Manotazo del VAR

La sensación de Kiko Olivas con el VAR es peor que la de Drácula ante una ristra de ajos. El ingenio tecnológico se transformado en engendro manual cuando media el Real Valladolid. Undiano, en el VAR, negó en Balaídos un claro penalti por agarrón sufrido por el defensa pucelano, al que Costas impidió rematar de cabeza en el área.

El mismo árbitro, a pie de campo, tampoco vio el sábado la mano del central. Como los jugadores del Atlético. Sin embargo González Fuertes, árbitro de VAR, entró raudo a juzgar lo que no observó el navarro delante de la jugada. Esta vez sí hubo corrección tecnológica... para uno.

La mano de Arias, tan flagrante como la de Olivas, se la pasaron Undiano y Fuertes por el arco del triunfo. El primero ni siquiera se tomó la molestia de verla por el monitor que está a pie de campo, como hizo con la del blanquivioleta. No son las sentencias, sino el diferente criterio para juzgar, lo que crea equipos de primera y de segunda, aunque jueguen en la misma división.

Kiko Olivas había hecho ya la digestión de la injusticia cuando compareció en la sala de prensa de Zorrilla. El malagueño moderó su verbo, por lo que pueda pasar, aunque arbitralmente, si pasa, es siempre contra los pucelanos.

«Le he dado vueltas a la acción porque influye en el resultado. Su jugada no se valoró igual que la mía y eso es lo que nos da rabia. A Arias le da en la mano, igual que a mí, y las dos jugadas deben tener la misma consideración. Si la mía es penalti, la de él también», comentó antes de explicar lo que más ha dolido a los blanquivioleta.

«Ya que tiene la posibilidad de ir a la pantalla y tomarse su tiempo, debió verlo para valorarlo y tener la certeza de asegurar si ha sido o no penalti, según su criterio, utilizando todas las herramientas para valorarlo de una manera exacta».

¿Se sienten los jugadores del Real Valladolid no ya perjudicados, que es evidente, sino menospreciados por los árbitros? El central no aviva el fuego. «No creo que los árbitros nos menosprecien, sino que a veces no se toman ese tiempo con nosotros. Con los rivales se paran y analizan, y con nosotros dicen que siga rápido la jugada. Pedimos que se mire con la misma igualdad, tiempo y criterio una acción que otra».

Olivas asegura que Undiano no dio ninguna explicación a los jugadores de por qué acudió a ver su mano en la pantalla y no la de Arias. «Intentamos decírselo de todas las maneras, pero nos dijo que vio claro que no fue penalti. Lo claro es que en la mano de Arias da el balón. Otra cosa es la consideración que le merezca». Ese mismo árbitro que vio «claro» que no era mano de Arias, se comió la de Olivas aunque estaba delante. Tuvo que decírselo su colega de VAR, mudito luego ante la del rojiblanco.

«Sé que me pegó en la mano, pero el árbitro estaba delante de mí. Considero que la vio muy clara y dio continuidad. Lanzamos una contra y cuando paró el juego, nos quedamos sorprendidos. Nos pilló de sorpresa que cambiase de opinión, porque lo había visto. No fue intencionada ni los jugadores del Atlético protestaron».

Olivas se quedó charlando con Sergio tras el entrenamiento. «Hablamos de eso y de los goles encajados. Hacemos muchas cosas bien, pero tenemos pequeños fallos que estamos pagando caro».

El sábado el Pucela visita al Athletic, al que el VAR muestra la otra cara. Los más suspicaces ya hablan del interés de salvar del descenso a un histórico. «Esperemos que el VAR no deba intervenir», finaliza Olivas.

Plaza pasa el examen médico y se vuelve a Ecuador

El flamante fichaje blanquivioleta, Stiven Plaza, pasó ayer por la mañana reconocimiento médico en las instalaciones del hospital Campo Grande, del Grupo Recoletas, uno de los espónsores del club.

La revisión se realizó sin novedad y el delantero centro volverá a Ecuador para preparar su venida definitiva a Valladolid. En el aire está su participación en enero y febrero en el Suramericano sub 20. El Real Valladolid lo decidirá.