Un esfuerzo titánico
El Carramimbre planta cara al San Pablo ACB mientras le duran las fuerzas tras el desgaste del sábado / El 11-24 del segundo cuarto, letal
Aboubacar se dispone a lanzar ante la defensa de Huskic.-MANUEL BRÁGIMO
La Copa Castilla y León se marcha de nuevo a Burgos. El San Pablo comenzó a labrar su triunfo ante el Carramimbre Ciudad de Valladolid en el segundo cuarto (11-24) y después tuvo el oficio y el acierto necesario para aumentar poco a poco la ventaja y llevarla hasta los 20 puntos (64-84 al final). El equipo de Paco García plantó cara al campeón en el primer cuarto con su juego fluido y su poderío en el rebote ofensivo (18-15) pero a lo largo del partido terminó acusando el esfuerzo del sábado, que se suma al de partidos anteriores ya que han sido cuatro los disputados en los seis últimos días. El Carramimbre tuvo que sudar hasta el último instante la victoria sobre el anfitrión Chocolates Trapa Palencia en la semifinal (95-96) y 24 horas después se midió a un potente rival de Liga ACB que marcó el ritmo que más le convenía.
A dos semanas de su estreno en la LEB-Oro 18/19, el Carramimbre volvió a mostrar sus credenciales en el Pabellón de Deportes de Palencia. Tenía enfrente a un rival de mayor categoría y los jugadores sabían que el partido podía hacerse muy largo tras el descanso pero las señas de identidad de los equipos de Paco García son intocables y así se comprobó en los primeros minutos. Una buena defensa, la lucha tenaz en el rebote ofensivo y cinco puntos seguidos de Álex Reyes dejaron el marcador en 11-5 a falta de 5.30 para la finalización del primer cuarto. Al San Pablo Burgos se le atragantaba la defensa del Carramimbre y el 15-9 en el minuto 7 dio paso al primer tiempo muerto de Diego Epifanio.
El guión del partido sufrió un cambio radical en el segundo cuarto. Thompson (elegido mejor jugador de la final) comenzó a entrar en juego y se convirtió en una pesadilla para el Carramimbre. Un triple suyo permitió al San Pablo ponerse por delante en el marcador a falta de 8:20 para el descanso. El partido comenzaba a equilibrarse aunque la igualdad duró muy poco ante la avalancha de triples del San Pablo, que se reflejó en el marcador en esos diez minutos determinantes (11-24).
Pero el Carramimbre no se arrugó. Siguió plantando cara al San Pablo con las mismas armas que había utilizado el sábado ante Palencia y trató de acortar la desventaja aunque el intercambio de puntos en las dos canastas no ayudó.
Paco García había destacado el triunfo en la semifinal tras reconocer que su equipo andaba con la gasolina justa en el tramo final del partido y ayer se repitió la historia. A ello se sumó la diferencia de categoría entre ambos. La final quedó sentenciada a falta de los cinco últimos minutos y Paco lo aprovechó para mover el banquillo y dar protagonismo a todo el equipo.
Con el partido resuelto mucho antes de terminar el último cuarto, Diego Epifanio también movió el banquillo del San Pablo. Una vez más, el pez chico tuvo que esforzarse al máximo ante el grande, que tuvo vía libre para disputar la final sin machacarse la víspera como hizo el Carramimbre.