Míchel, el dueño de la llave
El mediocentro vivió en Vigo su primer partido de Liga completo / Su entrada es capital para la construcción del ataque pucelano / «Debemos salir a morder desde el minuto 1 contra el Levante»
Prieto Iglesias indioca a Iago Aspas que retroceda para que Míchel pueda botar una falta.-PABLO REQUEJO
La entrada de Míchel en los últimos minutos del partido frente al Alavés se notó positivamente, pese al gol postrero anotado por los vascos. En Balaídos el valenciano jugó por primera vez esta temporada todo el partido y confirmó que es pieza casi imprescindible del equipo, siempre que su estado físico se lo permita. Nadie como él para encontrar la salida de los laberintos que se forman en los tres cuartos de campo.
«Estamos todos muy contentos con el partido. Yo en particular por volver a ayudar al equipo. Conseguir remontar de la manera en que lo hicimos nos tiene que dar moral para ganar al Levante», dijo el mediocentro tras el entrenamiento de ayer en los Anexos.
El empate supo a victoria. ¿Lo vieron todo perdido tras el 2-0, nada más comenzar? «Esos 10 minutos no se pueden repetir. Remontar en Primera no es fácil y lo hemos logrado con un 3-1 en un campo difícil y ante un rival muy bueno. Siempre tuvimos fe en remontar. Tras el segundo gol nos miramos y nos dijimos que había que sacar el partido adelante. Por nuestro orgullo y por el Valladolid. Hay que salir con la concentración al cien por cien. Somos conscientes de lo que pasó al inicio y no se volverá a repetir».
El otro protagonista, junto a la remontada pucelana, fue el árbitro. El del campo, Prieto, y el del VAR, Undiano. Muchas confusiones y todas las importantes en contra del Real Valladolid. «Nada más ir al vestuario la familia ya nos dijo que lo mirásemos, y lo hicimos. Es llamativo. Nosotros intentamos ayudar a los árbitros y hay más ojos fuera que deben hacerlo. Nos llamó la atención. El penalti a Olivas es clarísimo. No entiendo por qué no se para y se ve. El sábado el arbitraje no ayudó y espero que no vuelva a ocurrir».
El consuelo es que al menos ese punto vale más moralmente que de cara a la clasificación. «Sí. Ahora no miramos la tabla. Es muy pronto. La unión y la alegría en la celebración del 3-3 nos da mucha fuerza para morder desde el minuto 1 contra el Levante».
Se rompió la racha de no ver puerta, lo que supone un alivio. «Ahora los delanteros ya no tendrá esa ansiedad por el gol. Hay que seguir jugando como acabamos en Vigo, ésa es la buena línea, porque también hubo más ocasiones para marcar, como el palo de Alcaraz o el mío».