Diario de Valladolid
Publicado por
MANUEL CENTENO
Valladolid

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El de Huesca ha sido, sin ninguna duda, el peor partido del Real Valladolid desde la llegada de Sergio González. Irreconocible, desaparecido, blando... horroroso en definitiva; porque se puede tener un mal día, un error puntual en defensa, mala suerte en el remate o incluso sufrir perjuicio arbitral pero no comparecer en el terreno de juego o saltar a él creyendo que no hace falta dar el máximo porque el rival es endeble o inferior, no se lo habíamos visto hasta ahora. No encuentro otra explicación para tan abultada derrota que eso, la relajación o el exceso de confianza; solo así puedo entender que se perdieran todos los duelos, como Kiko Olivas con Cucho Hernández y Calero con Enric Gallego en el primer gol, o la falta de contundencia de tres futbolistas para despejar el balón dentro del área y dejar que solo un rival te gane la partida en el tercero, en fin, cómo sería que hasta Sergio envió a sus jugadores, por primera vez, un recadito público en la sala de prensa.

El técnico calificó el partido como desbarajuste y advirtió que no puedes enfrentarte a un rival que se juega la vida pensando en la victoria de la semana anterior como colchón. Después reconoció, eso sí, que sus futbolistas no se merecían semejante castigo y que esperaba que haya sido la excepción que confirma la regla del buen rendimiento mostrado hasta ahora. Yo también lo espero. Sin embargo, vengo observando algunas señales preocupantes que el técnico debe solucionar; en la parte principal, la que más depende de él, la táctica, debe conseguir superar las defensas con tres centrales que le plantean algunos rivales porque, claramente, se le atragantan a su equipo.

Por otra debe recuperar la mejor versión de sus futbolistas, esa que han ido perdiendo con el paso de las jornadas. Míchel, Toni, Alcaraz, Calero o Kiko Olivas han sido fundamentales en la primera vuelta y deben seguir siéndolo pero lo cierto es que están muy lejos de su mejor nivel. También es aconsejable evitar que el rival te marque primero para luego obligarte a remontar. No es conveniente volvernos locos ahora, justo en una semana que debe resultar clave para sumar los tres puntos ante el Villarreal. Para ello, lo primero es reconducir la rabia por el tropiezo de Huesca y convertirla en energía positiva de cara al viernes, crear la atmósfera necesaria para volver a ser capaces de competir cada balón y durante los 90 minutos; en definitiva, para recuperar las señas de identidad que tanto nos gusta ver en este equipo.

Quizá nos hayamos distraído en exceso con el mercado de fichajes y con el VAR, quizá todos hayamos sacado del foco principal la competición y aunque esos dos temas son importantes no deberían apartarnos de lo realmente primordial, sumar puntos en cada partido hasta alcanzar el objetivo final. Así pues, en el partido del viernes volvamos a la esencia del inicio del campeonato, de ese equipo guerrero, contestatario e inconformista que quiere sentirse plenamente partícipe de la primera división. A veces, volver atrás, al principio de todo, es bueno si te sirve para reencontrarte.

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