Diario de Valladolid

Sufrir antes de gozar

El Carramimbre encadena un nuevo y valioso triunfo aunque con suspense en Vitoria para acceder a la zona noble de la clasificación

Alex Reyes penetra en carrera superando la oposición de Okoroh.-PHOTO DEPORTE

Alex Reyes penetra en carrera superando la oposición de Okoroh.-PHOTO DEPORTE

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G. V. / VALLADOLID
Valladolid

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Voltaire: El verdadero valor consiste en saber sufrir. Y vaya si sufrió ayer el Carramimbre para encadenar la quinta victoria consecutiva y alcanzar el undécimo triunfo en 19 partidos. Y es que la única manera de ser feliz es que te guste sufrir. Ese al menos parece ser el mensaje que transmitió ayer un Carramimbre Ciudad de Valladolid que vio el miedo de muy de cerca y que muy posiblemente se le reprodujo en forma de pesadilla la derrota, todavía increíble derrota meses atrás sufrida en Palencia.

El conjunto de Paco García parecía tener el partido atado a 1.48 del final tras canasta de Novas. El 66-77 hizo pensar en un plácido final, incluso para dar entrada al joven Álvaro Reyes o a un Astilleros que volvía a una convocatoria después de tres largos meses en el dique seco por su lesión en el escafoides. Nada más lejos de la realidad porque la anarquía a la que rinde cuentas el Araberri de Antonio Herrera todavía no había dicho su última palabra. En un abrir y cerrar de ojos el conjunto vitoriano remó contra corriente para meter el miedo en el cuerpo de su rival. La ventaja comenzó a menguar como por arte de magia de forma vertiginosa hasta poner en el electrónico un inquietante 78-79 a 13 segundos para el final.

El recuerdo podía jugar una mala pasada o por el contrario debía de servir de guía para no volver a caer en la misma piedra como ante el Chocolates Trapa. La tensión aumentó cuando Gantt, tras anotar el primer tiro libe (78-80), su segundo lanzamiento lo acabó escupiendo el aro. Tensión por un instante, un solo instante, antes de esbozar una gran sonrisa. El rebote ofensivo caía en manos del Carramimbre que volvía a recuperar la posesión, la última posesión. Con siete segundos a Federico le quedó más remedio que parar el reloj haciendo falta. Pero en esta ocasión y lejos de venirse abajo como ocurrió en Palencia, a Alvarado no le tembló el pulso para anotar primero el primer tiro libre y después el segundo y certificar la victoria al ponerse cuatro arriba (78-82). El postrero lanzamiento triple a la desesperada buscando una carambola imposible de un 3+1 a cargo del ‘diminuto’ y espectacular Junior Robinson no se produjo para otorgar otra merecida victoria al conjunto de Paco García, que ve los playoffs de nuevo y gracias a esos cuatro últimos triunfos (cinco si se contabiliza por jornadas), por fin con la mente clara y sin dudas.

El Carramimbre, que supo ayer atar bien en corto al pequeño Robinson, la principal amenaza vitoriana, volvió a tirar de pizarra para sumar la undécima.

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