Diario de Valladolid

Baño y... maquillaje

Un año después el Carramimbre calca errores menospreciando al filial del Barça y cae en casa en un partido en el que nunca tuvo opciones

Gantt intenta penetrar ante la defensa del azulgrana Blmaro.-PABLO REQUEJO

Gantt intenta penetrar ante la defensa del azulgrana Blmaro.-PABLO REQUEJO

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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El Carramimbre no aprende de los errores del pasado. Su retentiva parece brillar por su ausencia ni a corto ni a medio plazo. Si el equipo de Paco García, de nuevo desgobernado, errático, acelerado y de nuevo con una defensa de sombras, venía del sonrojo sufrido una semana atrás en la cancha del recién ascendido Canoe, ayer volvió a mostrar su peor cara ante un equipo del furgón de cola como es el filial del Barça, que acumulaba cinco derrotas consecutivas. Un rival imberbe (su jugador más veterano contaba con 22 años) que le dio todo un repaso, un baño en toda regla.

Pero la ausencia de esa retentiva va más allá que los mensajes subliminales que lanzó su entrenador al término del lamentable partido en Madrid ante el Canoe. Va mucho más allá porque el rival ayer de los vallisoletanos pareció calcar el partido jugado en Pisuerga la pasada campaña. Acuciado por la zona que lleva al descenso, el filial conducido entonces por Alfred Julbe, no solo sacó los colores a las ardillas sino que dio una lección de como se juega al baloncesto. Ayer estas mismas premisas con otro ex ACBde los banquillos como es Diego Ocampo volvió a sacar tajada de su visita a Pisuerga donde su rival, caricaturizado, apenas pudo plantarle cara y tras el baño y masaje sufrido tuvo que conformarse con el maquillaje del último cuarto con el partido (44-63) totalmente decidido. Triste, muy triste, en un Carramimbre cuyo globo parece explotarse como por arte de magia.

El equipo volvió a adolecer de capacidad de sacrificio y sufrimiento a la hora de defender, a la hora de agachar el culo. El 4-12 del minuto tres tan solo ejerció de visionario pese a la tímida reacción de los locales al colocarse 14-13 dos minutos después. Ayer, de nuevo, el Carramimbre, pese al intento baldío de Paco García por hacerle reaccionar, tampoco estaba por la labor de recuperar la frescura de principios de campaña. El Barça B fue demasiado rival para un Carramimbre que se fue borrando a medida que transcurría el partido y donde Paco García, desesperado, acabó por terminar el agujero para ser enterrado. Porque el técnico vallisoletano, que no dudó en lanzar en este periódico un mensaje alto, claro y directo a los jugadores que no rinden, terminó por darles la puntilla (a los Novas, Adekoya, Hayes y Torres) condenándoles y castigándoles en el banquillo del olvido. Prueba de ello fue que Paco García optó incluso por dar minutos a su duodécimo jugador, Álvaro Reyes, en una clara muestra de su disconformidad.

El Barça B dominó de principio a fin salvo el espejismo del mencionado 14-13. Si el pasado año fue el base Pol Figueras el que se vistió de ejecutor, ayer fue el alero Aleix Font (29 puntos, 19 al descanso) el que dejó él solo en evidencia a la inexistente resistencia defensiva vallisoletana. El filial azulgrana dio una lección de como ocupar los espacios en ataque, sin egos, además de sacar petróleo a las carencias de su rival en la defensa de los bloqueos directos (los pequeños) y en las salidas de carretón. Una derrota, otra derrota, maquillada al final (66-71) pero que también duele lo suyo.

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