Mucho camino por andar

El tercer envite del Carramimbre Ciudad de Valladolid fue un guiño al pasado. Cigales vivió una retrospectiva de cuando ambas ciudades, Valladolid y Bilbao, contaban con los galones de ACB. Pero la realidad noqueó a Valladolid y ahora está a punto de hacerlo con Bilbao, en pleno concurso de acreedores y con una deuda arrastrada de cinco millones de euros y en fase de supervivencia.

Ayer, de la mano de un ilustre como Mumbrú, que se estrena como entrenador tras retirarse como jugador, Bilbao examinó la evolución de un Carramimbre todavía con muchos deberes por hacer y con una caligrafía ilegible. Prueba de ello fue el estado de efervescencia que desarrolló un Paco García inconformista que no se cansó de gritar, corregir e incluso condenar la indolencia de sus jugadores en la defensa del uno contra uno, los bloqueos indirectos y el balance.

Bilbao, sin la presencia de Edu Martínez, Mendikote y sobre todo Kevin Larssen, supo ahondar en la herida con el juego de sus pequeños, el incombustible Javi Salgado y el americano recién fichado de Finlandia, Jaylon Brown, un punzón en ataque y en el lanzamiento de tres puntos. Sus 21 puntos lo dicen todo.

Con el plan de viaje de que ningún jugador actúe más de 30 minutos ni más de 10 minutos seguidos, Paco García fue rotando a su equipo realizando diferentes probaturas, teniendo en cuenta que esta semana jugará otros dos o tres partidos.

Su mejor momento se produjo en el segundo cuarto cuando liderado por un inspirado Gantt (con 13 puntos en 12 minutos) consiguió hacerse con una máxima renta de nueve puntos (34-25). Pero la falta de concentración y sobre todo los errores de conceptos, sirvieron para que Bilbao, sin hacer ruido, no solo nivelara el partido sino que entrara en el último cuarto con siete puntos arriba (51-58), con Jaylon Brown de estilete con 18 puntos y cuatro triples.

El conjunto vallisoletano, errático también en los tiros libres, necesitaba una marcha más. Cuatro triples a cargo de Reyes en este último cuarto añadieron picante al partido. La entrada de Kazadi en el tramo final del partido y no como ‘uno’ sino como ‘dos’ otorgó más equilibrio a un equipo con más peones que calidad pero a fin de cuentas con más trabajo.

Carramimbre volteó el marcador ante la apatía de Mumbrú (69-67) para entrar en un concurso de tiro espectacular que hizo vibrar a los aficionados y dio la victoria a Bilbao, que supo romper la igualdad desde el triple con un Cruz (ex Betis), al que no le tembló la muñeca a 37 segundos para el final (73-78), sentenciando un partido que acabó con un punto más para los vascos.

PACO GARCÍA . El técnico vallisoletano estaba «contento» por el trabajo de su equipo, pero enfadado «por conceder tantos regalos».