Diario de Valladolid
Publicado por
MANUEL CENTENO
Valladolid

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Soy un convencido de la aplicación al deporte de las nuevas tecnologías, de la misma forma que las utilizamos en el resto de las actividades. No podemos vivir de espaldas a la evolución y negarnos la posibilidad de mejorar, sería absurdo. Sin embargo, no soy de los que cierran los ojos pensando que todo funciona perfectamente, al contrario, solo desde el inconformismo, desde la exigencia por alcanzar la perfección se puede mejorar en la aplicación de los nuevos procesos de gestión. Hablo del VAR, esa herramienta que se ha puesto al servicio del equipo arbitral en el fútbol con el fin de minimizar sus errores, de garantizar la máxima justicia y, por tanto, evitar agraVAR los perjuicios que se producían.

Es innegable que este sistema, bien aplicado, debería ser una garantía pero estamos viendo algunos fallos tan flagrantes que resulta muy difícil de entender, sobre todo porque su gestión está siendo muy opaca. No es razonable que, una semana después, nadie haya explicado por qué no se sancionó el penalti sobre Mata en San Mamés, un penalti de esos que se dicen de reglamento y que, por tanto, no obedece a ningún tipo de interpretación. Tampoco sabemos por qué no vimos la imagen de la cámara más perpendicular a la jugada del gol anulado a Keko en Zorrilla contra el Barcelona aunque quiero suponer que ellos sí utilizaron esa imagen para anularlo.

Es decir, que nos están ocultando deliberadamente la gestión de un sistema creado para ayudarles y, por tanto, este comportamiento multiplica la gravedad del error inicial del árbitro en el campo al no ser corregido con unas imágenes que lo demuestran claramente. No entiendo por qué, en el fútbol, cuesta tanto avanzar. Se hace en el rugby, se hace en la NFL que están a años luz de nosotros en profesionalismo y gestión de su competición, las decisiones arbitrales son públicas, transparentes, ¡y no pasa nada!

En el fútbol, eso es sacrilegio. Según los datos de la propia LFP, en las primeras 12 jornadas el VAR ha realizado un total de 1.420 chequeos durante esos 120 partidos; de esas revisiones se ha corregido la decisión arbitral en 41 ocasiones lo que viene a significar el 2,88% del total. Sin embargo, LaLiga no explica nada respecto a los errores de los colegiados, no chequeados por el VAR y que afectaron al desarrollo de los partidos. Esa sí sería una buena estadística. Porque lo que tampoco puede ocurrir es que estas decisiones dependan del criterio del árbitro en el VAR. Como cada día es uno, hay multitud de criterios, lo que suena a cachondeo.

En automoción se están implantando cada día más sistemas de seguridad para evitar accidentes; uno de ellos es un radar que mide la distancia con el vehículo que nos precede. Si nos acercamos de forma peligrosa o se cruza un peatón, un ciclista u otro vehículo, el sistema aplica una frenada de emergencia y evita o minimiza el accidente. ¿Se imaginan que ese sistema dependiera de la percepción de peligro de cada conductor? Sería una catástrofe. Más o menos como la que le espera al VAR si no unifican criterios, el método de actuación y su transparencia urgentemente. Eviten que sea peor el remedio que la enfermedad.

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