El muro sigue en pie

Cuando Masip cometió el error que costó el 1-3 y que suponía prácticamente empaquetar y poner lazo a la derrota local, la grada aplaudió. No por masoquismo, sino porque en ese preciso momento se dio cuenta de todo lo que ha dado el meta catalán.

Ha salvado tantos puntos con intervenciones prodigiosas que, por un instante, el aficionado se dio cuenta de lo que es un portero normal, de los que también fallan, y bendijo la suerte de contar con él. Con Masip. Hasta esta jornada, el segundo arquero menos goleado de LaLiga y el tercero en número de paradas efectuadas.

Ayer el portero blanquivioleta aún estaba abatido por su error. Y por los cuatro goles, cifra hasta el sábado nunca encajada por este equipo en la era Sergio. «Estoy jodido porque perdimos el partido y por las circunstancias que fueron. El equipo tiene que seguir con la cabeza alta porque estamos compitiendo bien. Esperamos que fuese un accidente. No nos salieron las cosas como queríamos. Ahora a seguir trabajando, que la Liga es larga y dura».

¿Qué le ocurrió en ese tercer gol visitante? Masip se autoinculpa completamente, aunque el pase de Calero generó el peligro. «Fue una mala decisión mía que nos costó un gol cuando parecía que el equipo podía haber empatado. Dejo correr el balón y lo pierdo de vista un segundo. Entonces, cada vez lo veo más lejos, me aprietan y ya no lo puedo sacar. Tenía que haber controlado o despejado de primeras. Asumo el error como cosas que pasan en el fútbol y hay que aprender de ello».

La videoteca está llena de errores de Arconada, Schmeichel, Kahn, Buffon y otros porteros que han hecho historia. Lo que le ha ocurrido a Masip puede pasarle a cualquiera. «Si me pasa a mí, que soy el último hombre, es un gol. Los fallos de los porteros se ven muchísimo», apostilla.

Lo mejor de esa jugada fue la reacción de Zorrilla. El meta encuentra en ella un gran asidero para su rearme anímico. «Fue sensacional. En los malos momentos, el apoyo de la gente, de la afición, de mis compañeros, del club, me reconforta para seguir currando como el que más. Un 10 para todos».

Tras un partido así, de lo que más ganas hay es de jugar. El miércoles llega la Copa, aunque éste es territorio para Yoel. «Por mí hubiese jugado hoy mismo, para quitarme la espina del partido tan malo que salió ayer y buscar una victoria que nos hace falta. Estoy convencido de que la conseguiremos».

El Real Valladolid fue constantemente superado por alto. Y eso que estaba avisado. «Sabíamos que el Leganés es duro a balón parado. Son jugadores grandes que van fuerte al balón. Los dos primeros goles y otra ocasión llegaron a balón parado. Aprovecharon sus armas y tenemos que aprender de ello. No debe suceder más».

En los últimos minutos del partido el Real Valladolid intentó reaccionar, pero era tarde. «Tuvimos un tramo muy bueno en la segunda parte con el gol y otras dos o tres ocasiones para meter otro. No lo conseguimos y luego viene mi acción desafortunada, que nos condena».

¿Ha bajado el Pucela su intensidad desde la visita al Bernabéu? Masip niega que la plantilla se haya agrandado. «El equipo sigue con la mentalidad de competir contra todos los rivales. Al final son pequeños detalles los que nos condenan».

El calendario señala dos visitas a Real Sociedad y Athletic Club. Entre medias, el Atlético llega a Zorrilla. «Es duro, porque son rivales duros, pero es que todos lo son en la Liga. Y también debemos pensar que hemos ganado a Villarreal y Betis en su estadio, que hemos competido contra el Real Madrid en el suyo y con el Barcelona en Zorrilla. Tenemos potencial para competir contra cualquiera».