza ante la ‘torre’ del Canyamelar Valencia, Nagore Saenz.-PABLO REQUEJO

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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‘¡Que pase el siguiente!’ El BM Aula Alimentos de Valladolid cumplió con el guión y repetirá por segundo año consecutivo en la fase final (’Final a Ocho’) de la Copa de la Reina que se disputará en Baracaldo el fin de semana siguiente a Semana Santa. El conjunto de Miguel Ángel Peñas sacó el rodillo pese a que tenía un cómodo colchón de seis goles logrado en el partido de ida. Lejos, muy lejos de la relajación, el BMAula fue un poderoso y a la vez imparable ciclón que barrió y borró de la pista a un Canyamelar Valencia que apenas pudo aguantar en pie dos minutos.

El 23-29 logrado en la ida podía llevar a la relajación y a un exceso de confianza. Nada más lejos de la realidad porque desde el primer minuto el BM Aula Alimentos de Valladolid salió a por todas. Y qué mejor manera que hacerlo que invocando al pasado y recuperando su mejor versión del ‘Correcaminos’ con ese ritmo a velocidad terminal imposible de aguantar. En apenas cinco minutos de juego el partido estaba ya roto (5-1) y en once la entrenadora del conjunto valenciano, Susana Pareja, se vio obligada a parar el encuentro con su primer tiempo muerto (10-4).

La poca o nula oposición del Canyamelar, donde tan solo su flanco izquierdo por mediación de su ‘torre’ Nagore Saenz y su extremo Helena Martín, eran capaces de dar réplica, facilitó las cosas a un BMAula que no solo quería disfrutar sino también hacer disfrutar a los románticos del balonmano femenino que se dieron cita ayer en Huerta del Rey en una eliminatoria que estaba decidida de antemano.

La ausencia de Lulu Guerra por el fallecimiento de su abuelo daba la alternativa a su sombra, Carmen Sanz, que lejos de arrugarse, se erigió en el hilo conductor del regreso del ‘Correcaminos’. La portera del Aula, segura, no dudó en probar suerte ejerciendo de asistente al tirar con escuadra y cartabón varios pases de contragolpe de portería a portería.

El conjunto vallisoletano, en pleno festival goleador, fue abriendo tierra de por medio hasta el 23-11 con el que se llegó al descanso.

Los doce goles de diferencia unidos a los seis que se trajo de Valencia provocó cierta relajación en el comienzo de la segunda mitad (25-25; minuto 35). Pero el BMAula volvió a coger su fusil, apuntar, disparar y correr para acabar sacando de la pista a un rival corto de banquillo que acabó con la lengua fuera corriendo de arriba a hacia abajo por las aceleradas transiciones de su adversario. Y es que el conjunto de Miguel Ángel Peñas logró alcanzar la mágica barrera de los 40 goles dando protagonismo a los contragolpes en primera y segunda oleadas. Así, de los 41 goles logrados, 17 llegaron de contraataque ante la mirada impotente de la portera valenciana Elisa Requena.

Peñas movió el banquillo logrando que todas las jugadoras de campo (13), vieran portería, e incluso que la portera juvenil Lidia Guayo, se uniera a la fiesta con su debut y 20 minutos para recordar.

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